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Compartir, 30 años dignificando a los pobres

Con una cena y una eucaristía como actos centrales, se conmemoraron los 30 años de la Fundación Diocesana Compartir y se hizo público el nombre de la sucesora de la Hermana Carolina.

La Fundación Compartir se convirtió en una institución ampliamente conocida en Urabá, por su servicio social al servicio de los más vulnerables.

Desde sus inicios estuvo bajo la tutela de la Diócesis de Apartadó, guiada por la mano generosa y multiplicadora de la hermana Carolina María Agudelo, de una congregación llamada Hermanas de la Caridad Dominicas de la Presentación, dedicada a ayudar a los más vulnerables. fiel a los postulados de Marie Poussepin, una religiosa católica fundadora de dicha congregación.

La hermana Carolina recibe la Comunión, de monseñor Carlos Alberto Correa Martínez, obispo de Apartadó.

El recorrido durante estas tres décadas es amplio, 400 familias habitan casa propia, gracias a esta misión, solamente como generadores de empleo, 280 personas laboran en diferentes profesiones y oficios al servicio de Compartir.

Las viudas que se han capacitado, estudiado y montado sus propios emprendimientos se cuentan por miles, como también se cuenta el número de niños huérfanos atendidos allí, desde lo básico y muchos otros guiados y apoyados hasta la universidad superior.

Son muchos los profesionales que dan testimonio del respaldo de Compartir para concluir sus estudios superiores, muchos de ellos hoy al servicio de la institución.

La hermana Carolina desde sus inicios, ha tenido el don de convertir un pero que recibe en dos y tres, nadie ha podido descubrir ese, secreto, esa magia para hacer rendir el dinero. A eso se debe su éxito.

La eucaristía

Una institución

Incluso, el desconfiado y esquivo monseñor Isaías Duarte Cancino, (Q.E.P.D.) le brindó todo su respaldo para comenzar esta labor y esa confianza se ha ido extendiendo con el tiempo, por eso empresas, instituciones y comunidad en general apoyan sus iniciativas sin hacer preguntas. Saben que los recursos irán a manos de los pobres, sin que se pierda un solo peso.

La hermana Carolina María Agudelo terminó siendo una institución en Urabá, querida, apreciada por todos, es la madre de centenares de huérfanos, es el hombro en el que lloraron centenares de viudas que huían despavoridas de la violencia, expulsadas de sus territorios, es la gota de bálsamo derramada sobre tanto dolor y tristeza.

Un aspecto de la cena

Por eso, durante la cena no tuvo tregua, una fila de nunca acabar esperando para abrazarla, para tomarse una foto con ella y hasta canciones le compusieron, fue una jornada de integración entre todos los equipos de trabajo en la cual entregaron recordatorios, mostraron las fotos del ayer y hasta se contaron anécdotas de 30 años de camino por el trabajo social al servicio de los pobres.

La Congregación

Por su parte su comunidad religiosa que siempre la ha respaldado, llegó desde Medellín con una delegación de quince monjas, entre ellas Ruth María Vallejo Isaza, la provincial que hace tres décadas le dio el visto bueno, la bendición a la hermana Carolina para iniciar su apostolado al frente de Compartir, tampoco llegaron con las manos vacías, trajeron una casa, la cuarta que entregan a familias necesitadas de Urabá.

Un encuentro para la histotia

“Es muy gratificante cerrar los ojos y ver esta maravilla, tanta gente motivada, tanta gente redimida y por eso están aquí, haber servido 30 años consecutivos a la Fundación, gracias a mi congregación, aquí sobran las palabras porque nos quedamos cortos” dijo la Hermana Carolina, tras una breve intervención.

“Es motivo de alegría, una oportunidad para mirar como la Providencia ha sido palpada durante estos 30 años” dijo por su parte la hermana Irayda Elizabeth Martínez Espinosa, al tiempo que la religiosa, Luz María Vallejo Isaza, dijo: Estamos muy complacidas, gracias a Dios por tanta belleza, los 30 años de Compartir” hace 30 años ella como provincial, le dijo sí a Compartir, para las hermanas dominicas que tienen a 12 monjas trabajando en Urabá, si se puede.

“Compartir es la luz en el camino de las viudas de Urabá” Dijeron.

Un acto de gran significado

Nueva directora

Los actos protocolarios de los 30 años de Compartir sirvieron para conocer una noticia que a unos alegró a y otros entristeció, alegría porque le llega un respiro a la hermana Carolina, al ser relevada del cargo, más no de su compromiso con Compartir y tristeza por que no será más su directora.

La nueva directora de la institución, es la hermana Irayda Elizabeth Martínez Espinosa, una religiosa quien lleva varios años comprometida con Compartir, con todo el deseo de darle continuidad a la obra de monseñor Isaías Duarte Cancino y de la hermana Carolina, quien seguirá como un puntal de apoyo, pero ya relevada de varias responsabilidades.

No se puede olvidar que la Hermana Carolina, cumple dentro de poco 83 años, de los cuales 30 se los dedicó sus días y parte de las noches a Compartir en agotadoras e interminables jornadas de trabajo y es cuestión de justicia bajarles un poco el peso a sus responsabilidades. Ella ya con sus ojos cansados mira su obra, vital como siempre, nunca será capaz de quedarse quieta, la inactividad es su peor enemiga.

Monseñor y los niños

Monseñor Hugo Alberto

Quien fuera hasta hace poco el obispo de Apartadó y compañero de batallas por varios años de la hermana Carolina en Compartir, monseñor, Hugo Alberto Torres Marín, hoy arzobispo de la Arquidiócesis de Santa Fe de Antioquia, se unió a los actos conmemorativos de la institución:

“Convencido del éxito y muy conmovido por estos 30 años de Compartir haciendo efectiva la caridad evangélica, bajo la tutela del espíritu caritativo de Marie Poussepin y las hermanas dominicas de la Presentación, un agradecimiento muy especial a la labor que ha venido desempeñando la hermana Carolina con la hermana Irayda, con la hermana Marielena y otras tantas que han pasado en estos 30 años por estos programas”

“Con amor y compasión han venido sirviendo a los niños, a los jóvenes a las madres viudas cabeza de familia y a mucha población vulnerada por tanta violencia en el territorio.

La nueva directora de la institución,
hermana Irayda Elizabeth Martínez Espinosa.

Ustedes han llevado el estandarte en alto, se han ganado la confianza, han dignificado la caridad en la región, la han hecho creíble, brillan por la pulcritud en todo” dijo el prelado de la iglesia católica.

La eucaristía

La programación concluyó con una homilía en la Iglesia Catedral de Apartadó, concelebrada con el obispo de la Diócesis, Carlos Alberto Correa Martínez, con una nutrida participación.

Un acto religioso lleno de simbolismo, protagonizado por niños, jóvenes y viudas estrechamente vinculadas con Compartir.

Hermanas Dominicas de la Presentación

El acto fue cerrado con prestaciones culturales, trovas, coreografías y entrega de recordatorios.

“En cada niño puro, en cada joven, en cada viuda de la violencia está reflejada la locura de Cristo, la locura de servir a los pobres” dijo el obispo durante el acto litúrgico en el que compartió alegremente con los niños quienes acudieron en grupo a saludarlo abrazarlo.

Monseñor también se mostró complacido por los 30años de Compartir al servicio de lo más vulnerables de Urabá.

Recuerden que, en el canal de YouTube del Pregonero del Darién, los interesados pueden apreciar amplia entrevista con la Hermana Carolina.

Otro registro gráfico:

Una homilía muy concurrida.

Wilmar Jaramillo Velásquez

Comunicador Social Periodista. Con más de treinta años de experiencia en medios de comunicación, 25 de ellos en la región de Urabá. Egresado de la Universidad Jorge Tadeo Lozano

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