Informe revela multimillonario plan de la Comisión Europea para controlar la opinión pública
Libertad de Expresión
23 de mayo de 2025
Un reciente informe ha generado polémica en el corazón de Bruselas. Se acusa a la Comisión Europea, presidida por Ursula von der Leyen, de destinar 649 millones de euros a proyectos que buscarían controlar la libertad de expresión en Europa. Lo que se presenta como una estrategia contra la desinformación podría, en realidad, ser una sofisticada red de censura digital.
Más de 300 proyectos financiados para “moderar” el debate público
El documento, elaborado por el centro de pensamiento MCC Brussels, asegura que 349 proyectos han sido financiados con dinero público para rastrear, identificar y silenciar voces críticas en redes sociales. Estas iniciativas contarían con el respaldo directo de la Comisión Europea y su presidenta, quien habría promovido estos programas bajo el argumento de fortalecer la “democracia participativa”.
Entre las herramientas identificadas figuran plataformas como Vigilan, Vera y Orbis, que utilizan inteligencia artificial para detectar opiniones contrarias a las narrativas oficiales. Su funcionamiento permitiría clasificar contenidos como “inapropiados” sin intervención humana, habilitando una censura automatizada sin precedentes en la región.
Del discurso de odio al silenciamiento político
Los autores del informe advierten que términos como “cocreación” y “espacios seguros” se están instrumentalizando para justificar medidas de vigilancia ideológica. La intención declarada de proteger la democracia se ve desvirtuada al convertirse en una excusa para establecer límites difusos a la libertad de expresión, afectando no solo a medios alternativos, sino también a ciudadanos y organizaciones no gubernamentales.
Lo preocupante, según los analistas, es que estas iniciativas no cuentan con una supervisión clara, y su aplicación podría dar lugar a listas negras digitales, restricción de cuentas y manipulación del debate público en línea.
Se destinó más dinero a controlar la disidencia que a combatir el cáncer
Uno de los datos más impactantes del informe es la comparación del gasto destinado a estas plataformas de monitoreo con el presupuesto dedicado a la lucha contra el cáncer. La cifra es contundente: el programa de censura recibió más financiación que la investigación contra una de las enfermedades más mortales en Europa. Esto ha encendido alarmas éticas y políticas sobre las prioridades actuales de la Comisión Europea.
Los críticos denuncian que se está invirtiendo en sofocar el debate en lugar de proteger la salud y el bienestar de los ciudadanos, lo que podría convertirse en un escándalo de proporciones continentales si no se aclaran los hechos con prontitud.
¿Crisis de confianza en la Comisión?
Diversas organizaciones de derechos humanos, periodistas y eurodiputados han solicitado una explicación pública y transparente por parte de Ursula von der Leyen y los responsables del programa. En caso de no ofrecer respuestas convincentes, algunos sectores han planteado la posibilidad de exigir su renuncia, ante lo que consideran una violación de los principios fundamentales de la Unión Europea.
Este episodio podría marcar un punto de inflexión en la política comunitaria. Si se confirma la veracidad del informe, Europa se enfrentaría no solo a una crisis de credibilidad, sino también a un debate profundo sobre los límites del poder estatal en la era digital.