Las Musas hicieron uso de la palabra
En medio de una velada poética, dos mujeres ligadas con el desarrollo de Urabá fueron galardonadas, pero también había otras sorpresas.
Redacción Cultural/El Pregonero del Darién
La noche del sábado 19 de octubre, en el auditorio de la Cámara de Comercio de Urabá, se reunieron las musas que le cantan a la vida, al amor, al territorio, a la cotidianidad para, homenajear en medio de versos y rimas a dos mujeres destacadas de la región.
Las dos mujeres galardonadas por el Colectivo Las Musas Cantan, fueron la cultora, Diana Lucía León Restrepo y Rocío Restrepo Ramos, destacada por su labor en pro de los migrantes. El encuentro concluyó con un inesperado homenaje a la familia Restrepo Ramos y la dedicatoria de un emotivo poema de Martha Quiñonez al poeta, Juan Mares.
Por el escenario fueron cruzando poetas como: Claudia Vásquez, Nanny Zuluaga Henao (Virtual), Carmen Teresa Garcés, Alma Flórez, Yadira Rosa Vidal, Luzjanza, Oscar Eduardo, David Pérez Naranjo, Magaly Pacheco, Ana María Vivarez, Ari Mar Álvarez, Diana Guisao, Martha Quiñónez, Natalia Jaramillo, Sandra Fajaneth, Fernando López, Diana Lucía León Restrepo, Ana Lucía Restrepo, en entre otros.
Poema para el poeta
Una de las sorpresas la traería Martha Quiñonez, una de las figuras más representativas de la poesía, no solamente en Urabá, sino en otras latitudes, quien declamó un poema, el mismo que dedicó a Juan Mares, otro poeta de gran reconocimiento.
De qué está hecha la casa de Juan:
De qué material está hecha
la casa de Juan
De cemento y arena
no
De aliento pesado que
se respira en el aire
no
De qué está hecha
la vida Juan
De jirones de
tempestad
no
De agua que se desborda
de sus causes
no
De su carne expuesta
al viento de la noche
y la marisma pesada del ambiente
no
La casa de Juan
está hecha del mismo material
que su alma
de piedras tatuadas a la antigua
de sus dedos
trazando jeroglíficos
sobre el papel de su ventura
que cambia la pesadez del aire
de la vida
De la forma que tiene sus ojos
para afirmarse en la pregunta de los míos
La casa de Juan
está hecha de arena
que se ha acumulado desde años
en el patio de la amistad
de los silencios
que hemos compartido
y amasado con lágrimas
de desesperanza
De qué estamos hechos
quienes somos argamasa
de los sueños de dios
estamos hechos
de la palabra espera y del regreso
del amor que tienen los amigos
dispersado
por todos los rincones de la casa
Estamos a la espera de ser barro
para que ellos sean la mano
que esparza en el viento la ceniza
De qué material está hecha la casa de Juan
del número infinito
que ha rondado cada instante de los siglos
donde los hombres han hollado
con sus dedos
la arena de los desiertos
la humedad de los bosques
La casa de Juan
está cimentada con meteoros
que aun no terminan
de descender a la tierra
Casa de puertas abiertas
a mis pies de peregrina
casa donde descaso
del hastío de los días
y de los hombres.
(Martha Quiñónez)
Galardonadas
Posteriormente subieron a la tarima las dos Musas galardonadas, a quienes le reconocieron sus aportes al desarrollo de Urabá, su compromiso permanente con la comunidad, la cultora, Diana Lucía León Restrepo y la señora Rocío Restrepo Ramos, radicada hace más de veinte años en Suiza, quien dijo en su emotivo discurso:
“El arte no es solo una forma de expresión, es también un acto de resistencia, de valentía y de libertad”
Discurso completo:
“Señoras Sandra Fajaneth Miranda, representante legal del colectivo de escritoras de Urabá, Las Musas Cantan, Marielly Molina Puerta, directora del taller de literaturas y escrituras creativas; demás miembros del colectivo. Querida familia, padres, hermanos y esposo. Queridas amigas y amigos,
En el año 2012, supe de la existencia de este maravilloso colectivo de escritoras cuando escuché hablar del encuentro de poesía Las Musas Cantan, un recital poético organizado en homenaje a la mujer que escribe y a esa complicidad especial que ella forja con la palabra y a través de la palabra. Hoy quiero destacar y agradecer, de todo corazón, el impacto que este colectivo ha tenido en nuestra querida región de Urabá.
Gracias a todas las personas que han sido gestoras de esta iniciativa, por demostrarnos que el compromiso, el arte y la solidaridad pueden cambiar el mundo, y por recordarnos que cuando trabajamos juntas, somos mucho más fuertes. Recibo este reconocimiento con una profunda gratitud.
A lo largo de mi camino, jamás imaginé que estaría aquí hoy, rodeada de personas tan queridas y admirables, recibiendo un galardón que no solo reconoce mi trabajo en favor de las mujeres y de las personas que han necesitado acompañamiento humano en su travesía por tierras extranjeras, sino que también honra los sueños, la pasión y el compromiso que han guiado mi vida todos estos años, especialmente, por la región que me vio crecer, donde aprendí mis primeras letras, rodeada de los seres humanos más maravillosos que se puedan conocer.
Aquí, como deportista, como empleada de la alcaldía de Apartadó durante 15 años, y como dirigente social, tuve el privilegio de contribuir durante más de 30 años al desarrollo de esta tierra imponente. Ha sido un verdadero honor haber crecido en este punto de la tierra llamado Urabá.
Sin embargo, la vida tenía para mí otra misión. El camino no siempre ha sido fácil, y muchas de las personas aquí presentes lo saben bien. Desde 1999, resido en Suiza, un país que me acogió, me protegió y que, hoy, también considero mi otra patria. Ser considerada una musa inspiradora es para mí un honor inmenso, pero quiero subrayar que este galardón es un reconocimiento colectivo. Es para todas las personas que me han acompañado en el trayecto, aquellas que han creído en el poder transformador de la solidaridad, de la palabra y de la empatía.
A lo largo de los años, he aprendido que la verdadera fuerza no reside únicamente en los momentos de triunfo, sino en nuestra capacidad de seguir adelante, incluso cuando la incertidumbre, el miedo o el dolor se cruzan en nuestro camino. Y es en esos momentos cuando más valoramos los lazos que tejemos con quienes nos rodean.
Hoy me siento profundamente agradecida por haber tenido la oportunidad de construir puentes, de tender la mano a quienes más lo han necesitado y de trabajar en favor de los demás. Las Musas Cantan es uno de esos espacios donde las voces de las mujeres encuentran un lugar para expresarse, para ser escuchadas y para florecer. Es un espacio donde nuestras historias toman forma y se transmiten de generación en generación, tejiendo una memoria colectiva que permanece viva y sigue resonando.
Este reconocimiento que me brindan hoy, lo comparto con todas las mujeres que, a lo largo de los años, han encontrado en el arte una forma de resistir, de existir y de transformar sus realidades. A todas aquellas que, a pesar de las adversidades, continúan creando, cantando, escribiendo, pintando, bailando. Porque el arte no es solo una forma de expresión, es también un acto de resistencia, de valentía y de libertad.
Finalmente, quisiera dejarles con una reflexión: el verdadero poder de una Musa de la Esperanza, como me han llamado hoy, no reside solo en lo que ella inspira en los demás, sino en lo que todos podemos crear juntos. El arte, la palabra, la comunidad… son fuerzas transformadoras cuando las utilizamos para tejer un mundo más justo y más humano. Muchas gracias”
La sorpresa de Albeiro
Pero aún quedaban más sorpresas el académico Albeiro Flórez y su hija Alma, le habían organizado un homenaje a la familia Restrepo Ramos, los padres de la señora Rocío una de las, galardonadas, una pareja ejemplar llena de amor por Urabá, la cual llegó muy puntual al homenaje a su hija.
Don Luis Guillermo Restrepo Mejía y su esposa Elvira Ramos Ávila, quienes además estaban acompañados por toda la prole: Raúl Ricardo, Carmen Elvira, Rocío del Carmen e Hilda Beatriz Restrepo Ramos, entre otros familiares.
Albeiro Flórez se desprendió de una apreciada obra de arte del fallecido maestro Jenaro Mejía Kintana para entregarla a esta familia, cofundadora de Apartadó y la cual conoce desde que era un niño, con la voz ahogada por la emisión, Flórez recordó los tiempos de niño, cuando se cruzaba con ellos por las calles de este municipio, siempre amables y honorables.
Ambos, don Luis Guillermo Restrepo Mejía y su esposa Elvira Ramos Ávila, muy emotivos y en medio de los aplausos, agradecieron las palabras de apoyo en su honor y ratificaron su amor por Urabá.
Así, con finales felices y como fondo la palabra hecha poesía, concluyó en Apartadó el Décimo Tercer Encuentro Poético, las Musas Cantan a la Palabra Colectiva.
Las musas dueñas de la palabra: