EE. UU. plantea recorte del 80% en aranceles a China
Donald Trump propone reducir en un 80% los aranceles a China antes de negociaciones clave en Ginebra, buscando aliviar la guerra comercial y estabilizar la economía global.
9 de mayo de 2025
En un movimiento sorpresivo que podría redefinir el curso de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, el presidente Donald Trump ha propuesto reducir en un 80% los aranceles impuestos a los productos chinos. La propuesta llega en vísperas de una ronda de negociaciones de alto nivel entre ambos países en Ginebra, generando expectativas y reacciones en los mercados internacionales.
Un cambio de estrategia ante la presión interna
Donald Trump anunció la posibilidad de disminuir los aranceles a las importaciones chinas del 145% al 80%, una medida que representa un giro significativo respecto a su postura anterior. Desde el inicio de su segundo mandato, Trump había endurecido la política comercial con China, elevando los aranceles y profundizando la confrontación económica bilateral.
Sin embargo, el impacto negativo de los aranceles en la economía estadounidense, especialmente en los precios al consumidor y la cadena de suministro, ha generado presión interna sobre la administración. Sectores industriales y agrícolas han manifestado preocupación por la pérdida de competitividad y el encarecimiento de insumos clave, lo que ha llevado a la Casa Blanca a reconsiderar su estrategia.
Reacciones inmediatas en los mercados
El anuncio de Trump fue recibido con cautela por los mercados financieros. Los futuros bursátiles estadounidenses y los principales índices europeos experimentaron una leve caída inicial, aunque posteriormente se estabilizaron. Analistas señalan que la incertidumbre sobre el resultado de las negociaciones en Ginebra mantiene en vilo a los inversionistas.
Por su parte, China ha respondido con prudencia, señalando que evaluará la propuesta estadounidense y reiterando su disposición al diálogo. El Ministerio de Comercio chino destacó la importancia de crear un entorno propicio para la negociación y la cooperación mutua.
Los equipos negociadores y la agenda del diálogo
Las conversaciones en Ginebra reunirán a figuras clave de ambos gobiernos. Por parte de Estados Unidos, encabezarán la delegación Scott Bessent, secretario del Tesoro, y Jamieson Greer, representante comercial. China estará representada por altos funcionarios del Ministerio de Comercio y asesores económicos del gobierno central.
La agenda incluye, además de la reducción de aranceles, la apertura de mercados, la protección de la propiedad intelectual y el acceso a sectores estratégicos. Se espera que ambas partes busquen sentar las bases para un acuerdo que permita normalizar el comercio bilateral y reducir las tensiones acumuladas en los últimos años.
Expectativas y desafíos
La propuesta de recorte arancelario ha sido interpretada como una señal de buena voluntad por parte de Washington, pero también plantea desafíos para la administración Trump, que debe equilibrar las demandas de su base política con las necesidades de la economía nacional.
Expertos advierten que la resolución de la guerra comercial requerirá concesiones mutuas y un enfoque pragmático que permita superar las diferencias estructurales entre ambas potencias. El éxito de las negociaciones en Ginebra podría marcar el inicio de una nueva etapa en las relaciones sino-estadounidenses.
Implicaciones globales de la propuesta de Trump
Impacto en la economía mundial
La guerra comercial entre Estados Unidos y China ha tenido repercusiones globales, afectando cadenas de suministro, flujos de inversión y precios internacionales. Una reducción significativa de los aranceles podría aliviar la presión sobre la economía mundial y favorecer la recuperación del comercio internacional.
Organismos multilaterales, como la Organización Mundial del Comercio, han instado a ambas partes a buscar soluciones negociadas y evitar medidas unilaterales que distorsionen el mercado global. El desenlace de las conversaciones en Ginebra será seguido de cerca por gobiernos y empresas de todo el mundo.
Perspectivas a corto y mediano plazo
Si bien la propuesta de Trump representa un avance, la normalización total de las relaciones comerciales requerirá tiempo y voluntad política sostenida. Las próximas semanas serán determinantes para evaluar el compromiso de ambas partes con la estabilidad y el crecimiento económico global.
La comunidad internacional espera que Estados Unidos y China logren un acuerdo que beneficie no solo a sus economías, sino también al sistema multilateral de comercio.
La propuesta de reducir los aranceles a China en un 80% marca un punto de inflexión en la política comercial de Estados Unidos y abre la puerta a una posible distensión en la relación bilateral. Las negociaciones en Ginebra serán cruciales para determinar si este gesto se traduce en un acuerdo duradero que permita superar años de confrontación y sentar las bases para una cooperación más estrecha entre las dos principales economías del mundo.