Aun amigo que se fue a vivir a Miami porque creyó que lo iban a expropiar
Los salones de belleza están hasta la moña, la gente compra, la pequeña empresa obtiene créditos baratos del gobierno.
Por: Juán Fernando Uribe Duque /Opinión/ El pregonero del Darién
Hola
No veo tan mal al país. La gente trabaja, no se queja, parrandea, sale y compra. Las tiendas y las plazas se ven surtidas, los estadios se llenan. Hay trabajo, la agricultura aumentó, el sector financiero prospera, está contento y hace alianzas con el gobierno.
Se construyen colegios y universidades, la economía popular florece, hay diálogos de negocios para lograr un acuerdo con el brazo armado del narcoguerrillerismo y los neoparacos.
Las importaciones de alimentos y bienes suntuarios han bajado, pero el comercio popular crea colas en el Hueco y afines, Fenalco se queja, pero los «marinillos» están felices, la Cámara de Comercio se en verraca, pero el tendero vende y fía, los salones de belleza están hasta la moña, la gente compra, la pequeña empresa obtiene créditos baratos del gobierno y la gente sale a pasear con respeto, los hoteles se llenan y Karol G llora de emoción dos días seguidos en el estadio lleno con boletas de a millón.
Los negros ya no le tienen tanta bronca a los blanquitos y la Comuna 13 (¿la conocen?) se mantiene llena de gringos y de europeos chupando paleta. El campesino está contento con derechos y tierra, Ecopetrol hace alianzas e inaugura parques inmensos de páneles solares y molinos de viento en la Guajira y los Llanos… llega agua potable y saneamiento básico y bueno, hay que vivir por aquí para estar al tanto y no comerle el cuento a la Vicky Dávila al hijito mimao de Carlos Antonio…
Un abrazo, Juan.