Crónicas del Camino archivos - El Pregonero del Darién https://elpregonerodeldarien.com/category/cronicas-del-camino/ Periodismo con Responsabilidad Sun, 14 Jul 2024 18:26:37 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.5.5 https://elpregonerodeldarien.com/wp-content/uploads/2024/02/cropped-SolPregoneroRecurso-1.png Crónicas del Camino archivos - El Pregonero del Darién https://elpregonerodeldarien.com/category/cronicas-del-camino/ 32 32 228805209 El invierno le decretó tregua a la poesía https://elpregonerodeldarien.com/el-invierno-le-decreto-tregua-a-la-poesia/ Sun, 14 Jul 2024 18:22:09 +0000 https://elpregonerodeldarien.com/?p=7031 Crónicas del Camino/Wilmar Jaramillo Velásquez/enviado especial El Pregonero del Darién El intenso invierno que azotaba el país dio paso a la poesía y de la noche a la mañana el sol se asomó de nuevo en el horizonte, firme y airoso como para iluminar el cielo de los poetas que desde distintos rincones del mundo …

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Crónicas del Camino/Wilmar Jaramillo Velásquez/enviado especial El Pregonero del Darién

El intenso invierno que azotaba el país dio paso a la poesía y de la noche a la mañana el sol se asomó de nuevo en el horizonte, firme y airoso como para iluminar el cielo de los poetas que desde distintos rincones del mundo llegaron a Medellín a cumplir con la cita número 34 del icónico Festival Internacional de Poseía.

Instalación del Festival Internacional de Poesía en Medellín

El teatro al aire Libre Carlos Vieco, en las estribaciones del Cerro Nutibara fue dispuesto al público desde temprano este sábado 14 de julio, como siempre con una logística impecable, para dar apertura al certamen que en esta versión reúne a 80 poetas de 40 países y que incluye además 75 actividades diversas, todas con entrada libre y sin que ningún invitado tenga que pagar un solo peso. El arte a disposición de la humanidad, sin disculpas para no asistir.

El Festival dirigido por el poeta Fernando Rendón, fue convocado bajo la consigna: “Canto de Amor del Planeta-Joven Poesía del Mundo”

La académica María Ángela López de España

Bajo un cielo y un atardecer propios de poetas, inspiradores al canto universal, llegaron los discursos, la instalación y un rosario de poemas que se fueron fundiendo con el anochecer y el fondo musical de la guitarra del compositor y cantante de la República Popular China, Su Yang, sus versos sonoros con ecos de cielo, mar y tierra.

Rompieron el cielo del emblemático teatro Carlos Vieco los poemas del colombiano, Carlos Vásquez, profundos como el océano, de la sudafricana, MoAfrica Wa Mokgathi, de Alexander Selimov de la Federación Rusa, la dulzura de la académica María Ángela López de España, Jorge Wallace de Estados Unidos y Murad Sudani de Palestina.

Jorge Wallace de Estados Unidos

Como una Torre de Babel en confusas lenguas, la poesía fluía con la luz de los traductores que nos conducían entre verso y verso, rompiendo las cadenas del lenguaje. La poesía es un solo idioma.

Entre tanto, un público que sabe donde está y a qué asiste, degustaba uno a uno cada párrafo, cada sílaba, cada fragmento, cada sonido que se esparcía por los aires del viejo teatro y que se elevaban al cielo exclusivo de los poetas. El Olimpo antioqueño que abraza las delegaciones del mundo, que nos cubren con la paz de sus versos, sus rimas y sus décimas.

Poema colectivo:

Poema de DH. Lawrence dispuesto para leer en colectivo durante la ceremonia inaugural del Festival:

El Corazón Humano:

Existe otro universo, el corazón humano

del que nada sabemos, al que no sabemos explorar

Una extraña distancia gris separa

nuestra débil mente quieta del pulsante continente

del corazón del hombre.

Los precursores apenas han desembarcado en las costas

y ningún hombre, ninguna mujer conoce

el misterio del interior

cuando aún más oscuros que el Congo o el Amazonas

fluyen los ríos del corazón con plenitud deseo y penuria.

Público asistente

Acto inaugural

“Los poemas han servido como escudo ante la violencia, la gente es mejor a partir del contacto con la poesía, a partir de su propia experiencia poética y en su propia vida a través de la poesía”, dijo Fernando Rendón, director del Festival, durante la apertura del certamen.

“La poesía ha sido respuesta a las guerras, al dolor y la destrucción humana, así que desde Colombia abrazan la causa del pueblo palestino” agregó.

Por su parte la ministra de las culturas, las artes y los patrimonios de los pueblos de Honduras, Anarella Vélez, invitada especial a la versión 34 del Festival de Poesía en Medellín, resaltó los valores que sostienen e impulsan el Festival al promover la coexistencia, el aceptamiento y el intercambio entre culturas.

Banderas palestinas

Causa palestina

Uno de los actos más emotivos vividos durante la apertura del Festival fue el momento en que el poeta y activista palestino Murad Al-Sudani hizo su presentación, al fondo del teatro algunas banderas palestinas ondeaban, al igual que mensajes exigiendo parar el genocidio en Gaza.

El poeta con una mano en su corazón y la otra izada en dirección a las banderas y al público, agradeció el gesto de solidaridad con su pueblo, al tiempo que al fondo los presentes gritaban consignas en favor de esta causa y cantaban… Libre Palestina del río hasta el mar…

Rechazo al genocidio palestino

La noche fue llegando con sus sombras, la primera jornada había terminado, pero era apenas el preámbulo de una programación que se extiende hasta el 20 de julio, que llevará talleres, conferencias y desde  luego poesía por diferentes sectores populares  de Medellín, la poesía es del pueblo, al arte le pertenece al pueblo, hay que sacarlos de los encumbrados escenarios y llevarlos a la comuna, al barrio donde ayer cuando nació este festival lo dominada la muerte y donde hoy renace la esperanza, florece la vida. La naturaleza se sumó al festival declaradlo una tregua entre las interminables lluvias.

Murad Al-Sudani, poeta palestino invitado al 34 Festival Internacional de Poesía en Medellín

Un sueño lluvioso

¿Acaso eres una pastora en tierra firme

a quien siguen rebaños de nubes

y sueños frondosos

¿o tu tristeza es una casa cuyo techo ha sido bombardeado

por la separación… y sus ventanas están despojadas

igual que las puertas de mi corazón?

¿O será que mis tiempos se han ido?

y la noche tiembla

¿O esperabas penetrar la noche en la jaula de la visión?

escribiendo sobre las paredes una canción, cuyas estrofas lloran

entonces la cuerda se volvió más solitaria

y sus amantes se ido dispersando

O sueñas un tiempo sin límites…

y el viento cerca de mi sangre se desnuda y se oculta,

o tu eres un verano

y la lluvia nunca te ha soñado.

(Murad Al-Sudani, poeta palestino invitado al 34 Festival Internacional de Poesía en Medellín)

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El hierro hecho arte https://elpregonerodeldarien.com/el-hierro-hecho-arte/ Fri, 14 Jun 2024 22:16:22 +0000 https://elpregonerodeldarien.com/?p=6209 Crónicas del Camino por: Wilmar Jaramillo Velásquez-para El Pregonero del Darién Manuel Jesús Domínguez Unigarro heredó de sus tíos en Pasto, la capital del departamento de Nariño, el arte de moldear, figurar el hierro, hasta transformar simples varillas de hierro en obras de arte que adornan puertas y ventanas de personas de gusto, un poco …

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Crónicas del Camino por: Wilmar Jaramillo Velásquez-para El Pregonero del Darién

Manuel Jesús Domínguez Unigarro heredó de sus tíos en Pasto, la capital del departamento de Nariño, el arte de moldear, figurar el hierro, hasta transformar simples varillas de hierro en obras de arte que adornan puertas y ventanas de personas de gusto, un poco refinadas.

Ya son 45 años dedicados a este oficio, al que le pone corazón y vida, habla de sus obras con orgullo, con firmeza, muy seguro de lo que hace, a propósito, un arte en vía de extinción, como los talladores de madera tan famosos en Pasto, pues los jóvenes no quieren seguir las tradiciones de sus padres.

Arte de Pasto para Urabá

Manuel de Jesús estudió hasta tercer año de bachillerato y se terminó de graduar en la universidad de la vida, empíricamente y con la escuela de sus tíos aprendió con lujo de detalles el arte de la ornamentación artística. También mezcla hierro y cemento.

A Urabá, específicamente al municipio de Carepa, llegó como misionero gnóstico por un periodo de un año. En diciembre de este año, nuevamente alzará vuelo con sus herramientas, su arte y su conocimiento a otro lugar, a donde la asigne su misión.

En Carepa se instaló en Mallas y Mallas, un establecimiento frente a la Terminal de Transportes, allí funciona su equipo de trabajo, unas finas herramientas importadas, mezcladas con la tradicional fragua que aún funciona con carbón y un ventilador, en la cual los hierros son calentados para hacerlos dóciles y funcionales a la hora de doblarlos y figurarlos, hasta convertirlos en arte puro.

De allí, de esa forja que suma sus altas temperaturas con las propias de esta región, salen los hierros y las láminas al rojo vivo para que las manos laboriosas y creadoras de este artesano las transforme en geniales piezas de la decoración, algunas de ellas mezcladas con cemento.

Salen espejos, lámparas, manijas para puertas de madera y metálicas, faroles, candelabros y las tradicionales puertas, rejas y ventanas.

Don Manuel de Jesús dice que uno de los productos más requeridos por sus clientes en Carepa, son las manijas para puertas, piezas que realiza con esmerado cuidado y unos acabados únicos, le gusta que el comprador no se lleve simplemente una manija, sino una obra de arte, duradera, pero sobre todo que quede a gusto.

Estufas de leña

Sin lugar a dudas el producto estrella de este artista de la fragua y el hierro, son sus estufas de leña, un novedoso y curioso artefacto de hierro y lámina para la cocción de alimentos en tiempo récord , la cual conserva el fuego, ahorrando combustible, además de ser portátiles, se pueden llevar a los típicos paseos de olla, son muy livianas y funcionales, fuera de consumir muy poca leña, prácticamente pequeños trozos que regularmente son desechados en las carpinterías.

En la casa se pueden utilizar cómodamente en un patio o un balcón, cuando se quiera preparar un almuerzo típico con leña y en familia, para no perder las tradiciones.

De Pasto para Urabá, arte puro, pasado por los procesos más antiquísimos, siguiendo el viejo camino trazado por los herreros, utilizando carbón y hierro y unas manos laboriosas, dotadas de gran ingenio y paciencia creadora, un artista modesto, sencillo, que no presume de nada distinto a ver fijada su obra en los hogares de clientes felices por lo que pagaron.

A don Manuel de Jesús no lo amilana el calor, ni el que le proporciona el sol propio de Urabá, ni mucho menos el que recibe de su forja con sus carbones a todo timbal, para dejar los hierros al rojo vivo antes que con cinceles y martillos comiencen su transformación.

Así nacen sus obras de arte, que luego de un cuidadoso proceso de acabado terminan embelleciendo diferentes lugares en el hogar.

En diciembre termina la misión de este artesano en Urabá y otro lugar de la patria lo acogerá como buen peregrino, pero muchas piezas de su creación se quedarán como prueba de su paso por esta región, como para decir que valió la pena haber pisado estos territorios.

Las personas interesadas en contactar a este personaje se pueden comunicar a su celular: 3166491250.

Manos laboriosas que crean y transforman

Urabá/junio-2024.

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Hago de todo, menos robar https://elpregonerodeldarien.com/hago-de-todo-menos-robar/ Mon, 27 May 2024 19:13:46 +0000 https://elpregonerodeldarien.com/?p=5739 Crónicas del Camino/ Wilmar Jaramillo Velásquez/Para El Pregonero del Darién Diego Escalante Muñoz era un niño cuando una de sus hermanas lo trajo de su natal Riosucio en el departamento de Caldas a Urabá, en busca nuevas oportunidades. De eso hace ya 38 años. “Era el año 1976, el bus tardó 18 horas de Medellín …

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Crónicas del Camino/ Wilmar Jaramillo Velásquez/Para El Pregonero del Darién

Diego Escalante Muñoz era un niño cuando una de sus hermanas lo trajo de su natal Riosucio en el departamento de Caldas a Urabá, en busca nuevas oportunidades. De eso hace ya 38 años.

“Era el año 1976, el bus tardó 18 horas de Medellín a Apartadó, tenía doce años, recuerdo que, por esa época, la fumigación a las plantaciones bananeras, la hacían en un helicóptero pequeño al que le decían “El Grillo”, le adaptaban unos tubos de PVC y por ahí salían los químicos” relata tranquilo y sereno mientras hace la siesta en una cafetería de Carepa, luego de la hora del almuerzo.

Diego Escalante no la tenido fácil en su vida, comenzó a trabajar a los ocho años, cargando maletas, quedó huérfano siendo un niño, el rebusque por la supervivencia lo llevó a realizar múltiples oficios, vendedor callejero de chuzos y papas guisadas.

Fue ayudante de lavador de oro, obrero en Corpourabá, guardián de presidios, construye pozos de aguas profundas, ha sido celador, mesero, cantor y compositor, incluso llegó a participar en un concurso llamado Protagonistas de la Canción en una emisora local, con un tema de su autoría titulado “El Agalludo” también perfora orejas y coloca aretes, pintor, electricista, repara lavadoras, es fotógrafo, cose zapatos. “Hago de todo lo que sea honradamente, no le camino a nada ilegal” sigue relatando.

Su vehículo

Hace doce años diseñó un triciclo para dedicarse a la venta de publicidad móvil, incluyendo perifoneo, le decían que estaba loco. “Con esa locura me consigo la comida de la familia con tres hijos incluidos” cuenta orgulloso de su oficio.

En su flamante vehículo recorre las calles de Carepa promocionando negocios, aunque cada día la clientela es menos, las redes sociales le han propinado un duro golpe al negocio, pero él no es hombre de derrotas, todos los días sale a pedalear por la vida, por el sancocho de su familia. Su optimismo es desbordante, contagioso.

Diego Escalante Muñoz, durante la siesta del medio día.

Para reforzar los ingresos diversifica el negocio, cuando no hay fotos que tomar, ni orejas que perforar o nuevos negocios para anunciar, entonces vende chicha, néctar de uva y hasta afrodisiacos para hombres y mujeres con algunas limitaciones sexuales como la falta de apetito y otras falencias como fríos recurrentes.

Estamos hablando de un hombre que no le saca el quite a ningún oficio por difícil que sea, que no lo espantan las altas temperaturas para salir a pedalear su triciclo, ni mucho menos las lluvias, siempre va con una sonrisa por delante, su buen humor y con historia que contar

Diego Escalante Muñoz dice que quien no lo conozca en Carepa, no vive en este pueblo, también carga con sus recuerdos y nostalgias; la muerte de sus padres y lo más duro que le ha ocurrido en sus seis décadas de existencia. El mal trato que recibió durante el servicio militar obligatorio. “Nos trataban peor que animales, era garrote e insultos por todo, una humillación permanente” narra con tristeza.

La siesta ha terminado y el trabajo espera, nuestro personaje aborda su triciclo y arranca lentamente pero seguro por el centro de Carepa, un cliente puede estar a la vuelta, no hay tiempo que perder, la situación económica aprieta, los gastos no dan espera y el rebusque del día a día es sin tregua.

Carepa/Antioquia/mayo/27-2024.

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Juán Fernando Uribe, músico poeta y…médico https://elpregonerodeldarien.com/juan-fernando-uribe-musico-poeta-ymedico/ Sat, 06 Apr 2024 11:37:13 +0000 https://elpregonerodeldarien.com/?p=3626 Crónicas del Camino/Wilmar Jaramillo Velásquez/El Pregonero del Darién. Juán Fernando Uribe Duque vio la luz de este convulso mundo en Medellín un 24 de agosto del año 1953, casi que, extraído por la cabeza y por la fuerza del obstetra, el famoso “Cabezón Henao” como le decían al médico Jorge Henao Posada, el predilecto para …

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Crónicas del Camino/Wilmar Jaramillo Velásquez/El Pregonero del Darién.

Juán Fernando Uribe Duque vio la luz de este convulso mundo en Medellín un 24 de agosto del año 1953, casi que, extraído por la cabeza y por la fuerza del obstetra, el famoso “Cabezón Henao” como le decían al médico Jorge Henao Posada, el predilecto para acompañar el nacimiento de los hijos de la elite capitalina en el Hospital San Vicente de Paul.

Nació el día de San Bartolomé, justamente cuando en Europa eran asesinados diez mil protestantes, es muy probable que estos antecedentes hayan influido en su locura cuerda, muchos años después terminaría, médico, poeta, músico, libre pensador y progresista, para sorpresa de su familia de costumbres tradicionales.

Tiempos de ayer.

La muestra de sus andares liberales (de pensamiento y sin trapo rojo), brotaron en el jardín infantil, de donde sería expulsado nada más y nada menos que por gritarle en la cara, “Care-mica” a la profesora y por no dormir en las horas dispuestas para el sueño. Rondaba los cinco años.

Si bien muchos vaticinaban que se convertiría en la oveja descarriada de la familia, el tiempo lo fue moldeando, hasta hacerlo rebelde, pero en democracia y crítico con argumentación.

De allí pasaría sin muchos sobre saltos al Instituto Jorge Robledo de la capital antioqueña, donde cursó la primaria y la secundaria. Fue compañero de estudios de Álvaro Uribe Vélez, en quinto y sexto año de bachillerato y pese a llevar los apellidos Uribe Duque, se esfumó por senderos menos turbulentos y más pacíficos.

Como ya tenía resuelto que sería médico, entonces sin más preámbulos, a la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, donde a los tres días lo bautizaron con una huelga que se prolongó por siete meses.

Un proyecto exitoso.

Cartas marcadas  

A Juán Fernando Uribe Duque, así con tilde, por que defiende que Juán se escribe tildado, le fluye por las venas el tango y el Rock, como si estuviese jugando con cartas marcadas, justo por el tiempo de la huelga universitaria reventó en Medellín el famoso Festival de Ancón, la locura más grande que en un siglo se le haya ocurrido a medida docena locos.

Se trataba de armar el primer concierto de rock al aire libre en Medellín, en pleno auge del hipismo, la libertina marihuana y el sexo sin complicaciones, como debería ser, y enfrentar de paso la mojigatería y la doble moral de una sociedad y una iglesia que poco cambia, con dosis muy primarias de evolución, tolerancia y respeto por las opiniones ajenas.

El festival se cobraría el puesto del joven alcalde de Medellín Álvaro Villegas, a quien de frente la iglesia tumbó a punta púlpito y sermones moralistas. Otros tantos fueron satanizados, además de la quiebra de los promotores del evento.

La voz principal.

En efecto, el polluelo de médico sintió que la sangre se le calentaba entre las venas y por temor a una explosión peor, se entregó sin vacilaciones a los tres días que duró el concierto, a la música y los bacanales conexos.

Las guitarras y las estridentes baterías le servirían de combustible para combinar el resto de su existencia las pasiones que lo han movido, la medicina, el tango y el rock. Los recuerdos de unas diez mil personas concentradas en un potrero fangoso que en ese entonces era el Parque Ancón del sur, lo acompañarían el resto de su vida.

Esas imágenes atrevidas, de una generación que sacudió el mundo, que se convirtió en activistas de la paz, el ambientalismo y el amor, influirían notoriamente para forjar su pensamiento libre y crítico, pero sobre todo para alimentar su espíritu de músico. El himno a la paz de Jhon Lennon le retumba en la cabeza, en estos tiempos de guerra.

Sin duda, Ancón le puso una huella indeleble a este médico, quien muchos años después cuando volvió al famoso Salón Málaga de Medellín a intentar reconstruir esta historia, sus ojos recobraron el brillo de otras épocas y la fluidez de sus expresiones brotaban como por encanto.

Pero es que, para él volver al Málaga, entre otras cosas de donde nunca se ha ido, es revivir, es remembranza de un pasado de ensueño, este fue uno de sus primeros escenarios cuanto abordó el camino del tango y enrolado con un grupo de músicos, poetas y locos partió a dar conciertos por el país, El Málaga está en ese inventario permanente, vivaz e indisoluble.

Cuando Juán Fernando Uribe Duque se acomoda en una silla del Málaga a revivir historias de tango y rock, el tiempo se detiene y la vida es un soplo como lo cantaría Gardel en el esplendor de su carrera por el arrabal.

De nuevo por El Málaga.

Finalmente, superada la huelga y concluidos sus estudios, llegó el día del grado, un 29 de febrero de 1980 y partiría para el municipio de Arboletes en el Urabá antioqueño, pero llevando consigo su mundo de tango y rock. “Llevo el rock por gusto musical y por generación”, dice sin vacilaciones.

En el hospital de este municipio permaneció por 14 meses, tenía 26 años y el mundo apenas se asomaba por entre los chorros de luz que se filtraban entre el cielo y el mar Caribe. “Arboletes era un paraíso” dice.

Luego en Medellín abrió un consultorio particular en un barrio popular y alternaría su trabajo profesional con la Sociedad San Vicente de Paul, antes de anclar en Metrosalud, en su hospital pediátrico donde permaneció durante 26 años. Los últimos dos en Manrique y en la Unidad Intermedia de San Cruz, donde batió el récord de atender en una sola noche trece partos. En el año 2009 colgó el estetoscopio y pasó a engrosar la lista de los jubilados de Colombia.

Tiempos de tango, de arrabal.

Como siempre había alternado la medicina con la música, por allá en el año 1992 montó un espectáculo de tango: “Noches de Tango” el cual involucró a 16 músicos, con dos parejas de baile, cantores, cancionistas, poetas y el Quintero Belgrano, agrupación con la cual recorrió el país, actuando en fiestas privadas, clubes. Él era el director y la voz principal.

“Fue una de las más grandes y gratificantes experiencias de mi vida, me gocé este capítulo, hicimos 10 presentaciones en la Casa Gardeliana, tres en el Salón Málaga, terminé siendo el médico de los músicos y de sus familias, en síntesis, éramos una familia” recuerda con nostalgia.

Su pasión por el tango y por su máximo exponente, Carlos Gardel lo contagió en los albores del año 66, cuando escuchó por Radio Tricolor la canción “Melodía de Arrabal”, luego se conectaría con Agustín Magaldi y Julio Sosa, entre otros.

El Rock

Tiempos dorados.

Fue en al año de 1965 que lo picó el bicho del rock y hoy aún se define como gogó y yeyé, los dos estilos con que inició el rock en Colombia y sacudió en las pistas a toda una generación, pero en el año 2005 tras encontrar a un amigo en el municipio de El Retiro, armaron un dueto con guitarras, al que llamaron “Alma de Goma”

En pleno furor de The Beatles en el mundo, el médico se compenetra con sus canciones, sus letras, toda su temática y se mete de lleno en este género musical, que lo salpicó por gusto y por generación, nace la primera banda roquera: Let it beat, fue su manager y productor  artístico, con la cual y luego de tener quince canciones montadas  con todas  las exigencias artistas y técnicas de producción, en el año 2007 debutaron en la Biblioteca Piloto de Medellín, con un público adulto, cuando esperaban despertar en la juventud la pasión por este género musical.

Que tiempos aquellos.

Luego vendría otra experiencia con Rubber Soul, siempre inmerso en el mundo del rock, que se imponía por la época.

Por esos tiempos entendería que su voz registraba en tango y menos en el rock, por lo que optó por asumir otros roles dentro de la banda.

El paso siguiente sería con la banda Beatside, quizá las más exitosa de todas las experiencias musicales, logrado un record de 300 conciertos por todo el país, con 60 canciones montadas.

Con esta orquesta lograron uno de los éxitos más sonados por la época, trabajar un ensamble musical con la Filarmónica de Medellín y una presentación en el Metropolitano de esta capital con 70 músicos y 1.200 personas aplaudiendo de pie.

Otra bonita experiencia fue la de trabajar conciertos didácticos en sectores populares, todo marchaba a las mil maravillas, eran músicos, buenos jóvenes, consagrados disciplinados con todo un futuro por delante, Juán Fernando Uribe Duque su mentor, soñaba verlos llegar a los entrenamientos en su propio carro, verlos con su casa propia, avanzar, progresar, hasta que una nube negra empañaría todo el proceso y lo derribaría totalmente.

Fue en el año 2014 cuando apareció la tentación del programa de Caracol Televisión: “Yo me Llamo”, allí les pintaron un mundo de fantasía, pajaritos en el aire, les exigieron un año de exclusividad, hasta los hicieron apartar a uno de sus músicos, les ofrecieron una gira nacional entre muchas cosas, pero al final descubrieron que este tipo de música no era comercial en estos tiempos de guasca, carrilera y reggaetón, entonces los echaron a la calle. Todo fue engaño y promesas. Cuando intentaron volver al viejo redil, el médico nos los aceptó y hasta ahí llegó el proceso.

Una historia irrepetible.

La literatura

Como todo buen lector termina escribiendo, el médico en su polifacética vida, fuera de la medicina, el rock, el tango, la cocina, también alterna con la literatura, su primera novela fue: Sonata para una Niña Triste, la historia de una niña que se casó con un cura.

La segunda, autobiográfica: Infancia.

Luego: Cuentos y Relatos.

Posteriormente: Cuando Juntos Habitábamos las Sombras

Hace 5 años publicó el libro de cuentos «La Tentación»

Además, tiene en remojo: Poesía en Pandemia, listo para la imprenta.

Un sello, una marca de por vida/Foto: Radio Nacional de Colombia.

Hoy la vida de este médico es más reposada, pasaron los años de convulsión, los desafíos juveniles de Ancón, las noches de luces, con fondo de tangos y milongas, hoy disfruta de la culinaria con su esposa Ana Catalina Pérez, trabajadora social, también jubilada de Metrosalud, su cómplice y compañera de aventuras. Su único hijo Juán David, se fue por los caminos de entrenador deportivo, es fisicoculturista, más hombre de gimnasios.

También comparte con su señora madre Amparo, quien hoy transita por los 92 años, es el mayor de seis hermanos, con odontólogos, periodistas, enfermera y hasta cura abordo.

Tampoco olvida sus viejos pasos, asiste con frecuencia a tertulias literarias y no pierde oportunidad para llegar al viejo Salón Málaga a reencontrase con los recuerdos, con ese pasado bullicioso de bandoneones de fondo, que no se quiere ir, como tampoco se va el Festival de Ancón, que se quedaron como huella indeleble en su existencia. Bien dicen que recordar es vivir, Juán Fernando Uribe Duque, es un hombre libre.

Nota de la Dirección: Ancón aparece en varios documentos con N y con M.

Málaga inolvidable.
Un hombre polifacético.

Medellín-marzo de 2024/Salón Málaga.

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Enilda, la guerrera que devolvió el buen nombre a su padre https://elpregonerodeldarien.com/enilda-la-guerrera-que-devolvio-el-buen-nombre-a-su-padre/ Fri, 09 Feb 2024 23:00:00 +0000 https://elpregonerodeldarien.com/?p=1310 Crónicas del Camino/Wilmar Jaramillo Velásquez/El Pregonero del Darién. Enilda es una mujer menuda, con una mirada vivaz, ojos expresivos que hablan, que dicen muchas cosas al mirar, que cuentan historias, es firme, locuaz, si de hablar de la naturaleza se trata y no le aborden temas ambientales, de conservación, porque sus respuestas son prolongadas, contundentes …

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Crónicas del Camino/Wilmar Jaramillo Velásquez/El Pregonero del Darién.

Enilda es una mujer menuda, con una mirada vivaz, ojos expresivos que hablan, que dicen muchas cosas al mirar, que cuentan historias, es firme, locuaz, si de hablar de la naturaleza se trata y no le aborden temas ambientales, de conservación, porque sus respuestas son prolongadas, contundentes como la expresividad de su mirada. Es una autoridad en estos temas.

Se hizo a golpes, que la vida le fue asestando uno tras otro, cuando se reponía de uno, entonces vendría el otro y así sucesivamente fue moldeando ese carácter firme, que la llevó a enfrentarse con la justicia y lo más poderoso del paramilitarismo en los estrados judiciales, en su lucha por reivindicar el nombre de su padre asesinado en Urabá, tras ser señalado falsamente de ser auxiliador de las entonces guerrillas del EPL, las mismas que lo secuestraron.

El nombre de su padre

Samuel Antonio Jiménez Madera fue hombre luchador por excelencia, en los inicios de la década del 50 partió de su San Pelayo natal, en busca de mejores vientos y se instaló en la Comunal San Jorge, jurisdicción de Nueva Colonia en el municipio de Turbo, Antioquia.

Allí, en sector de La Primavera se hizo a una tierra, unas 35 hectáreas, donde comenzó a sembrar banano que era el producto que se mostraba como el negocio del futuro en la región.

Don Samuel vivió su vida con toda intensidad.
 

Todo iba por buen camino, en esta aventura lo acompaña su mujer Armida Pineda, una campesina también de hacha y machete, justamente el componente de don Samuel para avanzar en su proyecto de vida, comienzan a llegar los hijos que no fueron pocos, uno a uno fueron sumando dos decenas, así como si nada, sencillamente veinte.

Veinte bocas que había que alimentar, vestir y enviar a escuelas y colegios, todo trascurría normal, sus vecinos, casi todos también bananeros, aunque con mayores extensiones de tierra, se llevaban bien, compartían noches de parranda con el infaltable porro incluido, reuniones sociales de todo tipo y nada parecía empañar el horizonte.

Un hombre de acción

Si algo caracterizó la vida de don Samuel, fue la acción, el derroche de adrenalina a todo timbal, fue un cazador nato, aserrador, pescador, jugador de gallos como buen cordobés, pero, ante todo, un apasionado del porro, género que interpretaba con su propia agrupación musical, tocando varios instrumentos.

Llegó a salir con sus amigos de cacería acompañado de 18 perros de presa, eso era una locura, cruzando selvas, pantanos y humedales; su vida estaba en constante agite, en su finca tenia a un hombre de confianza, Ananías Mestra, que incluso su familia acogió como un hermano, uno más, era el encargado de parte de la administración, mientras que el cazaba, jugaba gallos y participada de prolongadas sesiones de porro y parranda corrida.

En sus andanzas de cacería, en una ocasión cruzó la reserva de Suriquí y se enamoró de esas fértiles y deslumbrantes tierras, compró un par de predios y además el Incora le adjudicó otro y armó una finca de 600 hectáreas, en pleno corazón de la selva, pero no de una selva cualquiera.

Don Samuel, su pasión por el porro y su típico sombrero.

Corría la década del 70 y don Samuel desarrollaba un proyecto agrario en esos territorios conquistados, tenía ganado, cultivos de coco, ñame, chivos, pan coger y aves de corral, todo pintaba bien y esperanzador.

La Estampa de don Samuel encerraba al prolífico padre de familia, al amante del porro, de los caballos, al cazador, al pescador, al aserrador, al emprendedor, al aventurero, al jugador de gallos, al tomador de guaro, al amigo. Pero sobre todo al hombre honrado y sincero.

El nubarrón de la guerra

Como no hay dicha completa, los vientos de guerra que soplaban en Urabá, llegaron a La Primavera en Nueva Colonia, los entonces guerrilleros del EPL, entran violentamente a la casa, golpean a don Samuel y a punta de pistola sacan a los niños de la cama, había una declaratoria de guerra contra los patronos y dueños de fincas y los que no escaparon a Medellín o al exterior fueron secuestrados y asesinados.

En 1986, entraron al predio y asesinaron al hombre de confianza de don Samuel, Ananías Mestra y dieron la orden de abandonar la finca en 24 horas.

Así comenzó el desplazamiento de la familia, compraron una casa en el barrio Manzanares de Apartadó para iniciar un viacrucis que prácticamente hoy apenas comienza a recibir las primeras gotas de bálsamo, sobre las profundas heridas abiertas.

Luego vendría el secuestro de don Samuel, atribuido a las disidencias del EPL, lideradas por Francisco Caraballo, que no se acogieron al proceso de paz firmado por esta guerrilla y el gobierno nacional.

La familia paga por su rescate y finalmente lo dejan abandonado en la selva, llegó afectado de malaria y con una barba que lo hizo irreconocible. Con su acostumbrado ímpetu y capacidad de lucha quebrados, desconcertado ante el panorama al que se enfrentaba con su mujer y su prole.

La región de Urabá se movía bajo un espiral de violencia, masacres y ejecuciones, con una pobre intervención del estado y la comunidad poco a poco fue quedando en manos de los violentos, al tiempo que el sueño de don Samuel de criar a sus hijos, de brindarles una buena educación, de sacar adelante su finca en Surikí, se desvanecía.

Samuel Antonio Jiménez Mestra con su esposa Armida Pineda. Eran tiempos de paz.

Todo se desploma

En medio de tanta violencia y confusión, ya todo estaba listo para el ingreso del paramilitarismo a la zona de Urabá, varias “prestantes” familias de bananeros, invitaron a don Samuel a unirse a esta causa, pero lo que su familia estableció, años después en las declaraciones de los propios jefes paramilitares, él se negó, motivo suficiente para asesinarlo.

Un seis de agosto de 1995, en horas de la mañana, bajo un sol radiante y un cielo azul, ajeno a todo mal presagio, en la bifurcación entre la vía que da a la Comunal San Jorge y la vía principal a Nueva Colonia, en Turbo, varios sicarios lo esperaron y sin mediar palabra alguna lo acribillaron.

Doña Armida Pineda queda viuda con veinte bocas que alimentar, mandar para escuelas y colegios, en medio de total incertidumbre y orfandad. Al mes del asesinato de don Samuel, los paramilitares restringieron el paso a su finca en Suriquí, colocaron una guaya en el río y solamente cruzaban los que ellos autorizaban. Ahí se consolidó el despojo de la propiedad.

Los mismos testimonios en Justicia y Paz de los paramilitares, revelan que la finca fue utilizada como base para el ingreso y salida de avionetas con armas y drogas, para aceitar la guerra.

En 1986, entraron al predio y asesinaron al hombre de confianza de don Samuel, Ananías Mestra y dieron la orden de abandonar la finca en 24 horas.

El buen nombre

El temple, la tenacidad y hasta la terquedad de Enilda, le dice que lo primero que debe hacer, es rescatar el buen nombre de su padre que no fue ni guerrillero, ni paramilitar, ni auxiliar de ninguno de ellos, es así como emprende la titánica lucha en Justicia y Paz, ante los propios jueces que tenían la versión que era auxiliador de la güerilla, como lo habían señalado los paramilitares para justificar su ejecución.

Incluso, el mismo vehículo que le habían robado los paramilitares a don Samuel, una camioneta Toyota blanca, sirvió de pista para que HH, reconstruyera todo el historial sobre su muerte.

Allí se enfrentó a Ever Veloza, conocido como como HH en el paramilitarismo, lo encaró, hasta que finalmente este reconoció los hechos. Don Samuel nada tuvo que ver, ni con paramilitares, ni con guerrilleros, por el contrario, fue víctima con su familia de ambos procederes.

Once años con sus días y sus noches esperó Enilda para escuchar estas palabras que le devolvieron el alma, la tranquilidad, la serenidad y el ánimo para seguir luchando, porque la lucha apenas comienza. Le devolvieron todo, aunque no a su padre físicamente, sí su legado de hombre honesto, trabajador, de padre, de hombre alegre y polifacético.

Pero es tal la capacidad de perdonar y sanar de Enilda que, en una ocasión exguerrilleros del EPL hicieron una toma a una institución pública de Apartadó, ella que tenía experiencia en el manejo de alimentos fue llamada para apoyar la logística y atender el caso, muy pronto se dio cuenta que entre los personajes estaban dos de los comprometidos en el secuestro de su padre y a todos los atendió por igual.

De nuevo en casa
 

Retorno y restitución

Ya dentro de los procesos de restitución, retorno, reparación y no repetición que adelanta el gobierno nacional con las víctimas del conflicto armado, en 2017, voceros de la familia de don Samuel, entraron acompañados de la fuerza pública y funcionarios de restitución al predio de Suriquí, para comenzar el camino de la reconstrucción de sus proyectos y sueños, ya sin la presencia de su mentor. En el año 2019, fueron reconocidos como sujetos de restitución. Cuando pudieron volver al predio la selva había invadido potreros y cultivos. Era sencillamente un bosque tupido, recuerda Enilda.

Luego de una discusión familiar para poner en producción la finca, se enfrentan varias tesis, la de talar, promover ganadería extensiva o preservar, esta última impulsada por Enilda es la que finalmente se impone y es así como inicia la vida oficial la Reserva Natural de Surikí, con las condiciones que hoy registra,

Reserva de Surikí

La reserva Natural de Surikí está a 40 kilómetros del corregimiento de Nueva Colonia en Turbo, saliendo del embarcadero “Rabo Largo”, desde allí, por un canal artificial, navegan hacia el río León, rumbo a Bahía Colombina, bordeando Puerto Antioquia (hoy en construcción), luego de Bahía Colombia, tras un trayecto de 13 kilómetros navegando por el rio Suriquí, se llega a la reserva, en la vereda la Pola.

Antes de la partida los viajeros reciben toda una cátedra sobre la reserva, seguridad en el transporte, conservación y las especies existentes.

A medida que se van adentrando en la selva, comienzan a aparecer, unas cinco especies de primates, aves marinas, hicoteas, y reptiles.

Podrán apreciar, el Mono Araña, el Tití Cabeza de Algodón, de cual los expertos afirman que en el mundo quedan nueve mil ejemplares, la Marteja o Mico Nocturno, el Mono cariblanco y el Mono Rojo, Cotudo o Aullador.

Hablar de esta reserva es hablar de grandes humedales, de zonas de inundación de una gran riqueza hídrica, del hábitat para unas especies de animales y vegetales únicas en el mundo. Enilda está familiarizada con este territorio, el mismo que ha recorrido y navegado.

Al lado de los científicos y rigurosas lecturas se convirtió en una experta en el tema, habla con propiedad y conocimiento de la pérdida del Choibá y dice que si en los tiempos de aserrío y explotación de Maderas del Darién, hubiesen talado y sembrado, hoy este emblemático árbol no estaría en vía de extinción.

Se impone el jaguar

La convivencia en la reserva entre el hombre y la naturaleza, no ha sido fácil, se ha venido consolidando bajo rigurosos procesos de aprendizaje, al inicio hubo un fuerte enfrentamiento ante la presencia del jaguar, molesto por la intervención de su hábitat, en un año se habían devorado cinco reses, lo  que  puso a los campesinos a punto de dispararles, allí vuelve la discusión, Enilda sale airosa  con la propuesta de no tocarlos, advierte  que si  matan un  jaguar, se mata  el proyecto y termina por avanzar  en la convivencia, hoy  hace  dos años no hay un ataque de jaguar.

Se han valido de luces, campanas y hasta denotaciones de advertencia para ahuyentarlos y han trabajado intensamente en preservar su hábitat, que tengan comida en sus territorios lo que se logra al evitar la caza de lo que son sus presas, todo con la consolidación de una conciencia de preservación colectiva con los labriegos de la región.

Un territorio indomable a pesar de lo apacible.

Enilda cuenta feliz, que uno de sus hermanos quien estuvo enfrentado a los jaguares, hoy es uno de sus férreos defensores.

Tres procesos

En la reserva adelantan tres proyectos productivos, ganadería sostenible silvo pastoril, ya tienen 65 reses, venta de servicios ambientales, entre ellos acceder con justicia a los bonos de carbono y el turismo de naturaleza, comunitario y de paz.

Enilda busca que les paguen bien sus productos, por ejemplo, si distribuyen un queso, los consumidores sepan que viene de una reserva donde la protección de los ecosistemas es prioritaria y así sucesivamente con todo lo que produzcan.

La reserva tiene el Sello de Destino de Paz otorgado por el Ministerio de Comercio Industria y Turismo, el Sello de Negocios Verdes de Corpourabá, han recibido apoyo de Antioquia es Mágica de la Gobernación, ya las Cajas de Compensación Familiar, incluirán en sus portafolios la Reserva como destino turístico, al igual que Ecoviajes Darién- Destinos Antioquia.

Mujer de acero

Esta mujer templada como el acero, al calor de la lucha permanente por liderar el fatal proceso de su familia, que perdonó a sus verdugos, que ha logrado grandes avances, desde el resarcimiento del buen nombre de su padre, hasta la recuperación de su predio, de llevarlo hoy al sitial que lo tiene, una psicóloga social, dedicada a temas humanitarios, gestora de proyectos, que ha sabido levantarse  con estoicismo de cada golpe que recibe, la muerte de su padre, el despojo, el desplazamiento, la humillación de los violentos, la muerte de su señora  madre víctima de un cáncer, el asesinato posterior de su hermano Jairo, tiene el sueño de seguir liderando el turismo en la Reserva Natural de Surikí, sembrar esperanza para tener más historias de paz y reconciliación, dice  que no hay que dañar a nadie ni nada, acceder a mercados justos, promover el turismo, dejando un legado de preservación.

Un caso especial

Pero es que, en medio de la muerte y la desolación vivida por esta familia, resurge la vida en todo su esplendor, ya el nombre de don Samuel se ha inmortalizado en esta reserva, por donde se mire hay vida, hay esperanza, futuro.

Caso especial el de la rana Pipa Miyersi, incluida entre las cinco especies que el proyecto de Puerto Antioquia debe preservar y proteger ante la fragilidad en que se encuentran, esta fue trasladada a la Reserva de Surikí, donde se adaptó y ya comenzó ciclos de reproducción con toda normalidad.

Otras especies a proteger es el colibrí Pecho de Zafiro, el Titi Cabeza de Algodón, el Mono Araña y la tortuga Trachemys Medemi.

Pero hay más, durante la caracterización que hicieron los herederos de don Samuel en la Reserva de Surikí, los científicos clasificaron 16 especies en vía de extinción, jaguares, manatíes, serpientes, disponiendo de un plan de manejo para preservarlas, además de 131 especies de vertebrados.

Historia con final feliz

De la tragedia, la guerra, la muerte, el despojo, el desplazamiento, la tristeza, está concluyendo una historia con final feliz, don Samuel Antonio Jiménez Mestra nunca imaginó que, en esas tierras de conflicto y persecución, donde brota la biodiversidad por arte de magia de la naturaleza, emergería uno de los bancos genéticos, uno de los laboratorios de vida más importantes del mundo y que sería Enilda, acompañada del escuadrón de 18 hermanos quienes estarían al frente.

Enilda Jiménez Pineda, una mujer que la tragedia templó como el acero.

En ese lugar donde ayer imperaba el odio, la división y la muerte, hoy florece la vida, el canto de los pájaros con sus conciertos mañaneros, los jaguares conviviendo con los campesinos, los humedales protegidos, los espejos de agua brillando bajo el candente sol. El renacer de una esperanza, de un nuevo día para la familia Jiménez Pineda y un mensaje para la humanidad. No todo está perdido, mientras existan mujeres con la tenacidad y el empuje de Enilda y sus hermanos, capaces de perdonar y construir sobre las ruinas.

Tal vez La Primavera que murió con Ananías en la Comunal San Jorge en ese aciago día de 1986, es la misma que renace hoy en La Reserva Natural de Surikí, convertida por la familia Jiménez Pineda en un remanso de paz, de vida y de convivencia. (fotos cedidas por la familia Jiménez Pineda)

Urabá-febrero 9 de 2024.

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