Venezuela Madura
A María Corina no le gusta escuchar que en el país las cosas empiecen a ir mejor. Para la oposición es cuestión de ubicarse en los negocios y obtener ganancias.
Juán Fernando Uribe Duque/Opinión/ El Pregonero del Darién
Todos preguntan qué pasará con Maduro. De llegarse a comprobar un fraude con una veeduría internacional convencida, el panorama es funesto y tendría que renunciar, pero… ¿Lo hará? De no comprobarse nada y quedar en la mera manipulación de María Corina y su derecha desesperada, Maduro iniciará su tercer periodo con el apoyo de un poco más de la mitad de la población que, quiérase o no, lo apoya y vive ya un inicio de prosperidad toda vez que muchas multinacionales quieren afincar sus negocios en el país, incluso los más prósperos empresarios colombianos ya están en conversaciones avanzadas para instalar sus sucursales en la nación hermana: Nutresa es una de ellas, y aunque con mayoría árabe, Jaime Gillinsky -al igual que el Grupo Santodomingo- pretenden hacerle competencia a la Polar venezolana. Los estudios dicen que el país sale de su crisis, pues ya empieza a ceder el bloqueo y las sanciones comerciales; la inflación este año ronda por el 1.4 – la más baja en trece años-, y el exilio comienza a regresar.
A María Corina no le gusta escuchar que en el país las cosas empiecen a ir mejor. Para la oposición es cuestión de ubicarse en los negocios y obtener ganancias, pero parece que sus intereses no tienen las características de beneficio social que el gobierno actual, exige. ¿Qué hay corrupción? ¡Díganos a nosotros los colombianos expertos en el arte del disimulo y el saqueo!
El presidente Petro ha sido enfático y espera el resultado de la veeduría internacional la cual exige un análisis minucioso lejos de toda parcialidad política ¿Lo lograrán? Es la pregunta que todos nos hacemos. Mientras tanto Venezuela arde, pero parece que ese fuego no tiene la contundencia de un movimiento social determinante: son meras expresiones vandálicas con tendencia a diluirse. La rebelión de los militares parece que son falsas noticias, rápidamente desmentidas dada la situación de bienestar con que el régimen mantiene al ejército.
En definitiva, en Venezuela la oposición representada por María Corina Machado, carece de verdaderos líderes: no los hay, y este solo hecho augura una pronta extinción de todas las protestas, que, de seguir, serán prontamente sofocada por las fuerzas chavistas.
Triste realidad la del país hermano: creyeron que toda la vida irían a vivir de los subsidios del petróleo, pero estos prácticamente se extinguieron por el bajo precio del crudo, el desmedro administrativo y la dependencia tecnológica de los países que contribuyeron al bloqueo y las sanciones; sumado a esto la corrupción de una burocracia estatal y la carencia de una mano de obra mucha de ella en el exilio -siete millones-, configuran una trágica realidad.
¿Caerá el régimen de Maduro? ¿Pasará la dictadura chavista, como pasó la de Marcos Pérez Jiménez, Juan Vicente Gómez o Cipriano Castro? o ¿Volverá el país a ser administrado por los grandes intereses comerciales que enriquecieron a unos, dejando a millones en la pobreza y el abandono?
Muchos tenemos la imagen de una Caracas surcada por grandes autopistas y autos último modelo; la ciudad de las grandes orquestas y famosas telenovelas que en la adolescencia nos hicieron conmover. Pero lo que no sabemos, es de la pobreza que se vive en el Petare y todas las barriadas que siempre añoraron las bondades de ese petróleo que se convirtió en tirano partiendo al país en dos.
Si Chaves y Maduro trataron de cerrar la brecha – bajo la sombra del narcotráfico y la corrupción-, María Corina y su gente llegaron para impedir tal osadía.
Esperemos. Un fraude con el 70% de los votos en contra como lo afirma María Corina, es imposible de mantener.