Petro compartió el decreto 562, el gobierno de Duque propuso un proyecto similar de inversión obligatoria.
El presidente Gustavo Petro respondió a las críticas de Iván Duque sobre la "inversión forzosa", aclarando que no es expropiación y acusando al exmandatario de ser "mentiroso" y difundir "calumnias".
15 de agosto de 2024
El presidente Gustavo Petro reavivó la polémica en redes sociales al responder a las críticas de su predecesor, Iván Duque, sobre la figura de la inversión forzosa. Petro no solo calificó a Duque de “mentiroso”, sino que también lo acusó de promover «calumnias» a través de su red de extrema derecha. El actual mandatario defendió la medida, señalando que busca fomentar la inversión en sectores productivos, mientras acusa a la oposición de haber implementado estrategias similares en el pasado.
El expresidente Duque de nuevo le miente al país. Difunde la calumnia con su red de extrema derecha haciendo ver que la inversión forzosa, que deben hacer los bancos en créditos a la producción y no con créditos a la especulación o la economía fósil, es una forma de expropiación…
— Gustavo Petro (@petrogustavo) August 14, 2024
La inversión forzosa: ¿una forma de expropiación?
El debate sobre la inversión forzosa se ha convertido en un tema central de discusión en Colombia. Petro insistió en que esta medida no debe confundirse con una expropiación, como asegura la oposición, sino como una herramienta para redirigir los recursos financieros hacia sectores que generen producción, empleo y crecimiento económico.
En su declaración, Petro recordó que durante el gobierno de Iván Duque, se planteó un proyecto similar a través del decreto 562. Este decreto establecía una inversión obligatoria dirigida a apoyar proyectos específicos, lo que, según el actual presidente, contradice las críticas que hoy hacen los sectores afines a Duque.
Argumentos de la oposición y la defensa de Petro
Para la oposición, la propuesta de inversión forzosa es vista como una intervención estatal que podría distorsionar el libre mercado. Sin embargo, Petro replicó que este tipo de medidas se han aplicado con éxito en el sector agrícola durante décadas y que, en esta ocasión, se pretende extenderlas a industrias como la exportación no tradicional, el mejoramiento de vivienda y el turismo.
“Es una falacia afirmar que esta medida es una forma de expropiación,” expresó Petro en su cuenta de X (antes Twitter). Además, señaló que la extrema derecha es “cínica” al criticar una propuesta que, según él, ellos mismos impulsaron cuando Duque estaba en el poder.
El impacto de la propuesta en la economía colombiana
El gobierno de Gustavo Petro ha defendido esta iniciativa como parte de su estrategia para reactivar la economía nacional. La inversión forzosa busca garantizar que los recursos financieros se utilicen para proyectos productivos en lugar de alimentar la especulación financiera. De esta manera, el Ejecutivo busca incentivar sectores clave que puedan contribuir al desarrollo económico y social del país.
No obstante, los críticos argumentan que este tipo de medidas podría ahuyentar la inversión extranjera y generar un clima de incertidumbre entre los empresarios, quienes verían limitada su libertad para decidir dónde colocar sus capitales.
El contexto político detrás del debate
El intercambio entre Petro y Duque no solo refleja una diferencia de enfoque económico, sino también un enfrentamiento político de larga data. La discusión se enmarca en un contexto en el que la polarización sigue siendo un factor predominante en la política colombiana. Ambos líderes representan visiones contrapuestas: mientras Petro promueve un modelo de intervención estatal para garantizar el bienestar social, Duque y sus aliados defienden una economía de mercado con menor injerencia gubernamental.
El cruce de declaraciones ha sido particularmente intenso en redes sociales, donde Petro acusó a la oposición de “Fake News” y de desinformar a sus seguidores, creando una narrativa errónea sobre las intenciones del gobierno.
Perspectivas a futuro
El debate sobre la inversión forzosa está lejos de concluir. Con sectores divididos entre quienes ven en esta medida una oportunidad para dinamizar la economía y quienes la consideran una amenaza para la libertad empresarial, el gobierno de Petro tendrá que enfrentar múltiples desafíos para llevar adelante su propuesta. La viabilidad de esta estrategia dependerá, en gran medida, de la capacidad del Ejecutivo para generar confianza tanto en los actores económicos nacionales como internacionales.
El presidente Gustavo Petro ha dejado claro que no dará marcha atrás en su intención de implementar políticas que, según él, están orientadas a beneficiar al país en su conjunto. Mientras tanto, la oposición continúa alerta y crítica ante cualquier intento de modificar las reglas del juego económico.