Una Cultura Fortalecida
El sector cultural cuenta con el presupuesto más alto en la historia de Colombia: 1.4 billones de pesos. Esta cifra considerable genera una gran expectativa por el fortalecimiento de las artes y los saberes desde las casas de la cultura. Sin embargo, es una pena que algunos mandatarios de los entes municipales sigan viendo las casas de la cultura como la caja menor y pago de favores políticos, desconociendo que la continuidad de los procesos es la gran base para mitigar el flagelo del vandalismo, la drogadicción y la prostitución en los jóvenes. La cultura es la carta de presentación de un territorio, y en ella destacamos las manifestaciones artísticas que son un medio de formación y entretenimiento sano para toda la comunidad. El gremio artístico está dentro de las políticas del gobierno del cambio, decretando que los formadores lleguen al aula de clase de las instituciones educativas.
Para nadie es un secreto que en algunas instituciones la asignatura de artística de alguna manera está encasillando a los alumnos y, a su vez, creando una frustración al poner límites a la creatividad, ignorando la diversidad de la misma. Esto sin contar que la asignan de relleno a docentes que jamás bailaron una cumbia, dramatizaron una canción o dibujaron un estado de sus emociones. Con las manifestaciones artísticas preparas a un niño para el desarrollo de la vida; lo preparas para todo, para salir al mundo. La importancia que puede tomar esta asignatura depende de cómo la miren los mandatarios de turno en los entes municipales, ya que ellos son los que autorizan el gasto para su promoción, identidad, diversidad y su desarrollo en general. Podemos hacer una revisión de la dimensión cultural y encontrarnos con indicadores positivos en la autogestión y sostenimiento de algunas corporaciones, fundaciones y otras entidades de índole cultural, pero esto no significa que ese panorama desafiante en apoyo cultural y artístico se esté dando en los diferentes municipios. La articulación con las instituciones educativas será un factor valioso a la hora de fortalecer los procesos y tener un mayor impacto en las diferentes convocatorias, como la que hay en este momento por parte del Instituto de Cultura y Patrimonio de Antioquia en circulación artística.
Las casas de la cultura del eje bananero ya arrancaron con sus diferentes procesos, ratificando una vez más que no se ha podido desligar la cultura de las contiendas políticas que la ven como un pago de favores. Pero inclinemos la mirada en la tierra del papagayo. En Carepa, en estos momentos se están pregonando en los pasillos las fiestas de San Pacho, fiestas originarias del territorio chocoano que ya fueron aprobadas en el concejo para su realización, cuando por decreto están institucionalizadas las fiestas del papagayo y el retorno, fiestas que proponen integrar todas las colonias que viven en el municipio. A la falta de formadores en la casa de la cultura Leonel Herrera Uribe, le sumamos la falta de operatividad del consejo municipal de cultura, que sería el principal conducto para formar un llamado comité para dichas fiestas.
La tarea es mostrar el arduo compromiso gestionando a través de las convocatorias públicas, ya que estas nos sirven como catalizador para el desarrollo cultural sostenible, generando así un impacto social positivo.