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Opinión

¿Y aun así no vamos a hacer nada más por nuestra Alma Mater?

En ninguna conciencia civilizada coexistirían en paz el hecho, importante ciertamente, de terminar el túnel del toyo, y el cierre de la universidad por falta de dinero para funcionar.

Luis Alfonso Ossa B./Opinión/el Pregonero del Darién

Alcalde Gutiérrez y gobernador Rendon:

Un hecho como este de trascendencia científica para el mundo, que le da renombre internacional a Nuestra Universidad de Antioquia y de carambola termina dándoselo también a Antioquia y a su capital Medellín, ¿cómo este suceso no los mueve a ustedes como gobernantes a darle un respaldo más contundente a nuestra Alma Mater de Antioquia?

Los antioqueños no podemos entender que sus Señorías emprendan una Gran Gesta para conseguir los dineros necesarios para culminar el Túnel del Toyo, una obra ciertamente fundamental para la economía de Antioquia pero que todos sabemos es obligación de La Nación terminarla, pero ustedes como gobernantes decidieron convocar al pueblo antioqueño para que mediante una vaca fuera Antioquia quien la terminara, aun sabiendo que la obligación de culminarla la Nación nunca la ha desconocido.

Cómo entonces ustedes los gobernantes de Antioquia hacen una gran convocatoria a los antioqueños para que paguen una obra que es obligación de La Nación terminarla, pero no tienen la grandeza de hacer también una convocatoria para que Antioquia toda salve su Universidad, que en medio de la pobreza y las necesidades hoy en día está avocada a su cierre por una inmensa crisis financiera, pero que aun así está generando ciencia de renombre mundial.

En ninguna conciencia civilizada coexistirían en paz el hecho, importante ciertamente, de terminar el túnel del toyo, y el cierre de la universidad por falta de dinero para funcionar.

¿Qué investigó la UdeA?

Mírenos entonces de qué se trata la investigación realizada por la Universidad de Antioquia, sumándole que hace pocos días descubrieron además tres nuevas especies de peces en los ríos Atrato y Cauca.: Fuente/El Colombiano:

“La UdeA completó la secuenciación del genoma de dos colombianos centenarios para intentar revelar los secretos de la longevidad Este es un primer paso para comprender por qué las personas viven más de 100 años.

En lo que representa un gran avance para la ciencia colombiano, la Unidad de Secuenciación Genómica de Próxima Generación de la Universidad de Antioquia lideró la investigación que hizo posible la primera secuenciación completa del genoma de una mujer —XX— y un hombre —XY —, ambos colombianos mayores de 100 años, lo que se convierte en un paso crucial para entender por qué estas personas longevas pueden vivir tanto. También es un avance científico significativo en el que la UdeA da un gran paso en su ingreso a la genómica humana, poniendo a Colombia a la vanguardia en ciencia, tecnología e innovación.

Según explica el profesor Gustavo Adolfo Gámez, doctor en Biología Molecular e Ingeniería Genética, y coordinador de la Uni-SEQs, lograr la secuenciación completa del genoma de un humano longevo es el punto de partida para desentrañar los secretos que han llevado a esta población a vivir tanto tiempo en buenas condiciones —incluso, sin mayores problemas de salud—. Eso sí, el profesor explica que para lograr ese objetivo es necesario secuenciar más genomas de personas centenarias para compararlas y encontrar esos puntos en común dentro de su longevidad.

“No solamente somos lo que somos porque así lo dicta el ADN con el que nacimos, sino también por cómo el medio ambiente lo moldea. No es lo mismo secuenciar el genoma humano de un niño recién nacido que todavía no ha entrado en contacto con factores externos como el frío, el sol y la contaminación, que hacerlo con una persona centenaria que ha logrado pasar con su genética por todo eso que su medio ambiente le impone, con lo positivo y lo negativo, durante más de 100 años. La genética humana es compleja y tiene mucho qué enseñarnos”, detalló el investigador.

Pero, más que pasos, habría que hablar de saltos, tal como lo explica Gámez, hasta ahora, en la Universidad de Antioquia, los científicos solo habían estado estudiando genes individuales del acervo genético del humano. “Si mucho, estudiábamos un conjunto reducido de ellos que no superaban la docena de los más de 20.000 genes que contienen las instrucciones para dar origen a una persona. Este es un logro sin precedentes en la Universidad que incluso no hubiésemos obtenido solos, es decir, sin el apoyo de aliados clave como el Laboratorio Genómico One Health de la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín, y la spin-off Axomics de la Universidad Eafit. Asimismo, el apoyo de otras entidades como las Empresas Oxford-Nanopore Technologies —ONT— que donó parte de los insumos necesarios, y Suministros Clínicos ISLA SAS, que estuvo al frente del apoyo logístico y administrativo, en compañía de la Fundación Universidad de Antioquia”.

Un manual de instrucciones biológicas para entender la especie humana

Para entender qué es ese rollo de la secuenciación y el genoma se puede poner en estos términos. Como si se tratara de máquina, el cuerpo humano también cuenta con un manual de instrucciones donde se encuentra la información de por qué funciona y cómo lo hace. Cada célula del cuerpo contiene el ADN donde reposan dichos datos y al secuenciarlos se logran diferenciar todas esas piezas que, al ensamblarlas, revelan el instructivo completo. A los archivos con dichos datos crudos, sin procesar ni analizar, se les conoce como archivos POD5 —formato utilizado por Oxford-Nanopore Technologies para manejar la información que contiene el ADN—.

La secuenciación completa del genoma humano de la mujer de más de 100 años dio como resultado un archivo de cerca de 1 TB, el equivalente a cerca de 1.000 películas en HD.

La primera vez que la humanidad escuchó de la secuenciación de un genoma humano fue hace 21 años, en 2003, y ese primer avance costó cerca de 3 billones de dólares. Sin embargo, en aquella ocasión no se logró reunir toda la información genética completa, ya que el proceso se realizó con tecnologías de primera generación —lecturas una a una de fragmentos cortos), por lo que en la secuenciación obtenida existían algunos vacíos en la estructura —más o menos como un rompecabezas a medio armar— la ciencia tardó más de dos décadas para completar lo que comenzó en aquel entonces. Lo logró gracias a la intervención de las plataformas de tercera generación ONT y PacBio. Este primer genoma humano completo se publicó oficialmente el 31 de marzo de 2022 y hoy se conoce como el genoma humano de referencia.

“A partir del genoma de referencia y empleando herramientas bioinformáticas, podemos ensamblar las secuencias de cada cromosoma, darles un orden y ver cómo es el mapa físico. Es como si se tratara de la imagen que viene en la caja del rompecabezas que quieres armar”, explicó Gámez, quien ilustró que secuenciar un genoma humano es como disponer de la cantidad total de los libros que hay en la Biblioteca Carlos Gaviria Diaz —de la UdeA— y dejarlos allí para que cada experto vaya y busque el “libro” que le corresponde y que nos diga eso qué significa desde su área».

Pero los tiempos han cambiado. Ahora es posible generar la secuencia de un genoma humano en menos de tres días y analizamos esa información en cuestión de semanas. “En 10 años hemos pasado de invertir 3 billones de dólares en este proceso a hacerlo con alrededor de unos 1000 dólares, recalcó Javier Correa, biólogo y docente investigador de la Universidad Eafit, uno de los líderes encargados de realizar el análisis bioinformático de los archivos generados en el Centro de Computación Científica Apolo, un “supercomputador” con la capacidad de realizar simulaciones e investigaciones a gran escala.

Este mismo proceso de análisis bioinformático de los archivos POD5 también lo realizó el Laboratorio Genómico One Health de la Universidad Nacional de Colombia, en donde además se llevó a cabo el proceso técnico de lectura. Según lo explicó Laura Silvana Pérez, bióloga y coordinadora científica del One Health, “el genoma humano es muy grande y complejo. Creemos que trabajando todos al tiempo en el análisis bioinformático, en menos de 2 o 3 meses tendríamos toda la información. La idea es trabajar en paralelo, y una vez tengamos el análisis individual de cada equipo —UdeA, Eafit y Unal—, podremos contrastarlos e identificar qué similitudes o qué diferencias encontramos en nuestros métodos de análisis”.

¿Y todo esto para qué sirve?

Los expertos explicaron que, si bien el principal objetivo de este proyecto a largo aliento es determinar las causas de la longevidad a través de la genética, este logro también significa una contribución médica mucho más personalizada con miras, incluso, a fortalecer la medicina preventiva.

Para Gámez, esta investigación significa “abrir las puertas a la posibilidad de que cada persona tenga su genoma secuenciado permitirá que los médicos en el futuro tengan la capacidad de saber potencialmente qué enfermedad podría desarrollar una persona y, a partir de allí, trabajar en qué se puede hacer para minimizar las posibilidades de que exista la afección; y, en caso de desarrollarla, entonces poder identificar de una manera más eficiente, el medicamento correcto en el momento correcto a la dosis correcta para cada individuo”.

Por otra parte, el trabajo en conjunto realizado entre instituciones para llegar a este logro da cuenta de la importancia de la creación de redes de cooperación que demuestren la capacidad científica y tecnológica que tiene la academia y el país para la creación de conocimiento científico y estar a la vanguardia en ciencia y tecnología.

Wilmar Jaramillo Velásquez

Comunicador Social Periodista. Con más de treinta años de experiencia en medios de comunicación, 25 de ellos en la región de Urabá. Egresado de la Universidad Jorge Tadeo Lozano

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