Peligrosa escalada en Apartadó
Si de verdad son dirigentes auténticos del pueblo, deben poner fin de una vez por todas, a tan riesgosos y peligrosos comportamientos.
Apartadó vivió en tiempos recientes una turbulenta campaña política que de milagro no degeneró en muertos y otros actos violentos, ante la agresividad de los protagonistas.
Cuando creíamos que las agitadas aguas volverían a sus causes normales, nos encontramos nuevamente en un escenario incluso peor que el anterior.
Esto no contribuye en nada ni concuerda con el discurso maniqueo de paz, tolerancia y convivencia que le escuchamos a diario a los dirigentes, sino que aviva el choque y el enfrentamiento verbal y público como lo estamos viendo hoy desde las redes sociales.
No hay duda que las últimas apresuradas y desatinadas declaraciones del señor alcalde de Apartadó, acusando directamente y con nombres propios a quienes señala de montar un entramado para afectarlo, pone en riesgo a estas personas y en nada ayuda al ambiente de paz que debe promover como mandatario de los habitantes de Apartadó.
Se denota una pésima asesoría al alcalde, un pobre acompañamiento de sus colaboradores más cercanos, lo ponen frente a una posición desesperada. Convocar seis meses después de la posesión a una rueda de prensa para supuestamente mostrar hallazgos del gobierno anterior, ejercicio que ya habían hecho en público, no es más que mostrar al mandatario débil y acorralado.
La defensa del alcalde ante el Tribunal Administrativo de Antioquia fue floja y descuidada a la luz de algunos abogados que han seguido este tema y ahora en vez de enfilar baterías y reforzar estrategias jurídicas para enfrentar la apelación ante el Concejo de Estado, último recurso que le queda al gobernante, lo exponen ante la sociedad con elementos de extrema pobreza argumentativa.
Además, las marchas de apoyo y solidaridad hacia el alcalde, son muestras válidas de respaldo, pero en el Consejo de Estado pueden ser asumidas como presiones indebidas a la justicia.
Un verdadero demócrata solamente debe acatar y respetar los fallos de la justicia, así no los comparta, recordemos que: “Dura lex sed lex” “la ley es dura, pero es la ley”, como enseñan a los estudiantes de derecho en sus primeros pasos, la defensa es ante los tribunales de justicia establecidos en el marco del estado social de derecho y el alcalde no debe actuar ni mostrarse ante la opinión pública como un derrotado antes de tiempo, su batalla deber ir hasta el último día que le conceda la ley y por ende debe actuar como lo que es hoy, el alcalde constitucional de Apartadó.
Su actitud apresurada y fuera de tono lo pone en desventada y lo está llevando a cometer errores como los ya citados, lo menos que debe perder es la calma y la cordura.
La dirigencia de Apartadó viene actuando de manera irresponsable hace ya varios años, de las campañas del debate civilizado, de las propuestas futurísticas, mutamos al insulto, la descalificación, los perfiles falsos en redes sociales y a todo tipo de artimañas para llegar al poder.
Solo habían trascurrido horas de hacer viral un video en el que el señor alcalde señalaba a sus presuntos denunciantes, cuando ya uno de ellos estaba en la Fiscalía reportando amenazas y publicando comunicados de prensa en los que lo responsabiliza de lo que le llegue a ocurrir.
No queremos ser aves de mal agüero, pero al paso que vamos estamos muy cerca de presenciar una tragedia de grandes proporciones y luego vendrán las inútiles lamentaciones, estamos a tiempo de acudir al diálogo, no podemos ser tan irresponsable de lanzar por la borda una década de consolidación de la paz a costos muy altos.
Es hora de mostrar si en realidad son líderes del pueblo, a su servicio, interesados en su desarrollo como lo predican en sus campañas o si son simplemente politiqueros al servicio de otros intereses, porque hoy se están desnudando ante la opinión pública, ante sus electores, ante las nuevas generaciones que van copiando su ejemplo y estilo de hacer la política.
Desde esta tribuna hacemos un llamado a la cordura, a la responsabilidad con Apartadó y sus habitantes, todos merecen mejores oportunidades. Si de verdad son dirigentes auténticos del pueblo, deben poner fin de una vez por todas, a tan riesgosos y peligrosos comportamientos.