Protestas universitarias desafían genocidio palestino
Estudiantes de EE.UU. y Europa realizan acampadas en solidaridad con Palestina.
Un movimiento estudiantil sin precedentes desde la época del activismo contra la guerra de Vietnam está sacudiendo los campus universitarios de Estados Unidos y Europa. Miles de jóvenes alzan su voz para condenar el genocidio que Israel perpetra contra la población palestina de Gaza, exigiendo el fin de la masacre y de la ocupación colonial. Las autoridades académicas y fuerzas del orden han respondido con dura represión, pero las protestas se extienden de forma imparable.
Epicentro en Columbia
Ocupaciones y campamentos de resistencia
El detonante fue la acampada instalada el 19 de abril por el movimiento estudiantil en la Universidad de Columbia, Nueva York. En menos de dos semanas, la iniciativa se replicó en decenas de instituciones de todo el país, desde la Universidad de Yale hasta el MIT, pasando por Harvard, la Universidad de California o la de Texas. Los estudiantes ocupan edificios, realizan sentadas e instalan campamentos de solidaridad en apoyo al pueblo palestino.
Los campus se han convertido en centros de activismo contra el genocidio, con asambleas, debates, talleres de cultura árabe y visitas de activistas veteranos. Reivindican el cese de los bombardeos israelíes sobre Gaza, el fin de la ocupación de Palestina y la desinversión de las universidades en empresas cómplices de los crímenes de guerra.
Ola de detenciones y expulsiones
Mano dura policial y académica
La respuesta de las autoridades ha sido contundente, con un despliegue sin precedentes de fuerza policial y medidas disciplinarias contra los manifestantes. A nivel nacional, ya suman más de 900 los estudiantes detenidos, en algunos casos con un arresto violento por parte de unidades antidisturbios y francotiradores. Varios alumnos han sido expulsados de sus residencias universitarias con apenas 15 minutos para recoger sus pertenencias.
La escalada represiva también se ha cebado con el profesorado que apoya las protestas. Diversos docentes han sido arrestados, suspendidos de empleo y sueldo, o directamente despedidos por manifestar su solidaridad con Palestina. Algunos han formado cadenas humanas para proteger a los estudiantes de la brutalidad policial.
Criminalización mediática
Acusaciones de antisemitismo y radicalismo
En paralelo a la respuesta coercitiva, los principales medios de comunicación han orquestado una campaña de criminalización de las protestas, tachándolas de violentas, radicales y antisemitas. Numerosos artículos de la prensa conservadora y liberal acusan a los estudiantes de ser «proxis de Irán» e «instrumentos del odio» contra la comunidad judía.
Este marco narrativo contribuye a legitimar el genocidio israelí al presentarlo como un «conflicto» entre dos bandos enfrentados, uno con objetivos supuestamente terroristas y otro en una noble misión de autodefensa. Además, rara vez se identifica a Israel como perpetrador de los ataques que causan muerte y destrucción entre los palestinos.
Impacto electoral
¿Cambio en la política de EE.UU. hacia Israel?
Si bien es pronto para calibrar sus efectos, el movimiento estudiantil ya está generando grietas en el sólido respaldo de Estados Unidos al Estado de Israel. Las encuestas reflejan un creciente malestar en el electorado demócrata, particularmente entre los jóvenes, con más del 50% oponiéndose al apoyo a la ocupación de Palestina.
En un año electoral, estas protestas históricas podrían presionar a la administración Biden a revisar su postura acrítica hacia las políticas de Netanyahu. Significativos sectores del partido gobernante ya no están dispuestos a seguir avalando la masacre israelí en Gaza ni la ocupación colonial de los territorios palestinos.
