Marchas hacia atrás
Al ser interrogados por qué marchan ninguno sabe contestar, sólo dicen “porque no me gusta Petro, porque es el demonio, porque es un guerrillero y va a acabar con él país”
Por: Juán Fernando Uribe Duque /Opinión/ El pregonero del Darién.
Marchar por marchar ya se convirtió en una especie de deporte para jubilados y aquellos a quienes se les está demorando la cita con el especialista en la EPS. El temor a no ser atendidos, o a perder su mesada pensional, les activa el deseo de reunirse y compartir el miedo con otros en igual situación. En la mayoría de los casos son acompañados por sus amigos más jóvenes, hijos y/o sobrinos quienes no gustan de la apariencia de Petro pues les parece muy feo y prefieren la simpática figura de los Uribe: Álvaro y ahora Miguel. Cuando a este primario sentir de supervivencia se les suma el grito o el chillido protector de mujeres como Paloma o María Fernanda, o la vocingleria del “Bebé de chocolate” (Polo Polo), el ánimo se subleva y sale a marchar con el individuo ya dispuesto a levantar bandera, calzar camiseta blanca y hasta soportar el peso de un pasacalle que de otra forma seria imposible.
Al ser interrogados por qué marchan ninguno sabe contestar, sólo dicen “porque no me gusta Petro, porque es el demonio, porque es un guerrillero y va a acabar con él país”
Puro miedo, puro terror, miedo a perder la cita en la EPS o la mesada del fondo privado, pues quienes la reciben de Colpensiones saben que el gobierno no les fallará.
“Yo no le doy mi plata a nadie, los subsidios son para alimentar vagos, que trabajen, que estudien, que se superen, ¿por qué hay que darles tierra si no saben qué hacer con ella? Vea a esos indios, son unos haraganes aprovechaos con toda la tierra del mundo… y ese Gustavo Bolívar con ese pelo, con esa cola parece un pordiosero… y quiere ser presidente y a esa negra, pero desde cuando acá caímos tan bajo y la tal Verónica bailando empelota por todas partes y a Benedetti y la narizona de la Sarabia… no, no, es que no hay derecho querida…”
Esas son las razones que escuchamos en los corrillos antes de iniciar las marchas.
Luego de casi dos años de gobierno, de pedagogía, de estudiar a conciencia la historia y el estado del país, es lo único que se ha logrado en estas gentes que dicen estar en contra del gobierno. Sólo emociones primarias, solo sentimientos de exclusión y racismo, un egoísmo de clase que ha llevado a confirmar el éxito de los aparatos ideológicos creados para mantenerlos en un sopor de ignorancia y miedo que ha derivado en rabia y descontento, factor primordial para que los políticos de siempre y sus aliados, mantengan el saqueo, la violencia y la ruina del país.
No hay consideraciones políticas serias, no hay conocimiento, sólo un simple afán de sobrevivir en la mediocridad, entre los muros de un apartamento o en las estancias de las fincas cercadas y protegidas por las alarmas del miedo y la insensatez egoísta (Síndrome del Condominio)
Da tristeza en verdad.
Mejor tomémonos una “media mañana”, unas “onces” y veamos el partido del Liverpool.