Desde Chimichagua, Cesar, el presidente Gustavo Petro planteó una disyuntiva crucial para el país: avanzar hacia la paz, el progreso y el desarrollo sostenible o retornar a un pasado caracterizado por la violencia, la inequidad y el despojo de tierras. En su discurso, dirigido a campesinos afectados por el paramilitarismo, el mandatario subrayó la importancia de transformar el campo como parte de un acto de reparación y justicia histórica.

«Un camino hacia la vida, no hacia el terror»

Petro criticó el modelo de seguridad que, según él, priorizó el terror en lugar de garantizar una vida digna para las comunidades rurales. Frente a la entrega de tierras como parte del proceso de reparación, el mandatario cuestionó: “¿Quieren que volvamos allá donde un dictador dictaminó que seguridad era matar a la gente y no hacerla vivir?”.

Con un mensaje de esperanza, Petro destacó que estas tierras, ahora productivas, son una oportunidad para construir un futuro diferente. “¿Volvemos a cultivar la tierra o la dejamos que se convierta en un desierto?”, preguntó, invitando a reconstruir el Cesar desde la agricultura, la energía limpia y la conexión con el mundo.

La mitad de la escalera: avances y desafíos

El presidente comparó el progreso de su gobierno con subir una escalera. “Estamos en la mitad de la escalera”, afirmó, señalando que, aunque se han logrado avances significativos desde 2022, aún queda mucho por hacer. Inspirado por el modelo del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, Petro instó a continuar construyendo un gobierno en el que el poder recaiga en el pueblo.

Sin embargo, advirtió sobre sectores que buscan retroceder y perpetuar prácticas violentas del pasado: “Piensan que el pueblo ha olvidado la noche negra”, refiriéndose a la época en que el campesinado colombiano vivía bajo el terror de grupos armados.

Impunidad y memoria histórica

Petro expresó su solidaridad con las víctimas de masacres y denunció la falta de justicia para los responsables. “No hay justicia para 500 asesinatos de gente humilde en el Norte de Antioquia ni para centenares en el sur del Cesar”, sentenció.

El mandatario hizo un llamado a romper con la impunidad, citando casos emblemáticos como el de Carlos Arturo Marulanda, exembajador acusado de vínculos con el paramilitarismo, y otros hacendados que, según él, dieron órdenes para masacres.

Un futuro colectivo

Cerrando su intervención, el presidente reiteró su compromiso con un cambio estructural liderado por el pueblo colombiano. “Yo ahí acompañaré, no para otro gobierno de Petro, no. Para otro gobierno del pueblo, sí”, enfatizó, dejando claro que el camino hacia la paz y la equidad sigue siendo su prioridad.

Con esta declaración, Petro deja en manos de los colombianos la decisión de construir un país basado en la justicia y el desarrollo o regresar a un pasado de exclusión y violencia.

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El Congreso de Colombia avanza en la aprobación de la nueva reforma a la salud impulsada por el Gobierno de Gustavo Petro. Con 21 artículos ya aprobados de los 58 propuestos, esta iniciativa busca transformar el actual sistema basado en las Entidades Promotoras de Salud (EPS) hacia un modelo que promueva una mayor eficiencia y acceso equitativo a los servicios de salud. Aunque enfrenta desafíos políticos, el Gobierno ha decidido proceder sin modificaciones de mayorías, priorizando la Cámara de Representantes, donde cuenta con apoyo significativo.

Objetivos de la Reforma y Contexto Actual

Desde su creación en 1993, el sistema de salud en Colombia ha funcionado bajo un modelo de aseguramiento a través de las EPS, entidades que gestionan y administran los recursos destinados a los servicios de salud. Sin embargo, el sistema ha sido objeto de críticas por su ineficiencia y falta de cobertura, especialmente en áreas rurales. Con esta reforma, el Gobierno busca superar los problemas estructurales del modelo actual y crear un sistema más justo y accesible.

Estructura Propuesta para las Nuevas «Gestoras de Salud y Vida»

Una de las modificaciones más importantes de la reforma es la eliminación de las EPS como administradoras de los recursos de salud. En su lugar, se propone la creación de «Gestoras de Salud y Vida», entidades que coordinarán las redes de servicios de salud en vez de manejar los fondos. A diferencia de las EPS, estas Gestoras no funcionarán como aseguradoras y recibirán un porcentaje del presupuesto estatal, dependiendo de los resultados y eficiencia en el servicio.

Las Gestoras auditarán los servicios prestados, asegurando que solo se facturen los procedimientos necesarios. Este modelo pretende erradicar las prácticas actuales en las que algunas EPS priorizan la reducción de costos y la maximización de utilidades, lo que ha provocado deficiencias en la calidad de la atención y un número creciente de entidades en quiebra.

Cambios en la Atención Primaria

La atención primaria es uno de los ejes centrales de esta reforma. El Gobierno planea crear los Centros de Atención Primaria en Salud (CAPS), los cuales brindarán atención básica a los ciudadanos en sus comunidades. Estos centros actuarán como el primer punto de contacto para los pacientes, y si es necesario, realizarán remisiones a hospitales y clínicas con mayor capacidad. El objetivo es construir un sistema de salud integral en el que los CAPS sean la puerta de entrada al sistema de salud, con el respaldo de las Gestoras y las autoridades de salud locales.

El Rol de los CAPS en el Nuevo Modelo de Salud

Los CAPS estarán en constante colaboración con las Gestoras y las secretarías de salud municipales y departamentales para garantizar una red integrada de servicios de salud. Además, el Gobierno asegura que estos centros estarán equipados y capacitados para brindar servicios esenciales y prevenir enfermedades. Este cambio no solo busca mejorar el acceso, sino también fortalecer la prevención y reducir la presión en hospitales y clínicas.

Administración de Recursos a través de ADRES

Otro aspecto fundamental de la reforma es la administración de los recursos financieros. La Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (ADRES) concentrará todos los fondos provenientes de los aportes de trabajadores y empleadores, además del presupuesto estatal asignado a salud. Esta entidad será la responsable de realizar los pagos directos a los prestadores de servicios de salud, eliminando así la intermediación de las EPS.

Efectos Esperados de la Centralización de Recursos

La centralización de los recursos en ADRES busca mejorar la transparencia en la distribución del presupuesto de salud y garantizar que los fondos se destinen a servicios de calidad. Se espera que esta administración directa elimine las barreras económicas y evite el desvío de recursos, asegurando una mayor equidad en el acceso a los servicios de salud.

Obstáculos y Resistencia Política

A pesar de los avances, la reforma enfrenta oposición en varios sectores políticos. Algunos líderes de la oposición han anunciado que presentarán una demanda ante la Corte Constitucional, argumentando que la reforma podría vulnerar el derecho fundamental a la salud. El Gobierno ha optado por no tramitar la reforma como ley estatutaria, lo que hubiese requerido una mayoría especial en el Congreso, sino como una ley ordinaria, comenzando su discusión en la Cámara de Representantes, donde cuenta con apoyo. Sin embargo, se prevé una fuerte resistencia cuando el proyecto retorne a la Comisión Séptima del Senado.

Aunque el proyecto ha sido ajustado para reducir su extensión en comparación con el intento anterior, los principios y objetivos del Gobierno siguen siendo los mismos: construir un sistema de salud accesible y eficiente, capaz de cubrir las necesidades de todos los ciudadanos, sin importar su lugar de residencia o condición socioeconómica.

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