Cultura

Vanegas: una explosión de ideas

Carlos Alberto Vanegas es ingeniero mecatrónico, empresario y escultor, también tiene algo de loco, acompañado con ingenio al mejor estilo del Hidalgo Caballero, locura, pero cuerda.

Hace 40 años nació en Cartagena, hijo de un oficial de la Armada Nacional y una arquitecta, se considera urabaense ya que casi toda su existencia la ha vivido en estas tierras en las que echó raíces y adelanta sus proyectos empresariales y culturales al lado de su pilar fundamental, su polo a tierra, su esposa Sara Pérez, el puntal que no deja que su mundo se derrumbe.

Se graduó como ingeniero mecatrónico en la Universidad San Buenaventura de Bogotá donde se lució no solamente con sus mejores robots, sino mejorando estéticamente los de sus compañeros.

El escultor Carlos Alberto Vanegas Bueno

Su núcleo familiar lo componen su padre Luis Guillermo Vanegas un capitán de Corbeta ya retirado de la Armada Nacional, pero no de las aguas, ya que sigue surcando mares, capoteando inmensos barcos en Buenaventura y en Urabá donde es muy popular en el Puerto de Turbo, su madre, la arquitecta Lourdes Bueno quien aún construye edificios, su hermana María Claudia, politóloga y su hermano José Luis, también ingeniero mecatrónico ambos residenciados en Estados Unidos.

Homenaje a Katherine Ibarguen

En Apartadó vive con su esposa Sara Pérez, sus hijos Martín de 13 años y Mariana de 16, quien se inclinó por las artes plásticas y considerada una alumna aventajada lista para llevar parte de su obra a una exposición fuera del país en los próximos días.

Tras su llegada a Urabá luego de terminar su carrera universitaria, Carlos Vanegas se vinculó como coordinador de los astilleros Casanova de Unibán, allí se encariñó con barcos y otras estructuras navegables, bongos y atlas, todo lo que tenía que ver con la lámina, su material predilecto.

Parece ser que de los astilleros heredó la costumbre de estar cortando láminas y transformándolas, es como un virus que lleva en la sangre, ahora también quiere abrir una línea de souvenirs, pero advierte que todo a su debido tiempo.

El artista tiene una serie de pájaros

De allí se propuso luchar por su independencia laboral, con la liquidación compró una máquina para moldear figuras en lámina, estuvo vinculado al Sena como instructor, siempre creando máquinas y herramientas para hacer más fácil algunas labores, una garrucha patinadora, una máquina transportadora, equipos para el acarreo de la piña en los cultivos, no se podía quedar quieto, siempre estaba creando construyendo aparatos con su imaginación volando.

Posteriormente se dedicó a elaborar cuadros en lámina, oxidados y envejecidos y hasta llegó a participar en una Feria del Hogar en Corferias en Bogotá donde llegó con su camioneta atestada de cuadros. “Fue una experiencia chévere, no gané plata, pero tampoco perdí” relata hoy con toda frescura.

Un colosal proyecto de 14 metros de altura diseñado para Apartadó. La base de la escultura sería un museo.

Carlos Vanegas es un hombre inquieto su imaginación va a mil, siempre está rayando papeles o trazando en su computador, siempre soñador pero aterrizado, creando, imaginando proyectos, desde su empresa metalmecánica al lado siempre de su esposa, elaboran puertas ventanas y afines que es su fuerte.

“Nunca pienso en compararme con este o aquel, solo ser y no traicionarme jamás, no me dedico a beber, tomar tinto y quejarme todo el día, no opino de poesía, ni letras porque no es mi fuerte, se respetar y admirar el talento y la belleza de las cosas sin importar su origen” Escribió con toda vehemencia una tarde en sus redes sociales. Su mensaje fue claro y contundente.

La lámina hecha escultura

Vanegas el escultor

Carlos Alberto Vanegas siempre ha estado ligado al arte, enamorado de la escultura en lámina, metal que no desampara un minuto de su existencia: traza, corta, pega, crea, pule, corrige siempre  sobre lámina, le fascinan los triángulos desde que se metió al mundo de los astilleros, le encanta ver como flotan en el agua esas combinaciones de cuadros y triángulos, que conforman las embarcaciones y hoy mezcla justamente esas figuras geométricas en sus esculturas, figuras  que tienen para él un significado casi mítico.

Vanegas tiene esculturas en varias regiones, sus pelícanos son famosos en San Antero, hoy trabaja en un proyecto escultural en el departamento del Huila relacionado con la cultura de San Agustín, pero es en Urabá donde se concentra la mayor parte de su obra, Apartadó, Carepa y Turbo, muchas urbanizaciones de la región llevan el sello de su trabajo. También son ampliamente conocidas la escultura al Trabajador Bananero en Apartadó y el monumento a la atleta Katherine Ibarguen.

La obra en marcha

Justamente sobre la obra de Katherine Ibarguen dijo: “Le pregunté a la deportista si le gustaba la escultura y tras unos pequeños ajustes dijo que le gustaba, eso me bastó para terminarla, lo demás es cuento. Si le gusta a ella, me gusta a mí”

La polémica

El año pasado con la entrega al público del Monumento al Trabajador Bananero y la escultura a Katherine Ibarguen en Apartadó se desató una fuerte polémica entre un grupo de artistas que descalificaron abiertamente la obra de Vanegas, sobre este incidente el artista dijo:

Fue muy duro para mi la primera semana, no quería ni ver las redes sociales, tampoco respondí a los agravios ya que considero que la obra se tiene que defender sola, yo voy para adelante, soy muy intenso, creo que yo mismo me tengo que parar, siempre estoy al frente de proyectos, desarrollando ideas”

Vanegas tiene monumentales proyectos, se podía decir casi faraónicos, pero con la confianza y las ganas que les pone a sus ideas no se puede dudar que veremos dichos sueños convertidos en realidad. Su trabajo registra una marcada influencia del Cubismo.

Papagayo instalado en Carepa

Por ejemplo, tiene diseñado el Monumento al Trabajador Bananero, una descomunal escultura de 14 metros cuya base será un museo, idea que se le vino a la mente observando la Estatua de la Libertad en Estados Unidos, es un trabajo que puede superar los dos mil millones de pesos.

En Turbo trabaja en otro proyecto similar del cual todavía no quiere adelantar muchos detalles hasta no tenerlo en la etapa de no retorno, es igualmente otra escultura de grandes proporciones.

También le gustaría intervenir el llamado Parque del Artista en Apartadó, también denominado parque de Bomberos. Me sueño allí como Alicia en el País de las Maravillas” dice cargado de optimismo.

Disneyland

Vanegas se inspira mucho en los Imagineering, unos ingenieros que trabajan en los diseños de los parques en Walt Disney, dueños de una desproporcionada imaginación, con décadas de vigencia y actualidad permanente, siempre pensando en grande.

Obra en construcción

El artista cree que algunos se han dedicado a criticar su trabajo sin conocer el proceso, desde el momento en que elabora la figura en plastilina o arcilla hasta llevarla a las escalas de producción final. “Por eso mi idea es seguir para adelante, trabajar sin parar, siempre con la premisa que mi obra se tiene que defender sola” advierte.

Vanegas nos recibió en la oficina de su empresa metalmecánica en medio de herramientas, tornillos y máquinas, esta también hace las veces de estudio, allí se concentra a pensar, armar planes, a diseñar impresionantes monumentos que aspira construir mañana, va sin prisa, le anima su esposa que hace de motor impulsor, el soporte emocional de los hijos y otro sueño que maquina lentamente en su interior, ver a su hija Mariana en las galerías del mundo exhibiendo sus creaciones, sueño que al paso que va, no tardará mucho en verlo realidad. La muchacha pinta bien dicen sus maestros.

Urabá, abril de2025.

Hora de crear

Wilmar Jaramillo Velásquez

Comunicador Social Periodista. Con más de treinta años de experiencia en medios de comunicación, 25 de ellos en la región de Urabá. Egresado de la Universidad Jorge Tadeo Lozano

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