Opinión

Lágrimas por el “decretazo” Un atentado contra los trabajadores

No saben cómo impugnar y crear desconcierto señalando y condenando al primer gobierno que se ha preocupado por los más pobres, en lugar de velar por los negocios y el robo al erario.

Juan Fernando Uribe Duque/Opinión/ El Pregonero del Darién.

A todas luces el llamado “Decretazo” es constitucional. Si no lo fuera, el presidente y sus asesores jurídicos, entre ellos el recién posesionado ministro de Justicia, Luis Eduardo Montealegre, no hubiera sido tan conspicuo en reafirmarlo. Tal vez por ello el gobierno se tomó el trabajo de aclararlo con una explicación jurídica de 33 páginas, seria, y contundente. Muy diferente a la votación caótica y amañada en el Congreso, que pretendió hundir la Consulta como también lo había hecho sin debatir con la Reforma Laboral unos días antes en forma desobligante, como si los colombianos, y más quienes votamos por el presidente – más de once millones -, fuéramos estúpidos.

Desde ahí, y sumado al escándalo por el atentado contra el senador Uribe Turbay, los grupos de parlamentarios y periodistas opositores, se rasgan las vestiduras queriendo mostrar al presidente Petro como un dictador responsable de la andanada terrorista, sabiendo de antemano que los hechos vandálicos en el Valle y en el Cauca obedecen a retaliaciones del narcotráfico contra el gobierno dada la contundencia de las incautaciones y el cierre de las rutas hacia los puertos del Pacifico además de la destrucción diaria de laboratorios y áreas de cultivo; sumado a ello la presencia activa del Estado por primera vez en las zonas de conflicto llevando salud, educación, sustitución de cultivos, créditos, conectividad, vías de comunicación y saneamiento básico

Personajes como la eterna candidata colombo francesa Ingrid Betancur que cada año nos visita con la pretensión de preparar campaña y llevarse una buena bolsa de dólares por reposición de votos, justifica su presencia entre lágrimas de duelo por el atentado contra el delfín de quien dice ser su amiga. También la curiosa de Vicky Dávila vocifera, llora y patalea llamando a la unión contra el supuesto responsable violento de todo el conflicto como si antes hubiéramos estado en el paraíso soñado: dos mil masacres, 700.000 muertos, diez millones de hectáreas despojadas y 8 millones de desplazados*

No saben cómo impugnar y crear desconcierto señalando y condenando al primer gobierno que se ha preocupado por los más pobres, en lugar de velar por los negocios y el robo al erario de los que siempre lo han tenido todo.

La Consulta Popular que además de los dieciséis puntos puestos en consideración, ahora pretende al menos obtener 8 millones de votantes para acceder a la posibilidad de una Asamblea Constituyente y asi llevar a cabo una Reforma Constitucional, y de paso revivir la reelección, -aunque el presidente deseche tal idea-, es importante a pesar del deseo del pueblo a reelegirlo.

Muchos quisieran una Guerra Civil – sería la décima- pero el ejército ya entendió que es al pueblo a quien hay que proteger, y no a los intereses de unos pocos cuya ala paramilitar está enfrascada en disputas internas por el negocio del narcotráfico.

La oposición da pataletas de ahogado puesto que el apoyo ya es poco y no basta manipular el miedo para obtener la protección del llamado “presidente eterno”

! ¡El país ha cambiado! La corrupción a diario se pone en evidencia, incluso en los más próximos al presidente, pero éste permanece íntegro y comprometido con un grupo de colaboradores honestos, probados y leales, mientras los ladrones y los traidores pasan a los juzgados o al ostracismo.

Los colombianos más pobres y víctimas del desarraigo producto de la violencia han sentido la mano amiga del gobierno y no permitirán que el curso del Plan de Desarrollo decaiga y las reformas no se implementen como parte fundamental de las promesas de campaña.

La denominada Marcha del Silencio a la cual están convocando los medios de comunicación corporativos como RCN, Caracol, El Colombiano, El Tiempo y El Espectador, debe ser para crear solidaridad con todas las víctimas que cada día enlutan más hogares humildes y no solo para abogar por la recuperación del senador Uribe Turbay como pretenden llenando prácticamente toda la franja informativa.

*Datos de la Comisión se la Verdad

Wilmar Jaramillo Velásquez

Comunicador Social Periodista. Con más de treinta años de experiencia en medios de comunicación, 25 de ellos en la región de Urabá. Egresado de la Universidad Jorge Tadeo Lozano

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