El oportunismo disfrazado de Pacto Histórico
Debido a que esa elección se cayó por vicios de forma, el Senado tiene que elegir próximamente entre una lista de diez aspirantes, al nuevo contralor.
Luis Alfonso Ossa B. /Opinión/El Pregonero del Darién
Este entramado de poder, más propio del mejor de los carteles, no es la alianza por el cambio que, con tantas dificultades, propias de la izquierda, logramos construir como Pacto Histórico y con cuyo proyecto político ganamos la presidencia de la república.
No creemos entonces que esta camarilla hoy incrustada en el seno mismo del gobierno, mas no del poder, aunque eso es lo que ellos creen, no es precisamente la organización que nos garantice la continuidad en el tiempo del Pacto Histórico como proyecto político.
Urge señor Presidente que comparta la potestad del control político del gobierno del cambio a los dirigentes populares, así estos no estén investidos hoy en día de poder burocrático alguno, porque de no hacerlo continuaremos asistiendo y con frecuencia no solo a los grandes escándalos de corrupción cometidos por funcionarios nombrados y salidos del entorno que hoy cuestionamos, sino también a la progresiva pérdida de confianza popular a la que estamos asistiendo cada día con mayor intensidad.
Presidente Petro, hay en su entorno cercano una «organización» ajena a la alianza por El Pacto Histórico que estamos seguros que de continuar ahí cercana a sus decisiones y camuflada de vocera del gobierno del cambio, terminará resquebrajando cada vez más la credibilidad en el gobierno, ya de por sí bastante menguada.
La columna de María Jimena Duzán
«Para la Contraloría la candidata en salmuera es María Fernanda Rangel, quien actualmente trabaja en la Defensoría. Ella estuvo a punto de ser contralora en la última elección, pero renunció a último momento cuando se dio cuenta de que ya no tenía los votos y que el elegido iba a ser Carlos Hernán Trujillo. Debido a que esa elección se cayó por vicios de forma, el Senado tiene que elegir próximamente entre una lista de diez aspirantes, al nuevo contralor. Rangel es el vaso comunicante con los otros miembros de la camarilla porque tiene una relación muy cercana con el actual registrador nacional, Hernán Penagos, y con el excontralor Carlos Felipe Córdoba, quien aspira a quedarse con la Procuraduría General de la Nación. Es decir, la camarilla le apunta a quedarse con el Dapre, la Registraduría, la Defensoría, la Contraloría y la Procuraduría. Si logran esta hazaña su poder trascenderá al gobierno de Petro. Será todo un cartel.»