Reforma a la salud garantiza control público y prioriza prevención, afirma Corcho
La reforma a la salud prioriza prevención y control público con cinco medidas anticorrupción.
2 de diciembre de 2024
La reforma a la salud, aprobada en primer debate, preserva dos pilares fundamentales del proyecto inicial: el manejo público de los recursos y el énfasis en la prevención sanitaria, según destacó Carolina Corcho, exministra de Salud. Esta iniciativa busca transformar el sistema con medidas que promueven la transparencia y el control social, en un esfuerzo por resolver problemas estructurales del sector.
Cinco medidas para combatir la corrupción
La propuesta introduce un esquema de supervisión a través del ADRES (Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud), implementando un sistema de información público que permitirá a los ciudadanos monitorear el destino de cada peso. Además, contempla:
- Pagos directos desde el ADRES a clínicas y hospitales bajo reglas claras.
- Auditoría a las gestoras de salud y vida, encargadas de coordinar los servicios.
- Supervisión estricta por parte del ADRES sobre las gestoras.
- Un manual tarifario obligatorio para regular los costos en servicios de salud.
- Creación de consejos de control social a nivel nacional, departamental y municipal.
Corcho enfatizó que este modelo garantiza transparencia al limitar la contratación sin regulación y al permitir la vigilancia ciudadana.
Énfasis en la prevención: clave para la sostenibilidad
La prevención es otro pilar del nuevo modelo. Según Corcho, un sistema de salud sostenible debe enfocarse en detectar enfermedades a tiempo. “Es inviable esperar que el cáncer avance o que se ignore la salud mental de los jóvenes. La prevención es el eje central del sistema”, afirmó.
Este enfoque busca reducir los costos a largo plazo, al tiempo que mejora la calidad de vida de la población.
Gestoras de salud y vida: un nuevo rol
El texto actual modifica la estructura de las EPS, que serán reemplazadas por gestoras de salud y vida. Estas entidades no manejarán directamente los recursos públicos, sino que se enfocarán en auditoría, coordinación y supervisión, asegurando un uso más eficiente y transparente de los fondos.
El proyecto también aborda problemas como la integración vertical, donde las EPS contrataban sus propias clínicas sin regulación, lo que generaba sobrecostos al sistema. El nuevo modelo promete corregir estas fallas, con un énfasis en la transparencia financiera y la regulación tarifaria.
La reforma, aunque ajustada respecto al texto original de más de 150 artículos, mantiene su esencia y los acuerdos logrados en el Congreso, siendo vista como una oportunidad para solucionar los problemas históricos del sector salud.