Opinión

Filatelia turística: San Carlos de la Cabaña

Esa tradición se retomó como hecho cultural y diariamente a las 9 de la noche un grupo de soldados realiza la ceremonia del cañonazo.

Juan Hernández Machado* Opinión/El Pregonero del Darién

La ciudad de la Habana, cuyo centro histórico es Patrimonio de la Humanidad, es visitada anualmente por cientos de miles de turistas, tanto nacionales como extranjeros. Una de las principales atracciones es la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña.

Esta es una de las fortalezas que, junto el Castillo de los Tres Reyes del Morro y la Fortaleza de San Salvador de La Punta, sirvió para defender la Habana ante cualquier ataque enemigo a partir de la segunda mitad del siglo XVIII.

Bajo la dirección del Brigadier español Don Silvestre Abarca, los trabajos comenzaron en el litoral este del puerto habanero en la década del 60 del siglo XVIII y finalizaron en 1774.

Es considerada la edificación militar más grande construida por los españoles en América Latina. Tiene forma de polígono y su diseño, desde el inicio, tuvo en cuenta el desarrollo de la artillería y el correcto asentamiento de las piezas artilleras de la época.

Allí se alojaban las mejores unidades que enviaba España a la colonia cubana y durante las luchas independentistas de los cubanos en el siglo XIX, varios de ellos, incluyendo a nuestro Héroe Nacional José Martí, sufrieron prisión en ese lugar y otros fueron ajusticiados en el Foso de los Laureles.

  Actualmente es un complejo cultural y museístico. A las 9 de la noche se dispara el cañón que antiguamente anunciaba el cierre de las murallas de la ciudad como un ritual simbólico en homenaje al pasado.

Al triunfo de la Revolución, en 1959, el comandante Ernesto Che Guevara la ocupó militarmente el 3 de enero, estableciendo su Comandancia y creando, en los primeros meses de ese año, una escuela para enseñar a leer y escribir a los combatientes de su columna guerrillera que eran analfabetos.

En 1986 fue reparada, al igual que otras construcciones similares del área y en 1991 se permitió el acceso al público en lo que devino el Parque Histórico Militar Morro- Cabaña.

Además del Museo que alberga, hay dos hechos culturales que la distinguen: el cañonazo de las 9 y la Feria Internacional del Libro.

El primero viene desde el período colonial pues desde la nave capitana en puerto se disparaba un cañonazo a las 4,30 a.m. y otro a las 9.00 p.m. diariamente para informar la apertura y cierre de las puertas en la muralla que rodeaba a la Habana de entonces, así como la apertura y cierre de la entrada del puerto habanero.

Esa tradición se retomó como hecho cultural y diariamente a las 9 de la noche un grupo de soldados, a la usanza de los militares españoles del siglo XVIII, realiza la ceremonia del cañonazo que es uno de los atractivos que atraen a más turistas en la capital cubana.

La Feria Internacional del Libro de la Habana tiene a esta Fortaleza como sede y en febrero cada año deviene en amplia feria cultural donde decenas de miles de personas disfrutan de la buena literatura, coloquios, exposiciones y otras artes como la música y la plástica.

La filatelia cubana también ha incluido a La Cabaña entre sus más valiosos tesoros.

En 1991 se hizo una emisión postal de 4 valores para promover el turismo y el valor de 30 centavos muestra a la Fortaleza, un cañón y los soldados en uniformes españoles listos para la ceremonia del cañonazo.

También en ese año y por la realización de la Exposición Filatélica Panamfilex 91, se emitió un aerograma por valor de 15 centavos que tiene en el reverso una foto de la Fortaleza, el caño y los soldados que participan en la ceremonia del cañonazo.

Dos años más tarde se puede apreciar en el valor de 75 centavos, junto al Morro habanero, que es uno de los 4 emitidos para promover el turismo nacional.

En 1997 se emitió otro aerograma por el 14 Festival de la Juventud y los Estudiantes, por valor de 60 centavos. En el reverso hay una foto panorámica de la Fortaleza que la muestra junto al Morro.

Recordemos que el aerograma es una pieza de papel que puede doblarse en forma de sobre y el cual se escribe, no pudiendo agregarse ningún objeto al mismo, para ser enviado por vía aérea a cualquier parte del mismo. Es una de las piezas de correo más baratas y de mayor uso en los países que los emiten.

También en 1997 y con motivo del Festival, se emitió una tarjeta cuyo sello impreso dice “correos prepagado” y muestra una vista de la Fortaleza.

En 1998, con motivo del Centenario de la Guerra de Independencia, se hizo una tarjeta postal cuyo sello muestra bustos de Héroes de esa guerra en 1898. La tarjeta tiene una vista de La Cabaña de noche.

Así, esta Fortaleza nos permite practicar varias de las modalidades del turismo que establecer la Organización Mundial del ramo: Monumental, si la valoramos como defensora de la bahía habanera hace dos siglos; Etnográfico, al referirnos a las costumbres de los pueblos con el cañonazo diario.

Y de Convenciones, al permitir reunirse cada febrero a cientos de miles de personal alrededor del libro y sus atractivos.

Mientras, quienes no puedan estar presentes en esos acontecimientos, podrán vivir los mismos de igual forma al conservar su material filatélico alegórico y, ¿por qué no? hasta sentir el cañonazo que se escucha a diario en buena parte de la capital cubana.

*Premio Nacional de Filatelia 2012 y miembro de la Unión de Historiadores de Cuba

Wilmar Jaramillo Velásquez

Comunicador Social Periodista. Con más de treinta años de experiencia en medios de comunicación, 25 de ellos en la región de Urabá. Egresado de la Universidad Jorge Tadeo Lozano

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