¿Qué es Pegasus? El polémico software de espionaje que denunció Gustavo Petro
Pegasus es un software de espionaje que vulnera la privacidad de políticos, periodistas y activistas.
5 de septiembre de, 2024
El software de espionaje Pegasus ha generado una gran controversia a nivel mundial. Desarrollado por la empresa israelí NSO Group, este programa ha sido utilizado para interceptaciones ilegales con fines políticos, afectando a políticos, periodistas y activistas. El presidente Gustavo Petro ha denunciado el uso de esta tecnología en Colombia, lo que ha reavivado el debate sobre el alcance y los peligros de este tipo de herramientas de vigilancia.
¿Qué es Pegasus?
Pegasus es una aplicación de ciberespionaje que se instala en dispositivos móviles o computadoras aprovechando las vulnerabilidades del sistema operativo. A través de un simple enlace, el software se introduce en el dispositivo, quedando activo en segundo plano y permitiendo que el atacante monitoree todas las actividades del usuario sin que este lo sepa. Esta herramienta es especialmente sofisticada, pues ofrece control total sobre el dispositivo infectado, desde acceso a información almacenada hasta la posibilidad de activar funciones como la cámara o el micrófono.
Origen y desarrollo
NSO Group, una empresa de origen israelí, fue la encargada de desarrollar Pegasus. Con una reputación de crear herramientas de ciberespionaje avanzadas, NSO asegura que la venta de Pegasus se realiza únicamente a gobiernos. Según la compañía, el propósito de este software es combatir el crimen organizado, tales como redes de pedofilia, terrorismo y tráfico de drogas. Sin embargo, su uso ha levantado sospechas por su aplicación en casos de espionaje político.
Casos de espionaje con Pegasus
El caso más relevante sobre la existencia de Pegasus se dio a conocer en 2016, cuando Ahmed Mansoor, un activista de derechos humanos de los Emiratos Árabes, reveló que su celular había sido infectado por este software. A partir de ese momento, múltiples denuncias comenzaron a surgir en otros países, revelando una amplia red de espionaje político que afectó a figuras de oposición, periodistas y defensores de derechos humanos.
Las víctimas del espionaje con Pegasus han sido, en su mayoría, opositores a los gobiernos que lo han utilizado. Esto incluye a políticos críticos, líderes de movimientos sociales y organizaciones de derechos humanos. La utilización de Pegasus en contextos de represión política ha puesto en duda los controles y regulaciones que debería tener su exportación y venta.
¿Cómo opera Pegasus?
El software actúa como un «control remoto» para el atacante, permitiéndole acceder a todas las funciones del dispositivo infectado. Esto incluye la capacidad de ver fotos, videos, documentos, correos electrónicos, e incluso escuchar llamadas o leer mensajes de texto. Lo más alarmante es que Pegasus puede activar la cámara y el micrófono del dispositivo sin el conocimiento del usuario, lo que expone a las víctimas a un monitoreo completo y constante.
Este tipo de espionaje no deja rastro, lo que dificulta su detección por las víctimas. En muchos casos, las personas afectadas no se enteran de que han sido espiadas hasta que expertos en seguridad digital realizan análisis forenses en sus dispositivos. Esta sofisticación tecnológica es lo que hace que Pegasus sea una de las herramientas de espionaje más temidas en el mundo.
Controversias y denuncias recientes
La exportación de Pegasus está controlada por el gobierno de Israel, quien supervisa las ventas y determina a qué países se les permite adquirir esta tecnología. Sin embargo, las denuncias sobre su mal uso han hecho que muchos cuestionen los criterios de distribución de este software.
En Colombia, el presidente Gustavo Petro denunció el uso de Pegasus para espiar a políticos y activistas, lo que ha generado un fuerte rechazo y llamado a investigaciones. El uso de este tipo de tecnologías en democracias es especialmente preocupante, ya que vulnera la privacidad y los derechos fundamentales de los ciudadanos.
El impacto de Pegasus ha sido tal que organizaciones de derechos humanos han exigido mayores regulaciones y transparencia en la venta y uso de este tipo de herramientas. El control que ofrece sobre los dispositivos de los usuarios es total, lo que lo convierte en una amenaza real para la privacidad y la seguridad digital.