Opinión

Una nueva era ha llegado

Sembrar en un mundo de engaño e indiferencia ha sido difícil, por fortuna, un nuevo espíritu nos ha señalado que no todo está perdido.

Juán Fernando Uribe Duque/Opinión/ El Pregonero del Darién

En el llamado «Sindicato del Pasado» quieren continuar con el país que crearon: un estrecho cordón suburbano de fincas, industrias dependientes de multinacionales, centros comerciales dedicados al contrabando, casinos, latifundios improductivos, cultivos y minería ilícita. Un feudalismo de barones y ejércitos mafiosos, masacres, secuestros y guerra

El Progresismo quiere destruir todo eso, y crear un país incluyente, autoabastecido, con sentido nacional y en paz.

La realidad política ha mostrado una vitrina por desgracia muy difícil de erradicar: la corrupción, sin embargo, el presidente está logrando conformar un grupo de colaboradores, principalmente mujeres honestas, competentes y comprometidas que contengan el fenómeno y lleven al país por la senda del desarrollo. Los errores al principio de su gobierno los ha aceptado  y haciendo un pacto con los verdaderos protagonistas del poder, tratará en estos dos años antes de las próximas elecciones, de convencer a un país con un claro índice de analfabetismo político, de que sus reformas convienen a todos en especial a la clase trabajadora que entenderá,  que los empresarios no son sus enemigos ni sus explotadores, lo mismo ocurrirá con los patronos quienes también han de saber que, con mejores salarios y buenas condiciones laborales, la productividad aumentará y por lo tanto sus ganancias y el bienestar para todos; única forma en la que el joven de la clase popular se salvará de la influencia del narcotráfico que le cerró el futuro y le hizo enemigo del trabajo honesto. Ese desastre ideológico debe empezar a ser conjurado con el ejercicio de los programas de recuperación del joven vulnerable que por desgracia es entendido por la oposición como la confirmación de los “colectivos delincuenciales» de una supuesta “primera línea”. Pero es todo lo contrario, pues con la redención laboral y educativa de estos muchachos, la causa de las protestas que generaron el estallido social del 2021, habrán terminado y a la par del advenimiento de la paz mediante pactos de sometimiento y justicia con los grupos al margen de la ley, la consolidación de una vida barrial hará que otra vez un tejido social se reconstruya y la familia recupere su eje fundamental.

Obras y logros sociales se imponen y es también de la mano del sector financiero – pilar básico de la economía-, en donde radica la solución. La SAE y otras entidades están logrando la compra de tierras para que el campesino vuelva a sembrar, y ese 9% de aumento en la producción agrícola es claro índice de que las cosas por fin van por buen camino a la par de los otros índices relacionados con el viraje positivo de una nueva economía descarbonizada atendiendo a la ineludible realidad de la amenaza de un cambio climático que hace que nos despertemos sofocados de calor, mientras llueve a cántaros, o que nos sorprendamos como lo hicieron en Dubái con temperaturas de casi 50 grados que derritieron los cables y después produjeron inundaciones que estropearon sus islas artificiales. Incendios, tormentas y sequías, amenazas de hambrunas o ciudades sitiadas como Bogotá por falta de agua, son noticia todos los días.

No existe otra posibilidad, la economía basada en el extractivismo y la renta por venta de recursos fósiles como el carbón y el petróleo, ya pasó. Es por ello que Ecopetrol está dando con éxito el viraje a la producción de energías limpias ante la baja demanda internacional de petróleo, así aún le queden abundantes reservas durante 35 años dado el compromiso de explotación de los contratos vigentes.

La sorprendente interacción entre el director de la Asociación Bancaria John Malagón -un joven inteligente y desfachatado- con el presidente Petro más que un espectáculo de genialidad y amor por Colombia, fue una puesta en escena de las posibilidades de colaboración por parte del sector financiero para sacar de la postración a un país que de seguir como la vieja usanza quiere, no tiene futuro y su viabilidad solo se dará en términos de saqueo y destrucción de no hacer un cambio urgente para conservar sus ecosistemas fortaleciendo un proyecto de desarrollo en un marco de respeto e inclusión. John Malagón con todo el desparpajo que da la inteligencia de alguien que ha entendido que es ahora o nunca el momento de intervenir, ha aceptado el reto del gobierno  y estudiará con los comités bajo su dirección, la sugerencia del presidente de que el Estado sea beneficiario de un préstamo para favorecer las entidades de crédito popular a muy bajo interés,  con la confianza de que, de esta forma, la economía popular logrará por fin despegar como principal reglón de desarrollo a la par del turismo y la agricultura con la entrega de tierras y la ansiada sustitución de cultivos, por ahora empañada por la guerra con las disidencias narcotraficantes.

De otro lado, la Fiscalía y el enfermo aparato judicial siguen con las investigaciones de la gran corrupción y sus protagonistas, absorbiendo componendas, amenazas y nuevos escándalos muchos cercanos al presidente, quien aún no sale del asombro por los dinerales que se robaron gentes en las que confió, como colofón caricaturesco de contratos ficticios, elefantes blancos y pelafustanes llevando en camiones y camionetas tulas cargadas de dinero – cuando no cocaína incluso protegida por escoltas pagados por el Estado-

Sembrar en un mundo de engaño e indiferencia ha sido difícil, por fortuna, un nuevo espíritu nos ha señalado que no todo está perdido, y que aún es posible arar en nuevos surcos con una generación de hombres y mujeres que creen en Colombia.

Todo está servido, y con el triunfo de Claudia Sheinbaum en México, el paso a un nuevo mundo se da de la mano del conocimiento y el amor. Es simple, una nueva era ha llegado. Tiene que llegar, de lo contrario, seguiremos creyendo en sociópatas y en genocidas, que aún quieren llenar más de pobreza y dolor al mundo.

Wilmar Jaramillo Velásquez

Comunicador Social Periodista. Con más de treinta años de experiencia en medios de comunicación, 25 de ellos en la región de Urabá. Egresado de la Universidad Jorge Tadeo Lozano

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