Luis Alfonso Ossa B./Opinión/El Pregonero del Darién
Durante unos 30 años, como pequeño empresario representante legal de una IPS desde donde ejercía como médico general, pertenecí al Consejo Directivo de Comfamiliar Camacol, hasta cuando por múltiples razones esta caja fue achiquitándose perdiendo competitividad frente a las demás cajas que tenían presencia en Urabá, llegando hasta el punto que por esta misma circunstancia se puso sobre la mesa la disolución como caja o la fusión de la misma con otra de las dos cajas que tenían presencia en Urabá, Comfama y Comfenalco Antioquia.
Comenzó entonces a discutirse la fusión con otra caja como la medida más practica y que menos menoscababa los intereses de los afiliados y sus familias,proceso que comenzó a darse obviamente bajo la tutela de la Superintendencia del Subsidio Familiar, el mismo que fundamentalmente se convirtió en una puja entre Comfenalco Antioquia y Comfama por ver cuál de las dos cajas se quedaba con las empresas afiliadas y con los activos de Comfamiliar Camacol, proceso que no fue fácil y ameritó un trabajo permanente de quienes hacíamos parte de su Consejo Directivo y del personal en cuyas manos estaba la administración de la caja hasta ese momento.
Debe anotarse que entre las dificultades que el proceso de fusión tuvo se presentaron varias impugnaciones por parte de Comfama en tanto que las varias asambleas generales de empresarios de Comfamiliar Camacol siempre terminaron favoreciendo la decisión de fusionarse con Comfenalco Antioquia, decisión que por supuesto al no compartirla Comfama terminó esta impugnándola en varias ocasiones por las vías legales, impugnación que siempre le fue desfavorable manteniéndose así entonces en firme la fusión de Comfamiliar Camacol con Comfenalco Antioquia, la cual finalmente fue ratificada por asamblea general de ambas cajas finiquitándose así el proceso de fusión y con ello la desaparición jurídica definitiva de Comfamiliar Camacol.
Como consejero de Comfamiliar Camacol hasta terminar este proceso mantuve mi posición de fusionarnos con Comfenalco Antioquia movido fundamentalmente por la incondicional solidaridad que siempre tuvo la dirección de Comfenalco Antioquia con algunos de los programas de Comfamiliar Camacol que en ocasiones no tenían la financiación necesaria para poderlos emprender con éxito, pero ahí estuvo siempre Comfenalco Antioquia dispuesta para no dejar hundir nuestros proyectos.
Consolidada entonces la nueva Comfenalco Antioquia, ya remozada y fortalecida con la mayoría de las empresas anteriormente pertenecientes a Comfamiliar Camacol que decidieron mantenerse afiliadas a esta Caja, debemos señalar que se retomaron los programas que venían desarrollándose en Comfamiliar Camacol evitando así frustrar a los beneficiarios que con tanta esperanza habían respaldado la fusión con Comfenalco.
Debemos subrayar esto porque la conducta de Comfenalco y sus empleados poco nos hizo extrañar a nuestra Comfamiliar Camacol y desde ese entonces hasta hoy, los funcionarios todos de Comfenalco Antioquia han sido diligentes y propositivos con los anteriormente afiliados y beneficiarios de Comfamiliar Camacol y por eso esperamos que los abruptos cambios que en estos últimos días se han dado tan sorpresivamente en Comfenalco Antioquia, por orden de la Superintendencia del Subsidio Familiar, no vayan a continuar dándose con el resto del personal administrativo, tal cual como si se estuviera derrumbando un castillo de naipes.
Los beneficios de los diversos programas de la caja a lo largo y ancho de Urabá desarrollados por ese personal han llegado abiertamente a todos las empresas afiliadas y a sus beneficiarios y por tanto nos sentimos satisfechos con la tarea ejercida por esos funcionarios que hoy lideran los distintos programas que Comfenalco Urabá desarrolla en la región y por lo cual pensamos que llegar a hacer cambios en ese personal, que entre otras cosas hoy presenta una experticia valiosa, conllevaría a una segura pérdida de la continuidad de una serie de proyectos en campos tan sensibles como el educativo, el de vivienda y el de recreación dirigida que al cambiar el personal que los ejecuta terminarían deteriorándose programas sociales desarrollados en escenarios tan sensibles como los arriba mencionados y en general se deterioraría la construcción de tejido social que se ha venido haciendo en alianza con las administraciones municipales, por eso entonces esperamos que quienes vienen desarrollando con tanta eficiencia esos programas y quienes a su vez los vienen liderando de desde sus posiciones directivas, puedan continuar en sus cargos evitando así el inmenso trauma producido en una institución del orden social, como lo es Comfenalco, cuando se cambia masivamente su planta de personal.