La COP16<\/strong>
La Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biol\u00f3gica (COP16) es el espacio de discusi\u00f3n y toma de decisiones establecido por Naciones Unidas (NU), para abordar problemas apremiantes como el cambio clim\u00e1tico, la p\u00e9rdida de biodiversidad, la conservaci\u00f3n de ecosistemas y la defensa de las personas dedicadas a su protecci\u00f3n. Reconociendo que existen relaciones de desigualdad extrema, actividades que sobreexplotan las capacidades de la naturaleza y que plantean la necesidad de mejorar la relaci\u00f3n, entre los humanos y los ecosistemas.<\/p>\n\n\n\n
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La biodiversidad se agota poco a poco, las metas al 2030 son como las de un ej\u00e9rcito en retirada, mientras la poblaci\u00f3n mundial crece, la naturaleza se destruye y el calentamiento aumenta hasta el d\u00eda cuando los ecosistemas no aguanten m\u00e1s y todo acabe. Un llamado urgente<\/strong>
Cuatro son las apuestas priorizadas:<\/strong>
Generar una visi\u00f3n que refleje coherencia intersectorial en la planificaci\u00f3n y gesti\u00f3n territorial conjunta en \u00e1reas preservadas y transformadas. En Colombia, a pesar de las pol\u00edticas, los resultados no son ni los esperados ni los deseados.
La econom\u00eda debe reconocer y comprender la importancia de la biodiversidad para su propio funcionamiento y prosperidad. En Colombia, no se ha entendido y la biodiversidad es arrasada.
Contener el da\u00f1o a la biodiversidad, atendiendo las causas que est\u00e1n ocasionando su p\u00e9rdida. En Colombia son el conflicto armado, la criminalidad organizada, el extractivismo y los combustibles f\u00f3siles.
Gobernanza y movilizaci\u00f3n de recursos para el bienestar de los grupos \u00e9tnicos y comunidades locales. En Colombia son marginados, maltratados, violentados y explotados.
Esta COP16 ser\u00e1 la primera tras la adopci\u00f3n del Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal en la COP15 (2022), que defini\u00f3 metas claras al 2030:
Conservar el 30 % de las zonas terrestres, marinas y costeras del mundo.
Restaurar el 20 % de los ecosistemas degradados de agua dulce, marinos y terrestres.
Reducir a la mitad los nutrientes perdidos en el medio ambiente y en dos tercios las sustancias qu\u00edmicas perjudiciales.<\/p>\n\n\n\n
Minimizar el impacto del cambio clim\u00e1tico con soluciones basadas en la naturaleza.
Aumentar en 200.000 millones de d\u00f3lares los recursos internacionales para los pa\u00edses en desarrollo.
Antes de la COP16 los pa\u00edses participantes han presentado la actualizaci\u00f3n de sus Estrategias y Planes de Acci\u00f3n Nacionales sobre Biodiversidad, para revisar las metas trazadas en la COP15 y redefinir metas espec\u00edficas hacia 2030 y m\u00e1s all\u00e1. Sin embargo, la conservaci\u00f3n debe hacerse mediante una transici\u00f3n multisist\u00e9mica justa, que incluya un cambio tecnol\u00f3gico sostenible, energ\u00edas renovables no convencionales, procesos de reindustrializaci\u00f3n sostenibles, justicia social y un viraje hacia la desmaterializaci\u00f3n.
No son cambios parciales, segmentados y desconectados los que har\u00e1n posible defender la biodiversidad y con ello la vida. Se requieren cambios intersectoriales, multisist\u00e9micos, complejos, y al tiempo. Es un movimiento entre sociedad, gobiernos, organismos internacionales, empresarios, emprendedores, investigadores, innovadores y educadores, y de pol\u00edticos que deben reinventarse porque la corrupci\u00f3n, la incapacidad, los intereses personales inmediatos y la ilegalidad, los atraves\u00f3.<\/p>\n\n\n\n![\"\"](\"https:\/\/elpregonerodeldarien.com\/wp-content\/uploads\/2024\/10\/1.-Rio-Magdalena-1024x768.jpg\")
Cambio global por la biodiversidad<\/strong>
Aunque las investigaciones cient\u00edficas, la movilizaci\u00f3n ciudadana y las voces de organizaciones independientes e internacionales han alzado su rechazo al modelo de crecimiento capitalista insostenible, este sistema sigue su curso. En nombre del crecimiento del PIB y del consumismo ilimitado, presentado como sin\u00f3nimo de \u201clibertad, democracia y bienestar\u201d, se ignoran la p\u00e9rdida irreparable de biodiversidad y los graves efectos del mercado descontrolado, que nos acerca cada vez m\u00e1s a un mundo inviable para la vida.
Ha transcurrido m\u00e1s de medio siglo desde el informe de los\u202f\u201cL\u00edmites del crecimiento\u201d\u202fdel Club de Roma. En t\u00e9rminos reales, a pesar de la magnitud de la informaci\u00f3n producida, y de ingentes esfuerzos por formar conciencia para un uso racional que no destruya la biodiversidad y al tiempo proteger el medio ambiente, continua pendiente pensar modelos de crecimiento sostenible innovadores racionalmente aceptables, porque todos los d\u00edas se pierden batallas puesto que el mundo no quiere entender que es necesaria otra sociedad, otra econom\u00eda, otra ciencia, otra cultura, otra pol\u00edtica, otros territorios, otras ciudades, otras instituciones que no sea el crecimiento infinito en un planeta finito en recursos por lo cual la defensa de la biodiversidad no es negociable.
La\u202fnaturaleza\u202fresiste
Si las investigaciones cient\u00edficas serias fueran escuchadas, la humanidad estar\u00eda en las calles exigiendo cambios. Sin embargo, los avances\u202ftecnol\u00f3gicos solo sirven para desacelerar la tasa de residuos t\u00f3xicos que van a la atm\u00f3sfera a da\u00f1ar el medio ambiente sin resolver las causas del calentamiento global. Esto se debe a la falta de un cambio pol\u00edtico y cultural que transforme el sistema econ\u00f3mico destructivo.
Las fuentes de agua dulce se agotan, en especial en la franja ecuatorial. La Amazonia y las selvas del Pac\u00edfico se adelgazan, y el r\u00edo Amazonas, en su paso por Colombia y Per\u00fa, apenas conserva un 10 % de su caudal. Esto ocurre por una combinaci\u00f3n de deforestaci\u00f3n, calentamiento global y cultivos comerciales que Brasil impulsa tras destruir millones de hect\u00e1reas.<\/p>\n\n\n\n
Los abanderados del desarrollo sostenible, los progresistas, algunos verdes, los de la desmaterializaci\u00f3n, hasta ahora han sido \u201cderrotados\u201d por los\u202f\u201coptimistas y tecn\u00f3fobos\u201d\u202fdefensores del crecimiento a ultranza, y por los miles de millones de habitantes ahogados en el consumismo. Las metas trazadas en la COP 15 as\u00ed lo evidencian, cuando aluden a conservar el 30 % de las zonas terrestres, marinas y costeras en el mundo, y restaurar el 20 % de los ecosistemas de agua dulce, marinos y terrestres degradados.<\/p>\n\n\n\n
La sociedad desmaterializada<\/strong>
El consumismo, n\u00facleo central del neoliberalismo, ha llevado a la sociedad a subvalorar su inteligencia y condici\u00f3n humana, mientras medios de comunicaci\u00f3n, empresas y acad\u00e9micos perpet\u00faan el crecimiento destructivo. La educaci\u00f3n, por su parte, forma consumidores funcionales que alimentan el ciclo del consumo ilimitado.
Es urgente una destrucci\u00f3n creativa sostenible, reemplazando productos innecesarios y contaminantes por innovaciones verdaderamente sostenibles. La ciencia y la tecnolog\u00eda deben orientarse hacia un prop\u00f3sito global: la defensa de la biodiversidad y la vida.<\/p>\n\n\n\n
Colombia, un modelo de lo que no debe ser<\/strong>
Colombia, dependiente de poderes externos y marcada por el extractivismo, es un ejemplo de las consecuencias de un modelo econ\u00f3mico insostenible. Las guerras internas han cobrado miles de vidas, mientras la dirigencia sigue capturando tierras y recursos del Estado sin pensar en el futuro. Los partidos pol\u00edticos son un reflejo de una sociedad fallida, como lo afirmaron Acemoglu y Robinson, en 2016, Premio Nobel de Econom\u00eda en 2024.
La inequidad y la injusticia social definen a Colombia, cuyo sistema educativo es deficiente, y donde los poderosos no tienen inter\u00e9s en cambiar el modelo ni en proteger la biodiversidad.<\/p>\n\n\n![\"\"](\"https:\/\/elpregonerodeldarien.com\/wp-content\/uploads\/2024\/10\/Jaime_Acosta_Puertas_RazonPublica.jpg\")
Como se\u00f1ala Laura Quintana en Espacios Afectivos (Herder, 2023), \u201cLas cadenas de suministro asumen los recursos naturales como disponibles, mientras que para las comunidades afectadas son agentes vitales con los que han tejido una existencia\u201d. En Colombia, el extractivismo f\u00f3sil ha dejado su huella destructiva en regiones como el Cesar, La Guajira y el Magdalena Medio.
El cambio debe venir tanto desde dentro como desde fuera. Hay que movilizarse para detener la destrucci\u00f3n ambiental y construir un futuro sostenible.
Es hora de que las artes, el conocimiento y la tecnolog\u00eda se pongan al servicio de la sociedad, m\u00e1s all\u00e1 del consumo y del crecimiento sin control. Nunca ha habido mejores condiciones para una revoluci\u00f3n hacia sociedades sostenibles.<\/p>\n\n\n\n\n