Capturan a militares por vender armas al Clan del Golfo y disidencias de las Farc
Las detenciones se realizaron en Bogotá, Villavicencio y Melgar, donde se incautaron municiones y drogas, revelando la logística detrás del tráfico de armamento.
25 de agosto de, 2024
La Fiscalía General de la Nación desmanteló una peligrosa red criminal compuesta por dos soldados activos y tres integrantes de las disidencias de las Farc. Esta organización se dedicaba a la venta ilegal de armamento y municiones a grupos subversivos como el Estado Mayor Central de las Farc y el Clan del Golfo. El operativo se realizó en Bogotá, Villavicencio y Melgar, incautando más de 4.000 cartuchos y sustancias ilícitas.
Captura de los responsables y estructura de la red criminal
Las autoridades lograron identificar y capturar a cinco de los presuntos integrantes de esta red, que operaba extrayendo armamento de distintas unidades militares del país. Los detenidos utilizaban vehículos oficiales para movilizar las armas, evadiendo los controles de seguridad. Las investigaciones apuntan a que estas armas eran entregadas a estructuras de las disidencias en el oriente colombiano.
Entre los capturados se encuentran Yeison Farley Bolaños Noguera y Ángel Alberto Sosa Villamil, soldados activos del Ejército, quienes aprovechaban su posición para sacar las armas de las guarniciones. Las municiones y armamento eran almacenados en viviendas de barrios como Chapinero e Isla del Sol en Bogotá, desde donde se distribuían a diversas regiones del país.
Logística de la operación y método de distribución
El esquema de distribución implementado por la red criminal incluía el uso de vehículos oficiales de la institución castrense. Esta estrategia les permitía sortear los controles de seguridad, permitiendo el traslado de las armas sin ser detectados. Además, la Fiscalía confirmó que parte de la munición entregada a las disidencias era pagada con clorhidrato de cocaína y pasta base de coca.
Las autoridades también revelaron que esta organización alquilaba vehículos oficiales del Ejército, lo que les permitía moverse por el territorio nacional sin levantar sospechas. Este tipo de operaciones deja en evidencia la corrupción que se infiltra en algunas unidades militares, facilitando el acceso de grupos armados ilegales a armamento de uso restringido.
Precedentes y nuevos hallazgos en las investigaciones
Este caso no es un hecho aislado. En marzo de 2023, la Fiscalía desarticuló otra red de venta de armas a las disidencias de las Farc, en la cual participaron varios militares. La operación de 2023 dejó en evidencia irregularidades en la gestión de armamento en la Tercera Brigada del Ejército, donde se desviaron armas hacia el frente liderado por alias Iván Márquez.
En ese entonces, se descubrieron negocios fachada, como un lavadero de carros y una escuela de vigilancia en Cali, que servían para encubrir la actividad ilegal. Estas revelaciones han generado preocupación sobre el control que se ejerce en el manejo de armamento dentro de las instituciones castrenses.
Medidas judiciales y acciones a futuro
Los cinco capturados fueron presentados ante un juez de control de garantías, quien les imputó cargos de concierto para delinquir, fabricación, tráfico y porte de armas de uso restringido. A pesar de la contundencia de las pruebas, los procesados no aceptaron los cargos, por lo que se les impuso medida de aseguramiento en un centro carcelario.
La Fiscalía continúa las investigaciones para determinar si existen más miembros del Ejército vinculados a estas actividades ilícitas. Se han iniciado revisiones en varias guarniciones militares de Bogotá para identificar posibles conexiones con esta red delictiva.
Las recientes capturas y los antecedentes de venta de armas por parte de miembros del Ejército reflejan un problema estructural dentro de la institución. El desvío de armamento hacia grupos ilegales sigue siendo un desafío para las autoridades, quienes deben reforzar los controles y la vigilancia en los procesos internos para evitar nuevas infiltraciones.