Científicos despedidos y evaluación climática nacional en riesgo bajo la administración Trump
La administración Trump despide a 400 científicos y cancela contratos clave, poniendo en riesgo la Evaluación Nacional del Clima y el cumplimiento de su mandato legal en EE. UU.
29 de abril de 2025
En un giro inesperado que ha alarmado a la comunidad científica y a legisladores, la administración Trump ha despedido abruptamente a los 400 científicos encargados de la Sexta Evaluación Nacional del Clima, un informe clave para la política ambiental de Estados Unidos. Esta decisión, sumada a la cancelación del contrato con la consultora ICF International, pone en entredicho el cumplimiento de un mandato legal y deja al país sin una guía fundamental para enfrentar los retos del cambio climático.
Evaluación Nacional del Clima: Un pilar bajo amenaza
El valor estratégico del informe
La Evaluación Nacional del Clima es un informe cuatrienal, requerido por el Congreso desde 1990, que analiza los impactos del cambio climático en Estados Unidos. Sus hallazgos son cruciales para que gobiernos locales, empresas y ciudadanos tomen decisiones informadas sobre adaptación y resiliencia ante fenómenos como el aumento del nivel del mar, cambios en los patrones de precipitación y la gestión de incendios forestales.
La abrupta destitución de los científicos y la suspensión del soporte técnico comprometen la continuidad y la calidad del informe, cuyo objetivo es ofrecer una visión integral y actualizada sobre los riesgos y oportunidades que enfrenta el país en materia climática.
Implicaciones para la política y la sociedad
El informe ha servido históricamente como herramienta fundamental para la formulación de políticas públicas y estrategias empresariales. Sin este insumo, expertos advierten que Estados Unidos podría «volar a ciegas» en un contexto global cada vez más afectado por el calentamiento global. La falta de información confiable debilita la capacidad de respuesta ante desastres naturales y dificulta la planificación a largo plazo.
El impacto de la cancelación del contrato de la USGCRP
Desmantelamiento de la infraestructura científica
La decisión de cancelar el contrato de la NASA con ICF International, valorado en 34 millones de dólares, ha dejado sin recursos a la Oficina del Programa de Investigación del Cambio Global de EE. UU. (USGCRP), responsable de coordinar la evaluación entre 13 agencias federales. Esta medida no solo afecta la elaboración del informe, sino que también rompe la coordinación científica entre agencias como NASA, NOAA y el Departamento de Energía.
Con la pérdida de financiamiento, al menos dos docenas de empleados de la USGCRP quedarán sin apoyo, y la oficina podría quedar prácticamente desmantelada. Según Donald Wuebbles, líder de la evaluación anterior, esta situación es «perjudicial para el país», ya que elimina un espacio de coordinación clave para evitar duplicidades y lagunas en la investigación climática.
Consecuencias para la investigación y la toma de decisiones
La falta de una evaluación nacional actualizada afecta directamente a sectores que dependen de información científica para planificar inversiones y estrategias de mitigación. Empresas, gobiernos estatales y locales, y organizaciones de la sociedad civil pierden así una fuente confiable para anticipar riesgos y oportunidades asociados al cambio climático.
Mandato legal en entredicho
Riesgo de incumplimiento del Congreso
La Global Change Research Act de 1990 establece que el gobierno federal debe entregar la Evaluación Nacional del Clima al Congreso y al presidente cada cuatro años. La actual crisis pone en duda el cumplimiento de este mandato legal, lo que podría derivar en acciones legislativas para exigir responsabilidades o restaurar el proceso.
El informe no solo es un requisito legal, sino también una herramienta clave para la transparencia y la rendición de cuentas en materia ambiental. La interrupción de su elaboración representa un retroceso significativo en la gestión del cambio climático a nivel federal.
Contexto de recortes y desmantelamiento institucional
Esta decisión se suma a una serie de acciones previas de la administración Trump, como la reducción del 30% del presupuesto de la NOAA, el cierre de la Oficina para el Cambio Global del Departamento de Estado y la eliminación de referencias al cambio climático en portales oficiales. Para expertos como la Dra. Rachel Cleetus, «intentar enterrar este informe no alterará los hechos científicos, pero sin esta información el país corre un riesgo mayor».
La situación actual responde también a recomendaciones de grupos de presión como la Heritage Foundation, que han propuesto incluir «puntos de vista más diversos» y revisar la estructura del USGCRP, lo que podría debilitar aún más la integridad científica del proceso.
Una encrucijada para la ciencia y la política climática
El despido masivo de científicos y la cancelación de contratos esenciales ponen en riesgo la capacidad de Estados Unidos para liderar y adaptarse frente al cambio climático. Sin una evaluación nacional rigurosa y coordinada, el país pierde una brújula indispensable para navegar los desafíos ambientales del siglo XXI.