Internacional

Fujimori murió sin pagar sus crímenes

Varios de sus crímenes calificados de lesa humanidad quedaron en la impunidad. El dirigente aún contaba con aceptación en un amplio sector de la población.

(Resumen RT-RTVC) El expresidente peruano Alberto Fujimori, de 86 años y quien fue excarcelado en diciembre, falleció este miércoles 11 de septiembre, tras su último tratamiento de radioterapia contra el cáncer, anunció su hija Keiko Fujimori a través de su cuenta de X.

El vocero del partido fujimorista Fuerza Popular, Miguel Torres, había dicho a la prensa que el exmandatario estaba «pasando por un momento difícil» y pidió a sus seguidores «orar por el presidente» que gobernó entre 1990 y 2000.

El 14 de julio su hija Keiko anunció que el líder de derecha postularía a la Presidencia en las elecciones de 2026, tras salir de prisión bajo un indulto humanitario cuando cumplía una condena de 25 años por violaciones de derechos humanos.

Fujimori estuvo preso por 16 años en una cárcel para exmandatarios en el este de Lima.

Fujimori había sido captado públicamente el jueves pasado cuando salía de una clínica en el distrito de Miraflores donde se hizo una tomografía, según reveló él mismo.

En esa ocasión, Fujimori apareció en silla de ruedas, acompañado de sus hijos Keiko y Kenji Fujimori.

La presidenta peruana, Dina Boluarte, había expresado su «preocupación» por la salud del expresidente a través de las redes sociales.

De origen japonés, gobernó Perú con mano de hierro y logró derrotar a la guerrilla maoísta de Sendero Luminoso, cuyos principales líderes fueron apresados.

Fue condenado a 25 años de prisión por dos matanzas de civiles perpetradas por un escuadrón del ejército en el marco de la lucha contra Sendero Luminoso a principios de la década de 1990.

El exmandatario, quien estuvo en la cárcel al ser condenado por delitos de lesa humanidad y posteriormente fue excarcelado en diciembre de 2023, falleció rodeado de sus familiares.

Poco antes, fuentes cercanas a la familia manifestaron que su estado de salud se agravó y, por tanto, se esperaba «lo peor». El hombre tenía cáncer en la lengua.

Hasta su deceso, el exmandatario estuvo rodeado de polémicas. Siempre negó los delitos que se le imputaron, aunque, en la mayor parte de los casos, quedaron probados.

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