Opinión

Periodismo pre-pago y periodismo ladino

En lo personal yo prefiero al periodismo frontal porque no engaña respecto a sus intenciones y considero más dañino al ladino porque encubre su rancio espíritu derechista.

Carlos Mario González/Director de la Biblioteca Franz Kafka- BFK

Entre los obstáculos que tiene que sortear día a día el esfuerzo transformador que lidera nuestro presidente, uno que no es el menos importante es el del periodismo dedicado a la descalificación pertinaz. Lo hay de dos tipos: el franco y el ladino. El primero es el de Caracol, RCN, Blu Radio, Semana, El Tiempo, El Colombiano, etc., desembozados altoparlantes de la derecha visceral colombiana.

Empero, estos descalificadores, con lo horrible que representan, son preferibles a los ladinos, a los que posan de «objetivos» y «neutrales», pero que no son otra cosa que enmascarados defensores del viejo orden de este país, pues su «objetiva» evaluación del proceso del país lo hacen olvidando adrede tres cosas, «olvido» que les permite terminar pintando un país al borde del abismo.

Lo que no incluye en sus balances este periodismo tartufo es evaluar el presente de las realizaciones del gobierno contra lo heredado del pasado, al igual que no considerar el crucial asunto del carácter procesual, esto es, de logros progresivos en el tiempo, de la transformación requerida por un país de estructuras anquilosadas durante siglos y favorecedoras de los poderosos; pero tampoco le dan lugar al examen del salvaje bloqueo por parte de un congreso corrupto y de unas instancias sesgadas de la justicia a los esfuerzos reformadores emprendidos por el Gobierno del Cambio.

En lo personal yo prefiero al periodismo frontal porque no engaña respecto a sus intenciones y considero más dañino al ladino porque encubre su rancio espíritu derechista. En este periodismo hipócrita, periodismo que produce náuseas, están personajes como Daniel Coronell, María Jimena Duzán, Ana Bejarano, los Samper (padre e hijo), Ariel Ávila, por mencionar un pequeño puñado de estas plumas encubiertas y enemigas del cambio del país.

En razón de lo anterior es muy importante escuchar y evaluar, en términos de hechos y datos verificables, la alocución-balance que ha hecho Gustavo Petro este último día de 2024, en la que abordó la realidad de las políticas de su gobierno en materias como pobreza, crecimiento de la economía, desempleo, inflación, salarios, reforma agraria, titulación de propiedades de campesinos pobres, producción agrícola, pensiones, crédito a sectores populares, COP16, energías alternativas, turismo, autonomía regional, droga y seguridad.

Digo que es muy importante escuchar a nuestro mandatario, pero hacerlo para divulgarlo, apoyando en él nuestras conversaciones con cuanta persona podamos hacerlo, pues con razones y hechos hemos de ganar un asentimiento social cada vez más amplio al proyecto de cambio de nuestro país, y llevarlo a cabo develando ante la gente las mentiras del periodismo pre-pago de los poderosos y los sofismas de ese otro periodismo, más dañino que el primero, que es el de los periodistas ladinos y taimados. A cada cual nos corresponde forjar un contra-discurso al de este pernicioso periodismo en sus dos lamentables formas de manifestación

Wilmar Jaramillo Velásquez

Comunicador Social Periodista. Con más de treinta años de experiencia en medios de comunicación, 25 de ellos en la región de Urabá. Egresado de la Universidad Jorge Tadeo Lozano

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