Los equivocados
Donald Trump se ha equivocado en dos ocasiones al creer que sus medidas de recrudecimiento de la guerra económica contra la nación caribeña harán flaquear al pueblo.
Gilberto González García*Opinión/El Pregonero del Darién
Las personas pueden cometer errores que en ocasiones tienen una tremenda trascendencia y llegan a ser desastrosos, como el de Adolfo Hitler al intentar hacerse dueño del mundo sin tener en cuenta la entereza de los pueblos agredidos.
Sin ir tan lejos, aquí mismo en Cuba o en relación con ella tenemos varios ejemplos de estos equivocados. Veamos:
El capitán general de la isla de Cuba, Valeriano Weyler, se equivocó cuando dictó el bando de reconcentración, creyendo que acabaría con los mambises al privarlos de la ayuda que le brindaban los campesinos. Se calcula que hacia 1896 unas 400 mil personas se encontraban confinadas en pueblos y ciudades, en las peores condiciones de supervivencia. Provocó mucha hambre, penurias y muertes, pero no logró detener la Guerra de Independencia.
El déspota Gerardo Machado, quien detentó la presidencia de Cuba a partir del 20 de mayo de 1925, se equivocó cuando desató una ola represiva y mandó a asesinar a valiosos cubanos, como Julio Antonio Mella. No consiguió aplastar el movimiento popular y el 12 de agosto de 1933 tuvo que abandonar el poder ante el empuje revolucionario.
El tirano Fulgencio Batista, se apoderó del poder mediante un golpe de Estado y desgobernó a Cuba, desde el 10 de marzo de 1952, mediante una sanguinaria represión, torturando y asesinando a diestra y siniestra. Pero se equivocó al pensar que podía vencer al Ejército Rebelde comandado por Fidel Castro, así que en la noche del 31 de diciembre de 1958 no le quedó más remedio que salir huyendo del país.
Y, aunque todos los presidentes de los Estados Unidos, desde 1959 hasta la fecha, se han equivocado al creer que pueden derrocar a la Revolución Cubana, hay que destacar a Donald Trump, quien, como suele suceder a algunos animales, que tropiezan dos veces con la misma piedra, se ha equivocado en dos ocasiones al creer que sus medidas de recrudecimiento de la guerra económica contra la nación caribeña hará flaquear al pueblo, porque los cubanos estamos forjados en la fragua que encendió Carlos Manuel de Céspedes el 10 de octubre de 1868.
*Periodista radial cubano.