Estados Unidos e Israel: primero yo, después yo y más tarde yo.
No se había iniciado el alto al fuego ni se había apagado el eco de los disparos en Gaza, cuando las fuerzas sionistas incrementaron sus acciones contra los palestinos en Cisjordania.
Juan Hernández Machado*Opinión/El Pregonero del Darién
No, no es un juego de palabras ni una adivinanza, sino la actitud eterna del gobierno de los Estados Unidos de América y que algunos de sus más fieles aliados, como Israel, desde que ese país fue creado en 1948, han asumido cuando tratan de imponer su voluntad en cualquier asunto.
Esto cobra una importancia especial- debido a los miles de muertos, heridos, desaparecidos y desplazados- con respecto a su actitud con el pueblo palestino, que lleva más de 70 años esperando poder constituir su Estado y vivir en paz en su tierra ancestral.
En otras circunstancias, una nota aclaratoria como esta no sería necesaria, pero como estamos ante una guerra mundial de desinformación dirigida a hacer valer las “verdades” de los señores de Washington y de sus aliados, se hace necesario hacer precisiones para saber dónde radica la verdad verdadera, como diría un chistoso amigo del barrio.
Gaza, el dolor de no haber vencido
Al revisar las posiciones oficiales del gobierno sionista de Tel Aviv y los reportes de los medios de prensa que le son afines, así como la mayor parte de los medios del mundo occidental, Israel cumplió su compromiso, los rehenes están siendo devueltos y hay seguridad en que el futuro está garantizado según sus intereses.
En estos momentos el primer ministro Benjamín Netanyahu debe estarse deleitando con el presidente estadounidense por estas informaciones y por ser el primer dirigente mundial recibido por Donald Trump luego de asumir su segundo mandato al frente de los Estados Unidos de América.
Sin embargo, no hay que buscar mucho para darnos cuenta de que todo lo anterior está envuelto en una nube de mentiras, de verdades a media y, en el mejor de los casos, de los deseos que esa dirigencia fascista quiere pero que no ha podido lograr.
Una de las primeras mentiras, divulgada de diferentes formas diariamente, es la destrucción del poder del movimiento de resistencia islámica Hamas y el rechazo de la población de Gaza al mismo.
Las imágenes que hemos visto de todo lo relacionado con la liberación de rehenes de Israel por parte de Hamas- especialmente la entrega de las cuatro mujeres soldados- nos indican seriedad en la organización: los efectivos de Hamas en completo uniforme con sus armas, incluyendo algunas que les capturaron a los efectivos de Israel durante el enfrentamiento que duró más de 15 meses en esta última etapa, compartiendo con la población que les agradece sus acciones que han posibilitado el regreso de cientos de palestinos presos en las cárceles de Israel.
La campaña desinformativa de Tel Aviv nos ha hecho recordar diferentes mentiras sobre los supuestos grandes levantamientos en Cuba contra el gobierno porque en las imágenes difundidas se podían apreciar, además de la bandera cubana, algunas del Movimiento 26 de Julio, lo que era un claro indicio de que usaron fotos viejas de actividades de respaldo al gobierno para decir lo contrario.
Órganos relevantes estadounidenses han revelado en estos días su convencimiento de que el movimiento Hamas está fortalecido, con nuevos miles de efectivos reclutados y entrenados para continuar haciéndole frente al ocupante israelí hasta que las demandas del pueblo palestino por existir en su tierra normalmente como otros pueblos hacen, sean satisfechas.
Han transcurrido más de doce días del inicio del alto al fuego y la ejecución de la primera fase del proceso de entrega de rehenes por parte de Hamas y liberación de presos palestinos por parte de Israel; según encuestas de diarios israelíes dadas a conocer el primero de febrero, solo el 4% de los colonos israelíes consideran logrados los objetivos concebidos en las acciones contra la Franja de Gaza, mientras que el exministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir- renunció a su cargo cuando se decretó el cese al fuego con Hamas, en protesta por el mismo- ha declarado que las imágenes de decenas de miles de palestinos regresando a la Franja, de su encuentro con los uniformados de Hamas, la organización de las actividades de recepción de los presos liberados no fue una victoria para ellos, sino un fracaso total.
Y para darnos cuenta- un elemento más para quienes no ven o no quieren ver la cooperación estadounidense con este genocidio contra el pueblo palestino- de cómo marchan las cosas en Gaza, ya es público que para controlar el Corredor de Netzarim, se está contratando a efectivos de UG Solutions, una compañía de seguridad estadounidense con sede en Carolina del Norte.
Esperan desplegar hasta 100 de esos efectivos, que recibirán una entrada de $ 10 mil dólares y diariamente ganarán más de mil dólares según su preparación individual. Todos son antiguos miembros de las fuerzas especiales estadounidenses. Su misión será inspeccionar los vehículos y se dice que estarán acompañados de fuerzas egipcias en dicho punto de entrada y salida de Gaza.
No creemos necesario repetir lo negativo del uso de esos “contratados” en actividades como ésta. El recuerdo de lo que sucedió en la prisión iraquí de Abu Ghraib- donde ellos tuvieron una buena parte de responsabilidad- y en la plaza Al Nisour de Bagdad en el año 2007, donde empleados de Blackwater mataron a 14 civiles, está aún presente y nos señala de forma permanente cómo el gobierno estadounidense se burla de toda la humanidad, al continuar con esas prácticas nocivas.
Además, como un gesto de su “humanismo y sentimientos humanos”, el presidente Trump insiste en que la población de Gaza sea admitida en Jordania y Egipto, entre otros lugares, mientras se reconstruye todo lo que el gobierno estadounidense ayudó a su cómplice israelí destruyó en los 15 meses pasados.
Si esa propuesta- que ha tenido la repulsa del pueblo palestino, de países árabes y de muchos países amantes de la paz en el mundo- se llegara a cumplir, no hay nada más parecido a las intenciones de Israel de despoblar la tierra palestina de sus moradores árabes para poder quedarse con ella y expandirse.
Como el alcance del genocidio durante más de 15 meses contra los palestinos- a diario decenas de cadáveres son descubiertos bajo los escombros desde el 19 de enero pasado- es tan grande y alcanzó tanta repercusión mundial, además de no querer poner en peligro la devolución de los rehenes, el gobierno israelí ha mostrado cierto respeto hasta ahora por el proceso de cese al fuego e intercambio de rehenes por presos palestinos.
No obstante, el rejuego político del primer ministro Netanyahu ante las críticas por los palestinos liberados, algunos de los cuales son considerados elementos importantes para incrementar la moral y la fortaleza de Hamas, indican que cualquier cosa pudiera suceder en los próximos días de ocurrir cualquier demora en la fase del proceso de alto al fuego en ejecución en estos momentos.
Por lo pronto, Netanyahu ha amenazado con adoptar fuertes medidas de celebrarse fiestas para recibir a los prisioneros palestinos liberados, algo que se está produciendo de forma espontánea, con masividad y una buena relación entre los efectivos de Hamas y la población de Gaza, según imágenes difundidas por medios árabes de información no subordinados a la propaganda sionista de Tel Aviv.
Pero alguien tiene que pagar
No se había iniciado el alto al fuego ni se había apagado el eco de los disparos y explosiones en Gaza, cuando las fuerzas sionistas incrementaron sus acciones contra los palestinos en Cisjordania, especialmente en el campamento de refugiados de Jenín.
Y el día 21 de enero hicieron público su operación “Muro de Hierro” con el objetivo, según declaraciones gubernamentales, de “detener el terrorismo y fortalecer la seguridad de Judea y Samaria”, nombres que prefieren usar los israelitas para referirse a esa parte del territorio palestino.
Ataques con drones, con aviación, con tanques, con efectivos de unidades especiales, han ocasionado decenas de muertos, heridos, prisioneros y desplazados entre la población palestina, además de la destrucción de infraestructura, algo similar a lo que comenzaron haciendo en la Franja de Gaza a partir del 8 de octubre del 2023.
Pero, como es difícil esconder algo durante mucho tiempo, se ha conocido que para mantener la coalición gobernante se decidió actuar contra Cisjordania por considerar que el alto al fuego que se había alcanzado en Gaza constituía una amenaza futura para Israel. Por eso están utilizando todos los argumentos posibles para que se acepte que la operación en Jenín forma parte de la guerra en múltiples frentes provocada por Irán a través de sus subordinados en Gaza, Cisjordania, Líbano y Yemen.
Lo más triste del caso es que hay muchos que se dejan engañar por esas mentiras.
Algunos analistas han llegado a considerar que este cambio de escenario es parte de un acuerdo entre el primer ministro Netanyahu y el presidente estadounidense Donald Trump: ante los no resultados que Israel esperaba en Gaza, hacer una pausa allí, recuperar los rehenes que tanto dolor de cabeza han dado al gobierno de Tel Aviv y, a cambio, incrementar las acciones en Cisjordania, porque, al final, son los mismos palestinos residentes en diferentes partes de ese territorio.
Por lo pronto, entre las órdenes ejecutivas firmadas por Trump el mismo día que asumiera el poder por segunda ocasión en Washington, se encuentra una que elimina las sanciones que su predecesor Biden impusiera a más de 30 grupos y entidades de colonos israelíes.
Y no olvidemos, como nos recuerdan los hechos históricos a diario, que los asentamientos ilegales construidos por Israel en Cisjordania para sus colonos se iniciaron en 1967 cuando el gobierno de Tel Aviv ocupó esa parte del territorio palestino.
En un comentario anterior hacíamos referencia al tema. Durante el 2024, Israel ha ocupado más tierra palestina en Cisjordania que en los últimos años, tierra que el derechista ministro de finanzas Bezelel Smotrich y, lógicamente, el movimiento de colonos de Israel considera parte integral del “gran Israel”. Lógicamente, esto fue posible porque el genocidio en Gaza se llevaba toda la atención nacional, regional y mundial.
Los propios colonos acompañan las acciones de las fuerzas armadas sionistas, al atacar posiciones palestinas, destruir mezquitas y diferentes elementos de infraestructura, para sembrar el pánico entre los residentes palestinos.
La organización de las Naciones Unidas para la atención a los refugiados palestinos ha planteado que entre 600 y 750 mil israelitas- aproximadamente un 10% de la población del país- viven en unos 250 asentamientos ubicados en la Cisjordania ocupada y el este de Jerusalén.
Y el Ministerio palestino de Salud ha denunciado recientemente que desde que iniciara la última etapa del genocidio contra los palestinos en Gaza en octubre del 2023, unos 870 palestinos- incluyendo a 177 niños- habían sido asesinados por acciones del ejército y los colonos de Israel en Cisjordania; más de 13 mil palestinos habían sido arrestados y más de 2,100 estructuras demolidas, dejando a cerca de 7 mil personas desplazadas.
Poco a poco iremos conociendo el plan coordinado en Washington. Los elementos más significativos que sirven como propaganda se harán públicos de inmediato, mientras que nos costará algo, pero al final los otros saldrán a la luz.
Lo que sí queda claro sin duda alguna es que las ideas y promesas de “pax” que salgan de allí nunca serán en beneficio del pueblo palestino y sí del gobierno que representa el señor Netanyahu porque para los dos dirigentes que ahora se reúnen lo que se debe lograr es primero yo, después yo y más tarde yo.
*Premio Nacional de Filatelia y miembro de la Unión de Historiadores de Cuba.