La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) ha logrado un avance significativo en el reconocimiento y entrega digna de los cuerpos de dos víctimas de desaparición forzada en Colombia. Ana María Martínez y Fernando de Jesús Pérez, asesinados por un grupo armado ilegal en 2008, finalmente descansan en paz tras ser identificados y entregados a sus familias.
Identificación y recuperación
La JEP entregó los cuerpos de Ana María Martínez y Fernando de Jesús Pérez, quienes fueron víctimas de desaparición forzada. Ambos fueron asesinados por un grupo armado ilegal y encontrados en Norte de Santander, desde donde fueron trasladados al cementerio de Turbo. La identificación de estos cuerpos fue posible gracias a la medida cautelar adoptada por la Sección de Reconocimiento de la JEP, destinada a proteger posibles víctimas en el Cementerio Municipal de Turbo.
Historia de desaparición
Ana María Martínez desapareció el 12 de abril de 2008, cuando salió de su casa en Apartadó con destino a Villa del Rosario, siguiendo una oferta de trabajo. Ese día fue la última vez que su madre, Luz Marina Castañeda, la vio con vida. Después de 16 años de búsqueda, Luz Marina pudo recibir los restos de su hija y de su hermano Fernando, también entregados por la JEP. Este hecho marca un cierre emocional importante para la familia, permitiéndoles finalmente darles sepultura digna.
Investigación y procesos judiciales
Esfuerzos de la JEP y Medicina Legal
La identificación de los cuerpos se logró en enero de 2024, cuando Medicina Legal confirmó que los cuerpos hallados en las fosas 01 y 02 del cementerio de Turbo pertenecían a Ana María Martínez y Fernando de Jesús Pérez. Este hallazgo fue resultado de una intervención ordenada por la JEP debido a obras de mantenimiento y remodelación en el cementerio, que ponían en riesgo la identificación de posibles víctimas.
Proceso de identificación
Luz Marina Castañeda había informado a la JEP sobre la desaparición de sus familiares y sus sospechas de que estaban en el cementerio de Turbo. A pesar de una orden judicial de la Fiscalía, nunca le tomaron muestras de ADN para confirmar la identidad de los cuerpos. Sin embargo, gracias a los esfuerzos continuos de la JEP y la intervención de Medicina Legal, finalmente se logró la identificación y posterior entrega de los cuerpos.
Significado y cierre emocional
La entrega de los cuerpos se llevó a cabo en una ceremonia en la Universidad de Antioquia, sede Tulenapa en Carepa. Luz Marina Castañeda pudo recibir los restos de su hija y su hermano, cerrando así un ciclo de 16 años de dolor e incertidumbre. Este acto de entrega digna es un paso importante en el proceso de reconciliación y justicia para las víctimas de desaparición forzada en Colombia.
Impacto en la comunidad
El reconocimiento y la entrega de los cuerpos de Ana María Martínez y Fernando de Jesús Pérez no solo brindan paz a su familia, sino que también representan un avance significativo en la búsqueda de justicia y verdad para todas las víctimas de desaparición forzada en el país. La labor de la JEP en este caso subraya la importancia de proteger los derechos de las víctimas y sus familias, asegurando que sus historias no sean olvidadas y que se les dé el reconocimiento y la dignidad que merecen.
La entrega de los cuerpos de Ana María Martínez y Fernando de Jesús Pérez por parte de la JEP es un ejemplo conmovedor de justicia y reconciliación en Colombia. Después de 16 años, sus familias pueden finalmente darles sepultura digna y encontrar un cierre emocional necesario. Este caso resalta la importancia de los esfuerzos continuos para identificar y honrar a las víctimas de desaparición forzada, y refuerza el compromiso de la JEP en la búsqueda de verdad y justicia en el país.