Opinión

Una vez más aclarando conceptos. (Palestina-2)

Hemos sido testigos de manifestaciones, campañas, huelgas, demandas en muchos países europeos y en Estados Unidos en solidaridad con el pueblo palestino.

Juan Hernández Machado*Opinión/El Pregonero del Darién

Como dijimos en el trabajo anterior, en éste veremos algunos elementos interesantes sobre los palestinos y los países árabes e islámicos, así como sobre la solidaridad internacional con el pueblo palestino.

Los palestinos y los países árabes e islámicos

A lo largo de estos más de 75 años de sufrimiento provocado por los diferentes gobiernos de Israel desde que surgiera como estado en 1948, el pueblo palestino, que ha demostrado una resistencia heroica, ha necesitado algo muy importante: la unidad.

Diferentes han sido las organizaciones que lo han representado, políticas y militares, tanto conformando coalición como independientes y, lamentablemente, no han logrado la tan ansiada independencia y el poder formar un estado en la tierra que les corresponde históricamente y que le ha sido robada en estas más de siete décadas.

Una tragedia que parece no tener fin

Afortunadamente, en esta etapa del enfrentamiento armado contra el ocupante sionista, iniciada el siete de octubre del año 2023, vemos que el movimiento islámico Hamas no ha estado solo en la Franja de Gaza y junto a él están las unidades del Frente Democrático y del Frente Popular para la Liberación de Palestina, así como de la Jihad Islámica, quienes de forma combinada han impedido que los sionistas ocupen la Franja a un costo grande en término de muertos, heridos y pérdida de equipamiento militar.

Esta coordinación de acciones, además de haber impedido los objetivos israelíes en la Franja, han motivado una buena solidaridad por parte de sus hermanos en la Cisjordania ocupada, así como por Hezbolá en el Líbano, los hutíes de Yemen y los islamistas iraquíes.

De igual forma, tenemos que ver con buenos ojos el reciente estrechamiento de relaciones entre Fatah- principal miembro de la Organización para la Liberación de Palestina-, Hamas y las otras organizaciones palestinas para enfrentar la agresión sionista. Hay claridad en que estan enfrentando una batalla existencial y, a nuestro entender lo más importante, que la historia, a lo largo de estos últimos 70 años, ha dejado claro que no se puede creer en las mediaciones de Washington en el caso de Palestina.

No pretendemos cansarlo, amigo lector, dando todos los elementos sobre los diferentes “procesos de paz” que diferentes gobiernos estadounidenses han patrocinado alrededor de este conflicto.

Desde 1948, cuando varios países árabes atacaron al recién creado Estado de Israel, hasta hoy, los respectivos gobiernos estadounidenses han intervenido en todos los enfrentamientos “tratando de buscar una solución pacífica a los mismos”. Pero qué casualidad que siempre han apoyado las posiciones del régimen sionista.

Un pueblo rumbo al exterminio

Luego se empeñaron en que Egipto estableciera las relaciones con Israel; a este siguió Jordania y más tarde trabajaron fuerte para lograr un entendimiento entre Israel y la Organización para la Liberación de Palestina.

Donald Trump logró que Barhein y Emiratos Árabes Unidos firmaran los llamados Acuerdos de Abraham para normalizar relaciones con Israel; luego se unieron Marruecos y Sudán.

En todos los casos- y la historia lo continúa confirmando- Israel dio cumplimiento a los acuerdos según sus propios intereses y el gobierno estadounidense cumplió a cabalidad sus objetivos como mediador que no eran otros que proteger a Israel ante países árabes vecinos, debilitar el apoyo de dichos países a la causa del pueblo palestino y, muy importante, dividir a las organizaciones que representan a este pueblo, haciéndoles creer promesas que nunca han cumplido con el fin de que abandonaran la lucha armada.

En estos momentos los representantes yanquis tratan de lograr un acuerdo que ponga fin a esta confrontación, con el apoyo de diferentes países árabes, pero no han tenido resultado alguno por la testarudez de Bibí Netanyahu y quienes le respaldan en el gobierno sionista. La devastación contra el pueblo palestino ha sido tan grande en esta ocasión, que les resulta muy difícil sacar concesiones de los combatientes palestinos como lograron en ocasiones anteriores.

El régimen de Tel Aviv ha dejado claro que su misión es terminar con Hamas y con la resistencia del pueblo palestino. Le está siendo difícil, pero ha transcurrido más de un año y se aprecia que el gobierno de los Estados Unidos no dejará solo al régimen de Israel en sus pretensiones.

Alienta conocer los resultados de la Cumbre Extraordinaria Árabe- Islámica que terminara en Arabia Saudita el pasado 12 de noviembre, donde se reafirma el apoyo al pueblo palestino a tener un estado propio en sus tierras ancestrales con la capital en Jerusalén Oriental, a la vez que llama a expulsar a Israel de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) por el genocidio que continúa cometiendo.

Se vuelve a pedir al Consejo de Seguridad de la ONU actuar en contra de Israel, pero ya se conoce que el gobierno estadounidense, una vez más, impidió que la última resolución del mismo sobre este caso fuera aprobada.

Juan Hernández Machado

El presidente de Fatah, que a su vez es el presidente del Estado de Palestina desde el año 2014, Mahmud R. Abás, manifestó que “El deber árabe, islámico y humanitario requiere que mostremos los más altos niveles de solidaridad y cooperación para implementar la resolución del Consejo de Seguridad y detener la agresión del ocupante y garantizar que se retire de la Franja de Gaza”.

Los resultados de dicha Cumbre son positivos, pero, lamentablemente, no son suficientes. No se dijo ni una palabra sobre Estados Unidos, y si el régimen sionista lleva más de un año en la etapa más feroz de su genocidio contra el pueblo palestino, más las agresiones al Líbano y Siria, se debe, fundamentalmente al irrestricto apoyo del gobierno estadounidense.

También se pone demasiado énfasis y confianza en lo que pueda lograr el Consejo de Seguridad de la ONU, olvidando que en más de 70 años el gobierno de los Estados Unidos ha vetado más de 46 resoluciones de ese órgano que esperan que actúe fuerte ahora, porque a Israel no se le puede dañar ni con el pétalo de una rosa.

Tal vez por eso fue que el movimiento de resistencia Hamas, en un comunicado de prensa al respecto, manifestara que las decisiones de esa cumbre en Arabia Saudita requerían de un mayor esfuerzo para detener la agresión, levantar el asedio y brindar alivio al pueblo palestino.

Y que quede claro que no estamos diciendo que no se recurra a la ONU ni a su Consejo de Seguridad. Lo que estamos diciendo es que mientras que el gobierno de los Estados Unidos continúe imponiendo su voluntad en ese foro internacional, no se va a resolver el problema palestino por esa vía debido al padrinazgo que tiene el gobierno yanqui con Israel. Entonces, hay que buscar vías y formas más fuertes e impactantes para lograrlo.

Junto a las medidas adoptadas en la Cumbre se podían haber adoptado otras, más radicales, en el sector de la economía donde sí le duele tanto a Israel como a los Estados Unidos, pero no se hizo.

Se conoce que diversas compañías árabes, en buques que tocan puertos árabes, no obstaculizan el abastecimiento de productos a Israel. Mientras esto sucede, el gobierno sionista de Tel Aviv, después de haber destruido la infraestructura de Gaza, dificulta, obstaculiza e impide que lleguen suministros a la población de ese lugar, especialmente comida y medicinas, y eso se ve tan común como que la noche suceda al día y así respectivamente.

Los pueblos árabes están indignados y se manifiestan contra el genocidio, unos con más fuerza y determinación que otros, y algunos de sus gobiernos dicen estar en contra, pero en la práctica o se mantienen como simples observadores o permiten acciones que mantengan la vitalidad del régimen sionista.

A pesar de lo positivo que representa el avance de relaciones y contactos entre Arabia Saudita e Irán, predomina la propaganda estadounidense de que la República Islámica de Irán es la expresión del mal en la región y, por ende, cualquier solidaridad que dicho país exprese con palestinos, libaneses, yemenitas, sirios o iraquíes en su enfrentamiento con los sionistas de Tel Aviv, es vendida como representación del mal a quienes se dejan engañar.

Niños y mujeres, la mayoría de las víctimas

Tan es así que un país árabe en la región advirtió a Teherán que no permitiría que sus cohetes sobrevolaran su territorio, y hasta se plantea que durante el primer ataque de cohetes iraníes a Israel varios fueron derribados por ese país. Sin embargo, hace menos de una semana un cohete israelí cayó en su territorio- rápidamente los sionistas admitieron que fue por desperfectos técnicos- y hasta el momento no hemos encontrado palabra alguna de los representantes de dicho país sobre este hecho, proveniente del verdadero enemigo de los pueblos árabes.

No obstante, y como algo muy positivo, después de concluir la Cumbre Extraordinaria Árabe- Islámica, el presidente de Turkiye, Recep T. Erdogan, declaró que su gobierno cortaba todos los lazos con Israel, a la vez que reafirmaba que mientras que continuaran los envíos de armas a Israel ese país será más agresivo y no detendrá sus acciones contra el pueblo palestino y la situación en el Líbano empeoraría.

No estamos viviendo la situación de hace cuarenta años. El mundo ha cambiado en muchos aspectos, es cierto, pero la agresividad del régimen de Israel en todos los sentidos contra el pueblo palestino es palpable y quien lo niegue o está ciego o quiere aparentar que lo es.

Por tanto, aunque todo lo que se pueda hacer en términos de denuncia a las acciones de Israel, de condena, de solicitud de sanciones por parte de los organismos internaciones es válido y tiene que continuar, la unidad del pueblo palestino en su lucha es vital para su existencia futura con todos los derechos que le corresponden.

Se deben lograr acuerdos que pongan fin a este genocidio, pero desde posiciones de principios, identificando a Israel y a su patrón Estados Unidos como los verdaderos causantes de este desastre, por el que tienen que pagar ya que son los principales responsables.

Por su parte, los países árabes e islámicos deben incrementar sus acciones de solidaridad con ese hermano pueblo, porque hoy se trata de Palestina, pero ya Israel ha demostrado con sus agresiones que puede ser el Líbano, Siria, Yemen, Iraq o cualquier otro país árabe de la región que se oponga a sus intereses.

La comunidad internacional.

Como hemos dicho en trabajos anteriores, y es un elemento digno de reiterar, un instrumento a mano del ciudadano simple en cualquier país del mundo para dañar a los poderosos es golpear donde más le duele: la economía.

Los pueblos no pueden imponer medidas y sanciones unilaterales a los poderosos, pero sí pueden dejar de consumir sus productos y entonces sí lo sienten, existiendo numerosos ejemplos de gobiernos que han cambiado decisiones y adoptado otros caminos menos agresivos porque se han sentido el daño que esto les ocasiona.

En el caso que nos ocupa, durante este último año hemos sido testigos de manifestaciones, campañas, piquetes, huelgas, reclamaciones, demandas en muchos países europeos y en los propios Estados Unidos de América en solidaridad con el pueblo palestino y condena al genocidio que contra él comete Israel con el apoyo yanqui.

Como resultado de lo anterior, varios gobiernos europeos, aliados de Estados Unidos, han tenido que modificar acciones de favoritismo a Israel para evitar el crecimiento del disgusto de su pueblo y que sus acciones pacíficas puedan devenir en una situación crítica que altere el statu quo existente.

En el trabajo anterior vimos como los cohetes y drones de Hezbolá han neutralizado bastante la industria turística israelí y les ha causado cientos de millones de dólares en pérdidas.

Hoy queremos compartir con usted algunas de las acciones del movimiento Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS), porque es algo no tan difundido en Nuestra América.

Este movimiento surgió en julio del año 2005 cuando más de 150 organizaciones no gubernamentales palestinas decidieran unir esfuerzos para desarrollar una campaña global que incrementara la presión económica y política sobre el régimen racista de Tel Aviv y de esa forma ayudar a poner fin a los territorios palestinos ocupados y a la colonización que se estaba desarrollando en ellos; lograr que se reconociera el derecho de los palestinos del exilio a retornar a sus tierras y la plena igualdad de los árabes que viven en Israel.

Fue inspirado en las campañas en contra del apartheid sudafricano y tiene como sustento las diferentes resoluciones de las Naciones Unidas sobre Palestina.

Y fíjese si esta actividad ha sido efectiva que el gobierno de Israel dedica millones de dólares anualmente para catalogarlo de antisemita y para que se le impida actuar legalmente en otros países.

Los dos principales tipos de acciones que promueve son los boicots a todos los productos hechos y/o comercializados por empresas de Israel, así como el llamado a bancos, fondos pensionistas, empresas internacionales a no invertir ni hacer negocios con Israel, especialmente en cuanto al comercio militar se refiere.

Hace 10 años, con la excusa de que el movimiento palestino Hamas había matado a dos ciudadanos de Israel, el gobierno sionista de Tel Aviv puso en marcha su Operación Margen Protector y como resultado de más de un mes de bombardeos despiadados contra la Franja de Gaza que destruyeron instalaciones de salud, escuelas, redes hidráulicas y otras infraestructuras vitales para la vida de los palestinos en ese lugar, más de 2,200 personas fueron asesinadas, incluyendo a 538 menores según datos de las Naciones Unidas.

La labor de BDS en esa oportunidad provocó una disminución de la inversión extranjera en Israel que según informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), alcanzó la cifra de 4,800 millones de euros.

Los continuos bombardeos no dejan nada en pie

También hubo resultados satisfactorios en la esfera cultural cuando varios artistas de renombre internacional cancelaron actuaciones en el país sionista y se suspendieron actividades en el exterior donde debían participar artistas de Tel Aviv.

En estos momentos, cuando la acción agresiva israelí lleva más de un año de duración y ha provocado la muerte de más de 44 mil palestinos, incluyendo una gran cantidad de mujeres y niños, BDS ha incrementado su actividad y se van obteniendo resultados, aunque limitados en su alcance económico, de mucha significación política y social: se ha impedido la entrada a puertos de buques que llevarían mercancías a Israel, aunque no fuera militar; diferentes sindicatos han accionado para no cargar o descargar buques provenientes de o con destino a Israel; se ha suspendido la participación de firmas israelíes en exposiciones internacionales, fundamentalmente militares; empresas de varios países, incluyendo Japón y el Reino Unido, han sus pedido relaciones tradicionales con el régimen sionista.

En días pasados, el pueblo jordano ganó una batalla importante al producirse el cierre de todas las sucursales de la cadena francesa de supermercados Carrefour en su país, debido al apoyo de la misma a la agresión israelí a la Franja de Gaza y al Líbano. La campaña de boicot contra esa cadena había sido iniciada por BDS desde el año 2002 por el contubernio de la misma con el régimen racista.

Y según cifras suministradas por la Asociación de Hoteles de Tel Aviv a medios locales de prensa, la ocupación en septiembre cayó a un 45%, el nivel más bajo desde el inicio de las acciones combativas en octubre del 2023. Se considera que la caída del turismo en Israel alcanza más del 85% y no solo se debe a las acciones de Hezbolá en las colonias limítrofes con el Líbano sino a la campaña internacional de desestimar hacer turismo en ese país.

Aproximadamente unos 90 hoteles han cerrado sus operaciones y miles de trabajadores han sido despedidos, conociéndose también la gran afectación causada por la suspensión de operaciones de diferentes aerolíneas importantes de países occidentales en Israel.

Lo que se esperaba que fuera un sueño para los vacacionistas y para los empresarios este año, al contar con unas 13 mil habitaciones distribuidas en más de 100 hoteles, se está desvaneciendo al incrementarse la crisis de esta industria debido a los llamados a boicot y aislamiento por las acciones cometidas por el régimen sionista.

Firmas como McDonalds, la de helados Häagen-Dazs y la de zapatos y ropa deportiva Puma han tenido que cerrar instalaciones y sufrido pérdidas sensibles por su apoyo a la agresión a Gaza.

El camino es largo, la lucha es dura, nuestra capacidad de resistencia tiene que ponerse a prueba diariamente, pero si junto al discurso y a las acciones políticas sumamos medidas concretas que dañen los intereses de Israel- y como es lógico y fundamental, los de su principal padrino del norte americano- seremos más efectivos en nuestra solidaridad con el pueblo palestino y los pueblos árabes e islámicos que hoy son objeto de las agresiones del ente sionista.

*Premio Nacional de Filatelia 2012 y miembro de la Unión de Historiadores de Cuba

Wilmar Jaramillo Velásquez

Comunicador Social Periodista. Con más de treinta años de experiencia en medios de comunicación, 25 de ellos en la región de Urabá. Egresado de la Universidad Jorge Tadeo Lozano

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