En dos días la prensa pierde a dos figuras
Falleció esta mañana en la ciudad de Bogotá, José Alberto Martínez (Betto), un veterano del mundo de la caricatura.
A dos días de la muerte del periodista, Rodrigo Pardo, fallece Betto al parecer como consecuencia de un cáncer de hígado, dijeron sus amigos más cercanos.
“Murió mi amigo y colega Betto. Qué tristeza tan grande.
Betto y Rodrigo Pardo. Rodrigo llegará primero al cielo: el maratonista partió con dos días de diferencia. Bettico tardará semanas: parará a saludar a todo el mundo. Gracias por ser tan bello, cariño (así nos tratabas). Dejas un hueco inmenso en nuestro corazón”
Con este triste mensaje despertó hoy a sus amigos en las redes sociales su entrañable amigo y también caricaturista, Mario Hernando Orozco (Mheo).
José Alberto Martínez, fue durante un cuarto de siglo el caricaturista estrella del diario El espectador.
“Adiós, Betto. Se nos va otro gran amigo. Saludo a su familia y a todos sus compañeros de El Espectador”, escribió Vladdo, otro caricaturista amigo de Betto.
Por su parte, Fidel Cano Correa, director de El Espectador, lamentó así la muerte del caricaturista:
La muerte del artista:
“Y ahora se nos va el gran Betto, otro ser humano maravilloso. Sus trazos, su dulzaina, su cariño nos dejan enorme vacío en el Espectador. Apenas ayer pidió una licencia para una pausa en sus caricaturas diarias. Paz en su tumba”.
Betto había sido ganador del premio de periodismo CPB (Circulo de Periodistas de Bogotá) y en varias oportunidades obtuvo el Premio Simón Bolívar en la modalidad de caricatura.
Con Betto se va medio siglo de vida dedicados al humor gráfico, profesión que escogió desde sus quince años, cuando se propuso seguir los pasos de dos grandes en ese arte, Quino y Fontanarrosa, dos maestros de maestros.
Betto no solamente tenía su sello personal en sus inconfundibles trazos, su menuda y clásica figura con su boina vasca, sus trajes negros y su firma extendida, hacían parte de su personalidad.
Betto fue autor de media doce libros y acumuló 13 premios de periodismo, su trabajo fue mordaz, agudo, incisivo, crítico, pero basado en un respeto y profesionalismo impecables. Paz en su tumba.
“En diciembre de 2022, en Circasia, nos enteramos de la enfermedad de Betto. Sabíamos que algo pasaba porque su ánimo estaba apagado: el Betto que nunca fue. Sin embargo, nunca dejó de sonreír y ser amable. Ese sería el último evento artístico en el que estaríamos juntos. Instantánea de un amigo.”
Así recordó Mheo a su coleta Betto, tras su fallecimiento afectado por un cáncer de hígado, el recuerdo incluyó como debería ser, una caricatura.