“Este mejoramiento nos cambió la vida”
Mejoramientos que transforman vidas de familias en Urabá. La historia de José Lozano, un niño de nueve años con movilidad reducida.
José Gabriel Lozano, un niño de 9 años con movilidad reducida, y su madre, Sandra Villa, recibieron un nuevo baño adaptado y una zona de lavado. Esta intervención no solo mejoró la infraestructura de su hogar, sino también su calidad de vida.
El proyecto “Mejoramientos sin barreras” es una apuesta por la inclusión y la equidad en el Golfo de Urabá financiado por el Ayuntamiento de San Fernando, la Asamblea de Cooperación por la Paz y ejecutado por la Fundación Forjando Futuros.
En el municipio de Apartadó, Antioquia, una familia mejoró sus condiciones de vida mucho más allá que los ladrillos y el cemento. José Gabriel Lozano, un niño de 9 años con movilidad reducida tras un accidente sufrido a los 4 años, y su madre, Sandra Villa, experimentaron un cambio significativo en su calidad de vida gracias al proyecto “Mejoramientos sin barreras”.
Esta iniciativa, liderada por la Fundación Forjando Futuros en alianza con la Asamblea de Cooperación por la Paz (ACPP) y con el financiamiento del Ayuntamiento de San Fernando, tiene como propósito transformar las condiciones de vida de familias en situación de vulnerabilidad, especialmente aquellas con miembros que enfrentan diversidad funcional.
La vivienda de Sandra Villa carecía de instalaciones sanitarias adecuadas, un desafío constante para la familia que compartía el espacio con los demás integrantes de la familia: mamá, papá y hermano.
Con el apoyo del proyecto, se construyó un baño completamente adaptado para José Gabriel, eliminando barreras físicas que limitaban su autonomía. Además, se adecuó la zona de lavado donde se instaló un lavadero prefabricado y piso enchapado, facilitando las labores diarias y optimizando el tiempo de la madre, quien essu principal cuidadora.
“Estamos muy contentos porque ahora José tiene un baño adecuado, sin peligros, donde puede hacer sus necesidades con tranquilidad. También me realizaron un lavadero que me ayuda a ahorrar tiempo y estar más pendiente de mi hijo”, expresó emocionada Sandra Villa.
El impacto del proyecto no se limitó a la construcción. Las familias beneficiarias participaron en talleres enfocados en corresponsabilidad y cuidado con perspectiva de género, dirigidos tanto a hombres como a mujeres.
En estos encuentros se promovió la deconstrucción de roles tradicionales y la sensibilización sobre el cuidado de personas con diversidad funcional, y la importancia y aportes de las personas cuidadoras, brindándoles herramientas prácticas para atender y acompañar a sus familiares en su día a día. Las actividades realizadas contemplaron un enfoque integral que va más allá de las soluciones
físicas para incidir positivamente en mejorar la comunicación y los vínculos familiares y sociales.
Un modelo replicable de inclusión y equidad
“Mejoramientos sin barreras” es un ejemplo de cómo los recursos bien administrados pueden generar un cambio profundo en la vida de las personas. La revisión y aprobación de las obras por parte de las familias beneficiarias garantizó que cada intervención respondiera a sus necesidades específicas.
Proyectos como este demuestran que la inclusión comienza desde el hogar. Con una infraestructura adecuada, formación y sensibilización, iniciativas como las desarrolladas en Urabá pueden replicarse en otras regiones, contribuyendo a una sociedad másequitativa y solidaria.
“Este mejoramiento nos cambió la vida. Ahora José tiene un baño adecuado y seguro para él, y como familia sentimos que nuestra calidad de vida ha mejorado muchísimo. Estamos muy agradecidos.” Añade Sandra Milena Villa, madre del hogar beneficiado.
En el caso de José Gabriel y su madre, este mejoramiento representó más que comodidad: fue una puerta abierta hacia una vida más digna, segura y autónoma.