Opinión

Nuestras raíces indígenas en los sellos de correos

Por: Juan Hernández Machado, Premio Nacional de Filatelia 2012

Mucho se habla de nuestros orígenes españoles, que son reales y no podemos negar. Pero, también es justo que se hable de nuestras raíces indígenas pues además de que existen, cuando los españoles se encontraron con ellos hace más de 500 años no descubrieron nada sino que se encontraron con culturas diferentes, algunas de las cuales tenían mucho que enseñar a los distinguidos europeos de entonces.

Cada vez que me refiero a este tema tengo nostalgia  porque, a diferencia de nuestros hermanos del centro y sur de Nuestra América, nosotros no podemos confraternizar con los descendientes de los indios que habitaban  nuestro archipiélago entonces porque todos fueron exterminados por los ilustres europeos que llegaron.

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Pero esa es otra historia a la que nos referiremos con profundidad en otra ocasión. Ahora nos limitaremos a hacer una breve introducción  de cómo la filatelia- el arte de coleccionar y estudiar los sellos y elementos postales- muestra ese aspecto.

La primera emisión totalmente cubana que presenta a un indígena data de 1939, cuando se emitieron tres sellos de correo para promover la industria del tabaco. El valor de un centavo muestra a un siboney con una de las piezas confeccionadas a partir de esa aromática hoja.

 Cinco años más tarde, en ocasión del aniversario 450 del llamado descubrimiento de América, el valor de 10 centavos -de los siete sellos emitidos en esa ocasión- muestra a un indio que fuma tabaco.

En 1963 se conmemoró el aniversario 60 del Museo Antropológico Montané y los tres sellos que se emitieron al efecto muestran objetos diversos de la civilización taína.

Luego, por el aniversario 50 de la Sociedad Espeleológica de Cuba, en 1970, los siete valores postales que se emitieron muestran petroglifos indígenas encontrados en cuevas cubanas.

Pero tal vez el sello que ilustre mejor la sabiduría de los indígenas cubanos lo encontremos en la emisión de 1974 por la historia del béisbol.

Mientras las fuentes sobre ese deporte aseguran que vio la luz en los Estados Unidos, el sello de un centavo de esa emisión refleja a un grupo de indios jugando al «batos», juego muy similar al béisbol moderno.

MAYAS Y AZTECAS

En otros casos se reflejan los principales símbolos de las grandes sociedades indígenas, como los mayas y los aztecas, por solamente mencionar dos de ellas.

Los pueblos mayas ocuparon una vasta región en el sur de México, Guatemala y otras zonas de la América Central; se caracterizaron por la construcción de grandes rascacielos y ciudades como las de Tikal y Quiriguá, de las primeras en ser declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en los años 70 del siglo pasado.

Entre las más de 30 emisiones postales mexicanas con temas indígenas, varias reflejan el desarrollo de los mayas.

En 1950 se emitió una serie de 13 valores postales para correo aéreo y de ellas, siete reflejaban elementos diversos de la cultura maya. Esa emisión fue reimpresa en 1953 y en 1955 con diferentes marcas de agua.

Recordemos que la marca de agua o filigrana es la traza de seguridad que se hace en el papel sobre el cual se imprimen los sellos de correo, pudiendo ser letras, números o figuras diversas.

Mientras en 1971 y 1972 se emitieron, respectivamente, un valor para correo aéreo por 80 centavos que mostraba a guerreros mayas, las emisiones de 1974 y 1976, también para correo aéreo, incluyen un valor de 80 centavos, el cual reproducía un mural con diferentes actividades de esa cultura.

Las construcciones mayas fueron recogidas en una emisión de valores hecha en 1980, dos de ellos para correo aéreo, dedicada a presentar los monumentos prehispánicos.

Otros países del área también reflejaron la cultura maya en sus emisiones postales.

Desde 1931 Honduras incluyó un valor postal de 15 centavos para correo ordinario dentro de una emisión de nueve sellos, en el cual se muestra una bella escultura maya en Copán. La emisión fue sobrecargada ese mismo año y en el mencionado sello se puede ver la frase «Tribunal Supremo de Cuentas».

Una escultura y un templo maya en Copán aparecen en sendos valores de una emisión de 1939, formada por 10 sellos emitidos para correo aéreo.

En ocasión de la exposición filatélica Honduras 78, ese país emitió cuatro valores postales para correo ordinario y una hoja filatélica que muestra diferentes emblemas de la cultura maya.

Guatemala, por su parte, refleja por primera vez los lugares mayas en 1921, cuando incluye un templo en un valor de 1,50 pesos emitido ese año.

Once años después emite un valor para correo ordinario que muestra una escultura maya en Quiriguá, la cual es reproducida en dos valores postales en 1942.Y en 1939, de una emisión postal de siete valores (cinco para correo ordinario y dos para correo aéreo), presenta el calendario maya en el valor de 1 1 2 centavos.

Ese calendario, llamado «haab» por los mayas, está dedicado a la medición de ciclos astronómicos. Cuarenta años después se hizo una emisión de ocho valores para correo aéreo, los cuales exponen tesoros arqueológicos del Tikal.

El Salvador, por su parte, reconoce los valores de esta cultura indígena al emitir en 1946 una serie de tres sellos para correo aéreo, en la cual el de 30 centavos muestra una pirámide maya en la plantación de San Andrés.

En cuanto a la sociedad azteca, si bien su principal representante aparece en la filatelia mexicana desde 1987, sus magníficas construcciones afloran en 1923, cuando de una emisión de ocho valores para correo ordinario, el de tres centavos muestra a la Pirámide del Sol en Teotihuacán.

Esa misma pirámide aparece en un sello de 80 centavos de una emisión de cinco valores para correo aéreo, dedicada al turismo en 1969.Los aztecas o mexicas tienen origen nahua y luego de una larga peregrinación fundaron Tenochtitlán, ciudad que hacia el siglo XV fue uno de los Estados más extensos de la Mesoamérica precolombina.

Uno de los logros importantes de esta cultura es su calendario de 365 días para organizar las actividades de la sociedad, mientras que usan otro místico de 260 días para establecer horóscopos y predicciones.

Aparece por primera vez en una emisión postal mexicana para correo aéreo en 1934, en un valor de 20 pesos, y luego en otras dos emisiones, 1973 y 1974, así como en la del año 1992, en ocasión del V centenario de la llegada de los españoles a América.

Algo interesante de la cultura azteca son sus dioses. Por eso el correo mexicano los incluye en sus emisiones desde 1934, cuando en una serie de nueve valores para correo aéreo aparece Tlaloc, dios del agua, en el valor de 10 centavos; el Hombre Águila en el 20 centavos y un peso, y el Hombre Pájaro en el de 40 centavos.

En 1954, un bello sello de 25 centavos nos muestra al dios azteca Tezcatlipoca y desde 1976 podemos apreciar en un sello de 1,60 pesos a la Madre Tierra Coatlicue.Con motivo del XXII Congreso Bienal del Colegio Internacional de Cirujanos, en 1980, se emitió un sello para correo ordinario por valor de 1,60 pesos que muestra al dios azteca de la medicina.

Varias son las emisiones de países latinoamericanos que nos permiten conocer a los líderes indígenas, quienes representaron dignamente a sus pueblos: Hatuey, Atlacatl, Guaicaipuro, Enriquillo, Anacaona, Cuauhtémoc y Atahualpa, entre otros.

Debemos conocer más sobre otras culturas indígenas que habitaron y aún habitan nuestro continente Gran Americano. Nos quedamos debiéndole ese trabajo.

Por el momento, solo nos queda agradecer a todos aquellos promotores de  la filatelia latinoamericana que nos permiten recordar   a ese indio que todos llevamos dentro.

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