Opinión

En 2026 las bases del progresismo serán de otra opinión?

Replantear la forma de hacer la política en Antioquia, es un paso importante que deben dar los dirigentes progresistas, el Quinterismo fue un desastre total en las elecciones.

Cada vez es más difícil defender a Petro, y no lo digo por su gestión como presidente de la república, pues es de amplio conocimiento que conoce las necesidades de nuestro país como ninguno, que es el indicado para dirigir nuestro país en estos momentos de gran incertidumbre mundial, no me cabe la menor duda, es el indicado para dirigir nuestro país en esta etapa de nuestra historia.

Cuando hago referencia a que cada vez es más difícil defender a Petro, me refiero a su gestión hacia las bases que lo apoyaron políticamente para alcanzar un sueño esquivo durante más de 200 años, un sueño que se alcanzó debido al asesinato de muchos líderes sociales, de jóvenes lesionados durante las protestas, de mujeres valientes que fueron capaces de enfrentar una sociedad misógina y cobarde, a lo largo de gobiernos que no admitían la diferencia, que no admitían la divergencia y mucho menos el pensamiento diferente, un pensamiento de una Colombia dónde todos tengamos nuestro lugar y que los derechos, consagrados en la Constitución de 1991, sean para todas y todos.

No fue fácil llegar al poder

Es entendible y de conocimiento general, que no se llegó con las mayorías que permitan a este gobierno, lograr sin traumatismos, el cumplimiento de todas las propuestas por las que muchos votamos. Este es un obstáculo, que ha sido manejado por Gustavo Petro con mucha tranquilidad, por no decir, demasiada pasividad, a la espera de la aprobación de reformas que, desde mi punto de vista, no llegarán, pues siempre esperarán hasta último debate para hundirlas, y que, de llegar, mucho me temo, que el costo burocrático para alcanzar “consensos” será demasiado alto para las bases.

Es bastante humillante, para quienes apoyamos este gobierno, ver en cargos de libre remoción y nombramiento a los mismos de siempre, haciendo lo que mejor saben hacer, vivir del erario y burlarse en nuestra cara; al parecer es cierta esa frase que se acuña cada vez con más fuerza en las cafeterías, dónde se reúnen progresistas simpatizantes del gobierno, a lamerse las heridas, muchos de ellos dicen “Somos buenos para votar, pero no para ser tenidos en cuenta para gobernar”.

Ahora hablan de un partido único, personalmente me parece una utopía, pues muchos de éstos no renunciarán a tener un aviso que les da poder en elecciones, y los más antiguos, reclamarán su derecho a ser los dueños del nuevo colectivo político, relegando a las bases y dando poder a demagogos que sólo buscan su propio beneficio.

Es necesario replantear

Replantear la forma de hacer la política en Antioquia, es un paso importante que deben dar los dirigentes progresistas, el Quinterismo fue un desastre total en las elecciones y, muy a mi pesar, veo que le siguen dando juego a partidos que pisotean a los progresistas afines a Gustavo Petro, los diezman, los aíslan y, son ellos, los que vienen en representación del gobierno nacional a hacer lo que mejor saben hacer, politiquería.

Pronto nos pedirán que salgamos a las calles a defender la democracia, que el cambio por el cual votamos lo defiende el pueblo, y con esa premisa estoy totalmente de acuerdo. Pero, es importante recordarle a la dirigencia progresista verdadera, encabezada por Gustavo Bolívar,  que nos están ganando la batalla, la actitud paquidérmica de los dirigentes, altamente centralizados y notoriamente desorganizados, impiden una fluidez de comunicación con el gobierno, del cual no encontramos eco, no hay quien atienda el llamado, no hay quien escuche.

Aún hay tiempo para corregir, pero, no podemos darnos el lujo de esperar demasiado, Antioquia merece ser tenida en cuenta, especialmente Urabá.  Ya tuvimos una primera alerta en las elecciones regionales, que el 2026 no se convierta en la estocada final para el progresismo.  ¡Cuidado con el 2026!

Libardo Antonio Vasquez Quintero

Programador y diseñador web. Con más de 20 años de experiencia en el sector audiovisual, soy apasionado por las comunicaciones. Defiendo las ideas libres y el pensamiento crítico. Soy fiel creyente en la utopía de ver una Colombia en paz.

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