Para aquellos que sienten desfallecer
Todos pueden hablar conspirar, manipular los medios, insultar y enredar, y el presidente los enfrenta con gallardía y con inteligencia pedagógica.
No es una posición romántica eso de «luchar y luchar», es lo que hay que hacer, de lo contrario el saqueo, la exclusión y la guerra absurda continuarán. Al principio, esa lucha muestra la situación que actualmente estamos viviendo: una oposición ramplona, inculta y agresiva que se sacude manipulando y alborotando el estercolero.
El gobierno trata de limpiarse también su propio pantano muy propio de una izquierda resentida y oportunista que en la mayoría de sus miembros no supo enfrentar la oportunidad que un caudillo responsable inteligente y luchador, le ha ofrecido. Pero vamos depurando, puliendo, avanzando contra mil dificultades. A nadie se ha expropiado, a nadie se ha censurado, a nadie se le ha perseguido.
Todos pueden hablar conspirar, manipular los medios, insultar y enredar, y el presidente los enfrenta con gallardía y con inteligencia pedagógica. Se mueve aquí y allá. No ha peleado, ni vociferado contra gobiernos extranjeros, viaja por el mundo promocionando el país, estableciendo convenios y relaciones comerciales, excepto con genocidas a quienes con valentía desenmascara ante el concierto de naciones.
Es contundente pero respetuoso. Llama asesinos a quienes lo son y le ha dado al país una identidad que estaba mancillada, pisoteada y destruida. Cada vez me gusta más su espíritu crítico y su compromiso con los más pobres, con los excluidos, con aquellos que sueñan con ir algún día a Miami y ser como sus patrones, como sus amos, como sus explotadores, haciendo gala de esas emociones tristes que tanto nos han determinado y que hacen que muchos griten «Petro hpta, guerrillero, costeño, jetimorao…» como única crítica, como clara prueba de la ignorancia y el analfabetismo político en que nos quieren seguir manteniendo.