Opini贸n

聽La vida como oportunidad

Colombia est谩 entrando a una nueva era donde todos los vicios derivados de una cultura de la muerte, est谩n quedando atr谩s.

Ju谩n Fernando Uribe Duque/Opini贸n/ El Pregonero del Dari茅n

La visita del presidente de una neocolonia como Colombia a la capital del imperio, reviste una novedosa importancia cuando el di谩logo es en otros t茅rminos diferentes al del subordinado lamb贸n que ofrece disculpas y solicita empr茅stitos.

Ahora las relaciones con EE UU toman un nuevo rumbo, sin desconocer que somos una econom铆a en parte dependiente de sus dict谩menes, a la par del fen贸meno econ贸mico del narcotr谩fico del cual Colombia es protagonista de primera l铆nea como productor fundamental.

La cooperaci贸n ya debe ser bilateral. La problem谩tica del cambio clim谩tico y la posibilidad de una econom铆a descarbonizada, es tema ampliamente conocido en los pa铆ses desarrollados; decir que Petro se ha vuelto reiterativo y cans贸n, ya suena a cantaleta de viejas, pues aqu铆 la oposici贸n no se cansa de decir que esas son tonter铆as y que desprenderse de la extracci贸n de petr贸leo, carb贸n y gas es un esperpento injustificable. Esa perorata de Paloma Valencia y Mar铆a Fernanda Cabal es como decirles a las potencias en pugna por Ucrania, que es mejor consumir todas las energ铆as haciendo la guerra, en lugar de intentar la paz.

La cooperaci贸n en la lucha contra el lavado de activos y la legalizaci贸n y taxaci贸n de los dinerales del narcotr谩fico, es ahora el objetivo central en la lucha contra las drogas, puesto que la producci贸n nunca se acabar谩 y, por el contrario, como a帽adidura al problema, otras drogas sint茅ticas como las metanfetaminas y opioides como el fentanilo hacen su aparici贸n para complicar el cuadro. No existe otra v铆a, la educaci贸n y la legalizaci贸n se imponen con un primer paso conducente a cobrar impuestos a los grandes financistas del narcotr谩fico, aquellos que convierten en d贸lares el producto – ya muy pocos colombianos-, y que hacen que la rentabilidad y su consolidaci贸n sean cada vez mayores.

La reforma agraria como veh铆culo de paz y progreso, es punto fundamental para los intereses de las multinacionales. En un pa铆s en guerra y con un campo inseguro la inversi贸n es escasa y tampoco es con la tropa vigilando un posible atentado como se establecer谩n tranquilas las empresas extranjeras; es con nuevas pol铆ticas de inclusi贸n social, trabajo y dignidad campesina, con las que encontrar谩n un campo sano y pr贸spero aunado a las nuevas disposiciones jur铆dicas que favorezcan ambas partes y no s贸lo a una fronda de pol铆ticos corruptos.

La transici贸n a la paz y al progreso ri帽e con la depredaci贸n. El imperio sabe que sus recursos son pocos y necesitan de pa铆ses como el nuestro donde abundan el agua, el ox铆geno, la madera y los metales necesarios para un desarrollo sostenible, de ah铆 que se imponga la conservaci贸n de la selva amaz贸nica; pero han llegado los tiempos en los que para acceder a estas mieles se imponen condiciones cifradas en el nuevo lenguaje que el gobierno est谩 implementando: un lenguaje de cooperaci贸n en la vida y no en la muerte, un lenguaje de paz diferente al odio y la segregaci贸n que las grandes potencias deben entender. Esa es la v铆a, pues la inteligencia no considera otra posibilidad. Colombia est谩 entrando a una nueva era donde todos los vicios derivados de una cultura de la muerte, est谩n quedando atr谩s. Y el mundo obligatoriamente lo sabe. De no ser as铆, los tiempos de la humanidad toda, estar谩n contados.

Wilmar Jaramillo Vel谩squez

Comunicador Social Periodista. Con m谩s de treinta a帽os de experiencia en medios de comunicaci贸n, 25 de ellos en la regi贸n de Urab谩. Egresado de la Universidad Jorge Tadeo Lozano

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