Mujer

Colombia: mujeres y niñas en el epicentro de la violencia sexual

Colombia lucha contra la violencia sexual en conflictos armados, buscando reparación y justicia para las víctimas.

Miércoles, 19 de junio de 2024

En Colombia, los cuerpos de las mujeres narran la historia del conflicto armado

Afganistán, República Centroafricana, Colombia, República Democrática del Congo, Libia, Malí, Myanmar, Somalia, Sudán del Sur, Sudán, República Árabe Siria, Ucrania y Yemen son algunos de los países con los registros más alarmantes de violencia sexual en conflictos armados. Así lo indica el más reciente seguimiento del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en un informe comprendido entre enero y diciembre de 2022, publicado en junio de 2023. Estos casos representativos podrían haber aumentado en 2024 debido a la persistencia de conflictos armados en el mundo, exponiendo a niñas y mujeres a violencias sexuales utilizadas como estrategias de guerra.

Esfuerzos y Entidades en Colombia

Desde la firma del Acuerdo de Paz de 2016 en Colombia, se han creado entidades y rutas específicas para hacer un seguimiento directo a las violencias sexuales sufridas por niñas y mujeres en el marco del conflicto armado interno. El Centro Nacional de Memoria Histórica, la Unidad de Víctimas y el Sistema de Paz Integral –que incluye la Comisión de la Verdad y la Jurisdicción Especial para la Paz– han trabajado arduamente para reconocer, escuchar y reparar a las mujeres afectadas por estas violencias.

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Impacto de la Violencia Sexual en el Conflicto Armado Colombiano

Según la resolución 69/293 de 2015 de Naciones Unidas, la violencia sexual en conflictos incluye violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo forzado, aborto forzado, esterilización forzada, matrimonio forzado y otras formas de violencia sexual de gravedad comparable. Entre 1944 y 2023, se registraron 17,434 víctimas de violencia sexual en Colombia en el marco del conflicto armado interno, de las cuales un alarmante 30% son menores de edad. Estas violencias han sido perpetradas por grupos armados ilegales, paramilitares y fuerzas del Estado.

Situación Crítica en el Cauca

El departamento del Cauca continúa siendo un foco de preocupación. En el primer semestre de 2024, se han registrado constantes violaciones del Derecho Internacional Humanitario debido a la presencia de 11 estructuras armadas ilegales. Valentina Aldana, coordinadora regional Cauca de la organización Ruta Pacífica de las Mujeres, informó que uno de los factores que más afectan a las mujeres caucanas es la exacerbada militarización, el reclutamiento forzado de menores y los riesgos latentes para las lideresas sociales. Aunque se han implementado políticas de protección de derechos humanos y apoyo a las víctimas, la violencia sexual en conflictos sigue siendo un problema significativo que requiere una respuesta continua y coordinada entre gobiernos locales, departamentales y el gobierno nacional.

Desafíos en la Atención a las Víctimas

Rosi Albani Pérez, representante de la Mesa de Participación de Víctimas del Cauca, destacó que el departamento está en deuda con las víctimas de violencia sexual. Afirmó que no existe una estrategia clara y concreta para atender este tipo de violencia, que es una de las más duras en el marco del conflicto armado. Además, hay un subregistro significativo de los casos reales, ya que muchas víctimas no denuncian por temor, especialmente cuando las violencias resultan en embarazos no deseados.

Medidas y Legislación

En Colombia, se han creado mecanismos legislativos como la Ley 1719 de 2014, que busca garantizar la protección integral de las víctimas de violencia sexual en el conflicto armado y establece medidas para prevenir, investigar, sancionar y reparar estos crímenes. El reconocimiento de la violencia sexual como crimen de lesa humanidad por la Comisión de la Verdad, el monitoreo de casos por parte de la Defensoría del Pueblo y cientos de capacitaciones y sensibilizaciones son esfuerzos significativos. Yazmín Muñoz, comunicadora social y activista por los derechos de las mujeres en Popayán, resalta que es crucial transformar la cultura militarizada y patriarcal que normaliza estas violencias, además de reconocer y reparar los territorios y cuerpos de las mujeres.

En definitiva

La violencia sexual en el conflicto armado colombiano ha dejado una profunda huella en miles de mujeres y niñas. A pesar de los esfuerzos y avances legislativos, la atención y reparación de las víctimas siguen siendo desafíos importantes. Es fundamental continuar trabajando para erradicar esta forma de violencia, honrar a las víctimas y garantizar que estos crímenes no se repitan.

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