Internacional

Encrucijada decisiva de Venezuela

Análisis de la situación actual de Venezuela y de la posición de Colombia frente a la elección presidencial del 28J y la posterior posesión del presidente para un tercer mandato.

Socorro Ramírez*/Análisis de la Noticia/Razón Pública/El Pregonero del Darién

El régimen chavista-madurista que ha oprimido durante tanto tiempo al pueblo venezolano se aferró de nuevo al poder mediante represión, fraude electoral, expulsiones, detenciones y amenazas a la gente para infundir miedo, paralizar la población, silenciar la protesta social y a la oposición política. Ha habido dos momentos claves en que se ha manifestado ese aumento de la represión, como lo veremos en las dos primeras partes de este artículo.

En la tercera parte, veremos otros factores cruciales para analizar la situación actual –la pérdida de credibilidad del régimen de Maduro, el impacto positivo opositor, pero también sus debilidades-. Y terminaremos haciendo referencia a la ambigüedad de la posición del gobierno colombiano frente a estas encrucijadas venezolanas.

El 28 de julio de 2024 (28J), fuerte pérdida electoral chavista-madurista

La elección presidencial venezolana del 28J no fue competitiva porque el régimen controla a su favor todas instituciones estatales nacionales, y le puso todas trabas posibles a la oposición. Esos obstáculos empezaron con la escogencia de candidato/a representativo/a de quienes piden cambios en el rumbo del país. María Corina Machado (MCM) fue inhabilitada, pese a que ganó las elecciones primarias de la oposición con más de dos millones de votos; en enero de 2024, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ratificó esa inhabilitación por quince años, por presunta participación en delitos contra el Estado, como apoyar sanciones contra Venezuela. Tampoco aceptaron que la académica Corina Yoris se inscribiera como candidata en reemplazo de MCM. Entonces, la Plataforma Unitaria Democrática registró como candidato al exdiplomático Edmundo González Urrutia (EGU).

Aunque ese 28J, EGU ganó las elecciones, el Consejo Nacional Electoral (CNE) se negó a mostrar las actas electorales. La oposición –suponiendo lo que podría suceder– recogió copia de esas actas de mesa el día de las elecciones, las conservó y las mostró a una y otra entidad internacional.

El Centro Carter, institución con gran trayectoria en monitoreo electoral, que había sido invitada oficialmente a observar los comicios en Venezuela, acreditó las copias de esas actas. Además, afirmó que como la autoridad electoral venezolana nunca dio a conocer los resultados desglosados por mesa ni publicó las actas electorales, esa elección “no pudo ser considerada democrática”, y acusó al régimen de violar “la propia legislación nacional”.

El CNE prefirió darle a Nicolás Maduro la “victoria” y el TSJ le ratificó la reelección para un tercer mandato. Al recolectar más del 80 % de las actas de las mesas electorales, la oposición demostró que ganó EGU, que logró el apoyo popular no solo mayoritario al interior de Venezuela sino entre la diáspora venezolana, aunque casi no la dejaron votar, con casi siete millones y medio de votos, el 67,7 % del total. Ante la contundente victoria de EGU y esa pérdida de apoyo a Maduro, además del fraude electoral, la respuesta del régimen ha sido la represión y la persecución generalizada, para sostenerse en el poder. De hecho, en julio de 2024, el régimen de Maduro capturó por las menos 2 200 personas, que siguen en la cárcel.

9 y 10 de enero de 2025: aumentó la convulsión en Venezuela

Antes y durante la posesión presidencial del 10 de enero de 2025, tanto el chavismo como la oposición convocaron a sus seguidores a las calles. Al mismo tiempo, hubo nuevos arrestos por razones políticas, que se suman a las personas que habían sido capturadas. De hecho, aumentaron las detenciones, incluidos niños, adolescentes, mujeres, familiares.

 Analistas venezolanos muestran que el chavismo ha pasado de una represión selectiva, capturas a dirigentes políticos que consideraba “amenazantes”, a una represión generalizada y en contra de las marchas de la oposición. Así, por ejemplo, el 9 de enero de 2025, en Maracaibo, Valencia y Maracay, los opositores fueron reprimidos, hubo saqueos en las calles y francotiradores en los techos.

Intentaron retener a la líder opositora MCM, quien –luego de 130 días en la clandestinidad, bajo la amenaza de ser capturada tras las imputaciones que le hizo la Fiscalía del régimen de Maduro– reapareció hacia la 1 de la tarde en la manifestación que había convocado el jueves 9 de enero en las calles de Chacao, Caracas. Luego de su discurso, MCM salió, su equipo político informó que fue “violentamente interceptada”, detenida y luego liberada. Por la noche, MCM confirmó en trino que estaba en “un lugar seguro y con más determinación que nunca. Hasta el final”.

Mucho de lo que sigue en Venezuela va a depender no solo del régimen que muestra su desgaste, sino también de la capacidad de articulación y de concretar un cambio por parte de la oposición. Como señaló Rónal Rodríguez, del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, “Una pregunta básica es cuál es el plan de la oposición. ¿Cuáles son los efectos negativos de que no se cumplan sus expectativas? De hecho, no parecía existir mucha coordinación, cuando EGU anunciaba reiteradamente que estaría en Venezuela para su posesión el 10 de enero. El régimen de Maduro ordenó su captura, ofreciendo 100 000 dólares a quien ayude a su detención. Infortunadamente su anuncio de regreso para proclamarse como el “legítimo presidente de Venezuela, avalado por más de siete millones de votos”, no estuvo acompañado de una gran movilización venezolana y presión internacional.

Edmundo González Edmundo se exilió en España y desde Madrid recibió apoyo del Parlamento Europeo. Luego realizó una gira por Estados Unidos, Argentina, Uruguay, Panamá, República Dominicana, países que lo reconocen como presidente de Venezuela.

Lo que pase en Venezuela también va a depender de las fuerzas Armada y Policial, de quienes a su interior quieren una Venezuela libre. Los sectores sociales y de oposición que han salido a las calles a protestar les están pidiendo a esas fuerzas que escuchen el clamor del pueblo, hagan cumplir la Constitución y respetar la soberanía popular que se expresó masivamente el 28J en favor de la oposición y su candidato, EGU. Les insisten en que, si el pueblo venezolano y las Fuerzas armadas-policiales actúan juntos, el régimen chavista-madurista no podrá impedir el cambio; pero, si se dividen o son indiferentes ante esa grave situación que vive Venezuela, le ayudan a Maduro a perpetuarse en el poder.

Pérdida de credibilidad del régimen de Maduro, impacto positivo de EGU, debilidad opositora

La pérdida de credibilidad del régimen de Maduro no solo es en su país, sino internacionalmente, lo que le hace cada vez más difícil su actuación, pues quienes lo apoyan se reducen a los que les dan credibilidad a esas elecciones en Venezuela. Mientras tantos, la legitimidad de EGU como ganador de las elecciones crece en América Latina, Europa y Estados Unidos.

Por ejemplo, Donald Trump buscó negociar con el régimen de Maduro por su interés en el petróleo y, aunque había ignorado a EGU, pasó a considerarlo el presidente electo de Venezuela. Claro que, como señala Phil Gunson, analista del International Crisis Group, es riesgoso pronosticar qué decisión tomará el gobierno de Trump.

EGU, pasadas las elecciones, salió de Venezuela, se exilió en España y desde Madrid recibió apoyo del Parlamento Europeo. Luego realizó una gira por Estados Unidos, Argentina, Uruguay, Panamá, República Dominicana, países que lo reconocen como presidente de Venezuela, como también lo han hecho Perú y Paraguay. El gobierno de izquierda de Gabriel Boric señaló al régimen de Maduro como una dictadura y retiró a su embajador en Caracas a días de la posesión. Pero la región no ha actuado en forma coordinada, y menos conjunta, frente a la situación venezolana. Se han ido disolviendo los acercamientos que hubo entre países latinoamericanas para impulsar una transición democrática en Venezuela. Luego de las denuncias de fraude electoral del 28J, cada gobierno optó por su estrategia frente al régimen de Maduro.

Con todo, expresidentes y cancilleres de 12 países –Costa Rica, Paraguay, Colombia, Brasil, Chile, Panamá, Ecuador, Argentina, Guatemala, Perú, México, Uruguay–, ante la investidura de Maduro reiteraron apoyo a la democracia y al respeto de los derechos humanos en Venezuela, rechazaron la investidura unilateral y arbitraria de un nuevo período presidencial para Maduro por carecer de legitimidad democrática y de evidencia verificable de integridad electoral. Ante la eventual presencia de EGU en territorio venezolano, exigieron que se resguarde su integridad física y los derechos que le asisten en el marco de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Asimismo, demandaron el respeto de los derechos fundamentales de todos los venezolanos, sin represalias, acorde con los llamados de organizaciones internacionales.

Ambigüedad en la posición de Colombia

En el caso del presidente colombiano, aunque hubo presión social para que no reconociera los resultados del fraude electoral del 28J y mantuviera abiertas las relaciones diplomáticas, en lugar de definir y expresar con claridad su posición, su gobierno mantuvo una ambigüedad mientras se aproximaba el 10 de enero. Gustavo Petro calificó las elecciones venezolanas como un “error” y lo achacó al bloqueo. El canciller dijo que prefería que Colombia no asistiera a la posesión de Maduro. El vicecanciller contradijo esa posición y anunció que el embajador de Colombia en Venezuela asistiría. Y, en efecto, el gobierno de Gustavo Petro hizo presencia en la posesión de Maduro a través del embajador Milton Rengifo.

Tras la retención de MCM, la Cancillería colombiana emitió un comunicado en el que se refirió a las violaciones a los Derechos Humanos en Venezuela, incluidas detenciones y el acoso a líderes opositores. Así dice: “Colombia, en su calidad de miembro del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, siempre apegada al multilateralismo y al Derecho Internacional, insta a las autoridades venezolanas para que en todo momento y circunstancia brinden plenas garantías para el ejercicio del derecho a la oposición política y la movilización social”. Pero luego, Petro calificó como fake news los reportes sobre esa confusa retención de MCM.

En lo que no ha habido ambigüedad ha sido en el rechazo a la decisión del régimen de Maduro de cerrar los pasos fronterizos formales del lado venezolano del viernes 10 al lunes 13 de enero 2025. Colombia decidió mantenerlos abiertos porque, como se ha demostrado, la frontera no es una raya, cerrar y romper relaciones entre países vecinos como Colombia y Venezuela, que comparten en sus distintos ámbitos fronterizos fuertes articulaciones sociales, poblacionales con comunidades binacionales, ambientales, económicas, etc., afecta a ambos países en todo sentido y por largo plazo.

Socorro Ramírez

* Cofundadora de Razón Pública. Doctorada en Ciencia Política; magíster en relaciones internacionales; magíster en análisis de problemas políticos, económicos e internacionales contemporáneos; licenciada en historia. Profesora emérita y jubilada de la Universidad Nacional de Colombia en el Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (IEPRI), de la maestría de estudios del Caribe en la sede Caribe de la UN. Ha desarrollado la línea de investigación, docencia y extensión “Fronteras, vecindad e integración”. Coordina el Grupo Académico Colombia-Venezuela y el programa Colombia-Ecuador. Autora de numerosas publicaciones.

Wilmar Jaramillo Velásquez

Comunicador Social Periodista. Con más de treinta años de experiencia en medios de comunicación, 25 de ellos en la región de Urabá. Egresado de la Universidad Jorge Tadeo Lozano

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