Investigación sobre Pegasus: ¿Quién tiene el control del software en Colombia?
Sospechas de lavado de activos: La inexistencia de un contrato o respaldo legal sobre la compra de Pegasus ha levantado sospechas de lavado de activos.
26 de octubre de 2024
La polémica en torno al software de espionaje Pegasus, adquirido durante el gobierno de Iván Duque, ha escalado en una investigación que apunta a posibles prácticas de espionaje político y lavado de activos en Colombia. Además de las dudas sobre quién controla y usa actualmente este software, el caso ha puesto en evidencia una presunta red de corrupción que involucra tanto a actores nacionales como internacionales. El uso irregular de Pegasus y su posible financiamiento opaco han provocado una crisis política y judicial, mientras el país espera respuestas sobre su paradero y propósito actual.
Adquisición de Pegasus en Colombia: sospechas y dudas
Durante el gobierno del expresidente Iván Duque, el software de espionaje Pegasus, conocido por su capacidad para infiltrarse en dispositivos móviles, fue adquirido bajo circunstancias poco transparentes. Fuentes de alto nivel han señalado que esta herramienta fue utilizada para espionaje político en Colombia, sin embargo, no existen contratos o registros oficiales que respalden la compra del software. Esto ha llevado a cuestionamientos serios sobre si la transacción involucró lavado de activos o un financiamiento ilegal que habría tenido el objetivo de evitar la llegada de Gustavo Petro a la presidencia.
La falta de documentación contractual ha intensificado las sospechas. El senador Antonio Correa, líder en la investigación del caso, sostiene que NSO Group, la empresa israelí desarrolladora de Pegasus, pudo haber sido engañada sobre el origen del dinero empleado en la transacción. Correa señala que no se usaron fondos públicos en esta adquisición, sino que, supuestamente, provino de empresarios y contratistas con intereses específicos en el contexto político de Colombia.
Espionaje político: el alcance de Pegasus en América Latina
El caso Pegasus no es exclusivo de Colombia. En países como México, El Salvador y Panamá, este software ha sido utilizado con fines políticos y de espionaje, generando múltiples denuncias internacionales. En México, por ejemplo, Pegasus fue empleado durante el gobierno de Enrique Peña Nieto para espiar a políticos de la oposición, periodistas y defensores de derechos humanos. Casos similares se han reportado en El Salvador, donde se señala que el presidente Nayib Bukele empleó Pegasus para vigilar a periodistas y críticos de su administración, específicamente al equipo de investigación del medio El Faro.
Panamá también es parte de la lista de países en los que Pegasus ha sido utilizado en prácticas de espionaje, y actualmente se han identificado a tres colombianos implicados en la estructura de venta de este software en territorio panameño. La presunta relación de Colombia con una red de corrupción transnacional amplifica las preocupaciones sobre el uso indebido de Pegasus en la región, conectando diversos escándalos de espionaje con una estructura de comercialización ilegal de tecnologías de vigilancia.
Debate de control político: la urgencia de una investigación en profundidad
El senador Correa ha convocado a un debate de control político en el Congreso de Colombia para esclarecer el paradero y uso actual de Pegasus en el país. Correa ha solicitado la comparecencia de la Fiscalía, el Ministerio de Defensa y las Fuerzas Militares para que den explicaciones sobre la compra y la posible utilización del software en operativos de espionaje interno.
Gustavo Petro, actual presidente de Colombia, ha afirmado que Pegasus fue utilizado para espiar a opositores y activistas durante el Paro Nacional de 2021. Sin embargo, no se han encontrado pruebas concluyentes sobre quién posee el control del software hoy en día, lo que aumenta las sospechas de que sigue operando bajo una estructura irregular.
Redes de corrupción y posibles implicaciones democráticas
Más allá del espionaje político, las investigaciones señalan una sofisticada red de corrupción que involucra a instituciones del Estado colombiano, incluyendo la posible participación de la Policía de narcóticos. Según se informa, fondos desconocidos y vuelos con grandes cantidades de dinero fueron empleados para encubrir esta operación, utilizando instalaciones militares para evitar el escrutinio público. La falta de transparencia y la implicación de fuerzas de seguridad estatales sugieren una trama profunda de corrupción con fines políticos y económicos.
Líderes políticos y analistas coinciden en que este tipo de prácticas representan una amenaza directa para la democracia en Colombia. La presunta utilización de Pegasus para vigilar a ciudadanos y opositores afecta las libertades civiles y puede derivar en una crisis de derechos humanos si no se toman medidas contundentes.
Escenarios posibles: la importancia de respuestas claras
Este caso plantea dos grandes preguntas que aún no tienen respuesta: ¿dónde está actualmente el software Pegasus y quién está utilizándolo? Estas interrogantes, además de la ausencia de transparencia en la adquisición y manejo del software, han generado una crisis de confianza en las instituciones y han llevado a una serie de investigaciones en el Congreso.
La resolución de estos interrogantes será crucial para determinar si el uso de Pegasus se limitó a un caso de espionaje político irregular o si estamos ante una red de corrupción más amplia, con ramificaciones profundas y peligrosas para la institucionalidad del país. Las decisiones que se tomen al respecto serán fundamentales para proteger la democracia y los derechos de los ciudadanos en Colombia.