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Opinión

Sigue el apoyo

La justicia de manos de la JEP y sustentada por el trabajo de la Comisión de la Verdad, camina en los procesos por aclarar y castigar a los culpables de los más de 450.000 muertos.

Por: Juán Fernando Uribe Duque /Opinión/ El pregonero del Darién

Se preguntan ¿cómo hubiera sido el actuar de la oposición al gobierno si este, en nombre del presidente, no hubiera consolidado su imagen de liderazgo a nivel mundial? ¿Si no se hubiera constituido en líder contra el cambio climático y la guerra? ¿Si no hubiera explicado a fondo la realidad de nuestra situación de injusticia y violencia? De seguro estuvieran actuando a sus anchas y para ellos sería pan comido acabar con el Estado de derecho e imponer de nuevo la vieja escuela del crimen y el saqueo. Suena horroroso, pero si revisamos las cifras no cabe otro apelativo, a pesar de que existe una Colombia rica y próspera en parte debida a los desafueros del delito sin desconocer la fuerza emprendedora de unos pocos.

La estrategia y los buenos resultados económicos del gobierno han restaurado su imagen y las fuerzas populares que produjeron el llamado Estallido Social- entre fiestas de esperanza y violencia de vándalos a sueldo- han ido consolidando su apoyo al presidente. Ya quedaron atrás todos los epítetos de comunista castrochavista, socialista del Siglo XXI, tirano, etc., ahora nada de eso cala en el sentir de los colombianos, incluso entre los temerosos uribistas de la clase media alta que empiezan a sentir una inquietud al ver que en los barrios, en las empresas y en todo el ambiente de la cotidianidad colombiana, se está respirando un ambiente de solidaridad que antes no existía, pues nadie ha sido perseguido, nadie ha sido expropiado, todos están trabajando tranquilos, las injusticias y los abusos han disminuido, hay diálogos de paz que ya arrojan un cese al fuego y la cesación de secuestros, una reforma agraria que ha entregado tierras con las respectivas cosechas que reactivan el mercado interno y bajan la inflación, una nueva conciencia ambiental de amor por nuestros recursos y el paisaje nunca antes vista. Y un largo etcétera de logros maravillosos que nos hablan de la posibilidad concreta de construir un nuevo país, ese que ha estado oculto y gobernado por una clase corrupta de raigambre esclavista que  degeneró en una falta de respeto casi absurda por la civilidad y la dignidad del ciudadano; con el agravante de que aún nos negamos a creer que todos aquellos que nos han gobernado han hecho cuerpo con el delito vendiendo al país a los apetitos de las multinacionales y acabando con la industria nacional, favoreciendo una actividad extractivista que nunca generó empleo y si unas rentas para una élite corrupta que se llenó de sobornos y dádivas políticas para perpetuar a veces sin disimulo, el saqueo.

Ahora con el nombramiento obligatorio de la nueva fiscal y con la puesta en escena de todos los desafueros institucionales para dar al traste con el gobierno, la opinión internacional sale en defensa de la democracia colombiana apoyando al presidente, acudiendo a su llamado para así sofocar el apetito disociador de una oposición sin argumentos.

De otra parte, la justicia de manos de la JEP y sustentada por el trabajo de la Comisión de la Verdad, camina a pasos acelerados en los procesos por aclarar y castigar a los culpables de los más de 450.000 muertos en los últimos treinta años de conflicto. Los 6.402 muchachos asesinados como “Falsos Positivos” son apenas un leve indicio, la “punta del iceberg” de todo el magnicidio y el despojo a que sometieron al país como expresión de toda una actitud de odio y rapiña alimentada por la cultura del narcotráfico del que, querámoslo o no, todos, absolutamente todos, hemos sido víctimas. Nada más ver el desastre ambiental en el Bajo Cauca antioqueño por la absurda minería ilegal, la impronta cultural y el deterioro de muchas áreas urbanas antes emblemas de elegancia y decoro.

Colombia llegó a un colmo de injusticia y delito y ya los nuevos tiempos llegaron, una actitud diferente está en juego y muchos colombianos son conscientes de ella.

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