El legado de doña Nydia Quintero
Durante medio siglo, la ex primera dama de la nación demostró a los colombianos el verdadero significado de la solidaridad, con hechos, sin tanto alarde ni espectáculo público.
En esas paradojas que la vida muestra con frecuencia, Doña Nydia Quintero falleció hoy en la Fundación Santa fe de Bogotá, justamente la clínica en la que su nieto el senador, Miguel Uribe Turbay se debate entre la vida y la muerte hace casi un mes, tras haber sido víctima de un atentado sicarial.
A los 93 años de edad, falleció la ex primera dama, confirmó la Fundación Solidaridad por Colombia, organización social que fundó medio siglo atrás y que se convirtió en símbolo de ayuda a los más necesitados en el país.
Dicha fundación invitó a los colombianos a la velación de doña Nydia Quintero Turbay, que se realizará desde hoy lunes y hasta el próximo miércoles 2 de julio en el Capitolio Nacional.
«Con profundo respeto y gratitud, la Fundación Solidaridad por Colombia invita a toda la ciudadanía a rendir homenaje a la vida y al legado de Doña Nydia Quintero Turbay de Balcázar, mujer ejemplar que dedicó más de cinco décadas al servicio, la solidaridad y la transformación de miles de vidas en Colombia», dice el comunicado oficial de la Fundación Solidaridad por Colombia.
La velación se llevará a cabo en el Salón Elíptico del Capitolio Nacional de Colombia. Quienes deseen darle un último adiós a la ex primera dama podrán visitar el lugar, ingresando por la Plaza de Bolívar.
En el comunicado, la fundación destacó “el compromiso con los más necesitados y su incansable labor por el bienestar de los niños, jóvenes y familias vulnerables” de doña Nydia Quintero Turbay.
Doña Nydia Quintero fue una de las mujeres más importantes del siglo XX en Colombia, pues dedicó su tiempo como primera dama a liderar iniciativas de ayuda a niños, ancianos y comunidades marginadas. Su labor se enfocó en educación, alimentación y salud, especialmente en Bogotá y otras regiones.
De doña Nydia se destaca que jamás se vio envuelta en escándalos de corrupción y se caracterizó como una de las pocas primeras damas en dejar una huella imborrable con su trabajo social, cada año se celebra en todo el país la “Cabalgata Por la Solidaridad”, una verdadera fiesta nacional. Su nombre está ligado con la solidaridad nacional.
Comunicado oficial:
El siguiente es el texto completo del comunicado hecho público por la Fundación Solidaridad por Colombia, tras el fallecimiento de su fundadora:
“Mamá Nydia: La mujer que convirtió la Solidaridad en camino, causa y destino”
“Con profundo dolor, pero con infinita gratitud, la Fundación Solidaridad por Colombia lamenta el fallecimiento de su fundadora, Nydia Quintero Turbay de Balcázar.
Hoy despedimos a una mujer excepcional, que dedicó su vida a servir a los demás, a tender la mano a quienes más lo necesitaban, a transformar la ayuda en amor colectivo y a convertir la solidaridad en una forma de vivir.
Fue, sin duda, una de las mujeres más importantes y admiradas de Colombia en el siglo XX. Hace cinco décadas, doña Nydia, como cariñosamente la llamábamos, soñó con un país donde la solidaridad no fuera un gesto aislado, sino un movimiento capaz de unir a millones de personas. Y lo logró.
De ese sueño nació la Fundación Solidaridad por Colombia, con el propósito de acompañar, inspirar y servir, movilizando a personas, empresas y entidades públicas y privadas en torno a un mismo sentir: fomentar la solidaridad y, a través de ella, cambiar la forma en que los colombianos entendíamos la ayuda. La convirtió en un acto cotidiano, humano y transformador.
Durante años, y sin descanso, lideró una causa que llegó a los rincones más olvidados del país. Su voz fue inspiración, su mirada fue guía, su ternura fue abrigo. A ella no la llamaban presidenta, ni directora, ni líder. Sus beneficiarios la llamaban con un nombre que lo decía todo: Mamá Nydia.
Gracias a su legado, millones de colombianos han tenido una segunda oportunidad: niños, jóvenes, madres, adultos mayores, comunidades enteras. Su impacto se multiplica aún hoy en cada sonrisa que nace de una beca entregada, de una mano tendida, de un plato servido o de una esperanza sembrada.
Doña Nydia ya no está físicamente con nosotros, pero su espíritu sigue vivo en cada acto de generosidad, en cada vida transformada, en cada colombiano que entiende que ayudar no es dar lo que sobra, sino compartir lo que somos.
No dejemos morir su legado. Hoy más que nunca, Colombia necesita seguir creyendo en la solidaridad. Porque, como ella misma decía:
“Pequeños actos de solidaridad en millones de personas pueden transformar el mundo.”
A todas las personas que fueron impactadas por su luz, a quienes la vieron luchar y amar sin medida, les pedimos que no dejen de multiplicar el mayor regalo que nos dejó: el amor por el prójimo y la solidaridad como motor de transformación.
Hoy, más que nunca, tenemos el deber de continuar lo que ella, hace 50 años, comenzó.
Gracias, Mamá Nydia.
Tu vida fue un acto de amor. Tu legado, una promesa que seguiremos cumpliendo.”