El Rincón de Miguel Ángel
Unos cuantos se abrogan la autoridad de acrecentar la división social y de negar la posibilidad de romper con tanta desigualdad existente.
Miguel Ángel Echeverri/Cultura/El Pregonero del Darién
«Tenemos un mismo origen.
Poseemos una historia común.
Destinados a ser humanos. Invitados a ser hermanos. Pero…»
Las envidias, las intrigas, las luchas por el control del poder, hacen de la especie humana una comunidad donde incuban la intolerancia y la autodestrucción. Dentro de ella existen individuos cuyo único interés es generar caos, división y el desconocer los derechos de los demás. Para ellos no existe ninguna posibilidad de acuerdo que contribuya a establecer unas mínimas normas de respeto y de sentido de igualdad por el otro.
Venimos de un mismo ancestro; el tiempo y las luchas por el control económico se encargan de que las desigualdades sociales se acrecienten. No es cierto es que siempre habrá ricos y pobres o que todos no podamos tener los mismos derechos.
Unos cuantos se abrogan la autoridad de acrecentar la división social y de negar la posibilidad de romper con tanta desigualdad existente.