Cultura

Poesía por los cuatro puntos cardinales

No hay duda, desde del sábado 13 y hasta el 20 de julio, la poesía se apoderó de Medellín y municipios vecinos.

En las últimas horas doce actos simultanéanos llegaron al oriente antioqueno, al municipio de San Roque y diversos sectores del Área Metropolitana.

La culpa de esta toma poética la tiene el desarrollo del 34 Festival Internacional de Poesía que reúne poetas de 40 países, con 80 representantes expresados en distintos idiomas, quienes recorren barrios populares, teatros, plazoletas y parques predicando el idioma universal de la poesía.

Dichas, desgracias, amores, cantos a la vida, a la naturaleza, se escuchan bajo la voz de hombres y mujeres, que creen en la fuerza transformadora de la palabra, en los efectos de sus mensajes para cambiar al mundo, gritos de paz y armonía por un mundo mejor, resuenan por todas partes.

Es la poesía que se toma cada espacio, cada rincón, hoy se habla de este encuentro en el Metro, la calle, en la academia, en escuelas y colegios.

De pie. Mónica Zepeda (México), Valeria Mussio (Argentina), Guadalupe Pastrana
(Nación Náhuatl, México), María Compás (Chile) y Paloma Marín, Ana Loaiza, de Medellín
 

Entre las poetas latinoamericanas invitadas por convocatoria está:

Mónica Zepeda (México), Valeria Mussio (Argentina), Guadalupe Pastrana

(Nación Náhuatl, México), María Compás (Chile) y por Colombia, Jóvenes poetas de Medellín:

 Paloma Marín, Ana Loaiza.

Estas mujeres leyeron sus poemas en la Plazoleta del Teatro Pablo Tobón Uribe, de la capital Antioqueña. Lo anterior haciendo eco a uno de los pilares de este festival, ligado con la poesía joven del mundo.

Sin llamarle exilio al porvenir

Cómo escribo llave sin que tiemble el pulso en la vocal abierta,

sin que sea un sepulcro la mudanza, sin llamarle exilio al porvenir.

Cómo se pronuncia vida sin que suene a plazo o hipoteca

ni el salero entre las manos suene a trueque y trueque

aún el mercader un horizonte de palomas por alpiste

Cómo es que una llave me despierta la sazón y el apetito,

y cuando parece que la voz se nubla nunca llueve

y se empecina el llanto en sutilizas, en resbalar por las mejillas,

en barrer tras sacudirse el hombro, en torcer los labios

al fruncir el ceño. Por eso me pregunto cómo escribo llave.

Porque el polvo en mi entra y entra. Conqué sigilo.

Con z navaja de amago y puño promete calma, breve estertor.

Y en vez de abrirle las venas a este foco, preferiría no sé.

Qué se yo si uno no sabe. Cuando la esperanza cierra el féretro,

uno solo imagina dulcísimos mares tibios y contiene la respiración.

(Mónica Zepeda-San Cristóbal de las Casas-Chiapas México)

Al centro de la fotografía,Touria Majdouline, poeta y cultora marroquí, quien sorprendió por su fluido español.

Poetas árabes

Muy cerca de allí, en Comfama sede Claustro San Ignacio, poetas árabes le mostraron al público asistente de qué está hecha la poesía de su tierra, su temple e historia, en un acto en el que era imposible no abordar el tema del genocidio palestino por parte de Israel, como también ocurrió el día de la velada inaugural.

Los poetas árabes agradecieron los gestos en favor de la causa palestina, incluyendo el apoyo del gobierno nacional.

Touria Majdouline, destacada figura de la cultura marroquí, dijo que la causa palestina no es asunto solamente del mundo árabe, sino de la humanidad.

Los árabes resultaron como en Latinoamérica se defiende y se promueve la poesía contemporánea, cosa que no ocurre en sus nacionales y reconocieron la importancia del festival de Medellín al cual están ligados hace varios años.

En esta lectura de poesía participaron activamente:

Fouzia Laradi (Argelia), Abdulwahab Saleh Aloraid (Arabia Saudita), Mohammad al-Amin al-Karkhi (Irak) y Touria Majdouline (Marruecos).

El público disfruta de la poesía

La Mariposa

Estoy en el borde de mí misma,

Camino como un poema libre.

Y como si fuera una pared,

no espero a nadie.

Nadie me espera.

No necesito el suelo para reposar.

No necesito el cielo para volar.

No hay lugar para mí.

No hay tiempo.

No es suficiente para mí un nombre.

No estoy presente.

Tampoco ausente.

Los pájaros no llegan,

no construyen sueños en mi sangre.

Mi retrato no se me parece…

Yo soy de lluvia,

como si las nubes estuvieran en mi cabeza,

riego jardines colgantes en mis ojos.

Mi noche se rompe.
Mis manos no han encontrado sus intuiciones.

Llena de mi eco,

Abrazo el alma

y al igual que las mariposas

Me derribo en las llamas del dolor…

(Touria Majdouline (Marruecos)

En la lectura de poesía árabe participaron: Fouzia Laradi (Argelia), Abdulwahab Saleh Aloraid (Arabia Saudita), Mohammad al-Amin al-Karkhi (Irak) y Touria Majdouline (Marruecos).

Wilmar Jaramillo Velásquez

Comunicador Social Periodista. Con más de treinta años de experiencia en medios de comunicación, 25 de ellos en la región de Urabá. Egresado de la Universidad Jorge Tadeo Lozano

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