Pensando en voz alta
La señora Cabal y su séquito se destapó en Medellín al anunciar que Petro no puede terminar los 4 años de mandato popular.
Jaime Bedoya Medina/Opinión/ El Pregonero del Darién
Cuando Turbay regresó de la francachela que durante un mes vivió en Europa, la degradada clase dirigente, empeñada en ofrecer un gran homenaje a su ídolo de barro, sacó del hibernadero al expresidente Alberto Lleras Camargo, una momia viviente, para que le hiciera el discurso de bienvenida.
Después de los saludos de rigor, el expresidente terminó diciendo: “no me solidarizo con todos los actos de su gobierno”, que dejó perplejos a los conmilitones turbayistas, pues, esperaban del santo expresidente, un panegírico para el bandido.
Yo hago mías con matices las palabras de Lleras y digo: no comulgo con todos los procederes del gobierno actual, ni con su modo inconsulto de hacer varias cosas, o su estilo un poco soberbio de actuar. Menos con las excentricidades de esa señora que llaman primera dama, vieja soberbia y derrochona. Pero nadie puede endilgarle a Petro un solo acto de corrupción; tampoco a su guardia “petroriana” de ministros, superindententes y funcionarios del alto gobierno, tan evidente en el pasado.
La derecha aprovecha cualquier error por insignificante que sea para salir lanza, a sabiendas de que son nimiedades frente a los grandes logros que puede exhibir, tanto en Colombia como en el extranjero. Ya no ocultan su compromiso con el golpe de estado.
La señora Cabal y su séquito se destapó en Medellín al anunciar que Petro no puede terminar los 4 años de mandato popular. Qué espera la fiscalía de Barbosa para iniciar el proceso por sedición contra esos señores, por Dios. Como se les acabó el sambenito del castro-chavismo-madurismo-orteguismo-comunismo porque la reforma agraria se está haciendo con predios comprados a sus legítimos poseedores, acuden a un monigote como Barbosa a quien endulzaron con la posibilidad de ser el candidato presidencial de la extrema derecha, pues al fin es “el fiscal mejor preparado de su generación” para que torpedee el proceso de Paz Total.
Barbosa o Babosa, como lo llama el gran columnista Ramiro Bejarano es egresado de la insignificante universidad Sergio Arboleda, cuyo único prestigio se lo dio ese gigante que nos iba a llevar buen puerto antes del Gustavo Petro, el asesinado Álvaro Gómez Hurtado, cuyo magnicidio debemos a las estúpidas FARC que, si lo matan en el 64 cuando trinaba a favor del establecimiento con su famoso eufemismo de “La República Independiente de Marquetalia”, hubieran tenido una explicación histórica contra su acérrimo enemigo.
Pero matarlo cuando ese grande entre los grandes había dado la vuelta y se dio el mea culpa, los desprestigió mucho más de lo necesario y nos dejaron durante mucho tiempo sin esperanzas hasta la llegada de este gigante estadista, mal querido por las élites, pero aclamado por el pueblo y la comunidad internacional.
*Escuchamos al criminal de Venezuela: ganará las elecciones por las buenas o por las malas. Es hora de que el mundo entero, bloquee al ignorante, mal hablado y autócrata, Maduro.
*Ahora resulta que les quedamos debiendo a las FARC. Cínicas.