Opinión

Petro y sus “fanáticos”

Quienes lo apoyamos no somos fanáticos, somos sus copartidarios convencidos que sus ideas son las que más le convienen a Colombia, y su modo de implementarlas, también.

Juan Fernando Uribe Duque/Opinión/ El Pregonero del Darién

El fanático puede ser fanático de su propia convicción, más no por ello tiraniza, todo lo contrario, puede ser abierto a las ideas complejas y complementarias, o a las verdades parciales de tipo positivista y pragmático. Puede pactar y convocar para que su ideal u objetivo perviva y se haga real. Su convicción es tal que sabe que sólo no puede, pues no es un tirano, todo lo contrario, llama a un consenso dentro del marco de lo propuesto. Por eso y para eso fue electo -en caso de un presidente- previa seducción y convencimiento, no así el tirano, el déspota o el dictador que se imponen por la fuerza.

En el caso de Petro no es fanatismo, es apoyo y convicción, no es tiranía, es defensa de algo de lo cual está convencido y por lo que lucha y llama a un grupo de trabajo y a un movimiento político de apoyo.

 Quienes lo apoyamos no somos fanáticos, somos sus copartidarios convencidos que sus ideas son las que más le convienen a Colombia, y su modo de implementarlas, también.

Wilmar Jaramillo Velásquez

Comunicador Social Periodista. Con más de treinta años de experiencia en medios de comunicación, 25 de ellos en la región de Urabá. Egresado de la Universidad Jorge Tadeo Lozano

Artículos destacados

Botón volver arriba