El Rincón de Miguel Ángel
Aquí yace un obrero que no tuvo la posibilidad de saber qué fueron la dignidad, la riqueza y el renombre.
Miguel Ángel Echeverri/Cultura/El Pregonero del Darién
Primero de mayo.
Día para conmemorar los procesos de transformación, cambio y lucha en la vida laboral de la inmensa mayoría de los asalariados del mundo.
Un dicho popular reza: «El trabajo dignifica al hombre, le da riqueza y renombre».
¿Será verdad tanta belleza?
¿Quién lo dijo?
¿Por qué lo dijo?
¿Cuándo lo dijo?
¿Dónde lo dijo?
¿El trabajo sí dignifica a un obrero que se ve obligado a trabajar más de su jornada laboral y tener unos pesos de más para ser invertidos en la solución de las necesidades básicas de él y de su familia?
La riqueza que alcanzará será la espiritual, porque el material jamás la podrá tener y el renombre lo adquirirá al momento de su muerte, cuando en su lápida se leerá una frase que diga: Aquí yace un obrero que no tuvo la posibilidad de saber qué fueron la dignidad, la riqueza y el renombre.
La esclavitud laboral se adapta a los tiempos modernos; millones de personas, niños, mujeres, ancianos, son sometidos a intensos trabajos de forma ilegal sin recibir ningún tipo de prestación social, ni el salario legal al que tienen derecho por su arduo trabajo.
No al trabajo ejercido por menores de edad.
No al trabajo ejecutado en factorías ilegales.