¡Es hora de fortalecernos!
Colombia llegó a un límite en el que su belleza se ve amenazada por la crueldad de la codicia descastada de unos pocos que la venden y la arrasan con un extractivismo.
Juan Fernando Uribe Duque/Opinión/ El Pregonero del Darién.
Se echaron el pueblo encima al rechazar la Consulta en una evidente guachafita de desorden y corrupción. Dicen que fue aceptada la apelación para debatir la Reforma Laboral, pero también la van a hundir aceptando sólo los puntos básicos del recargo normal de nocturnos y festivos que Álvaro Uribe suprimió. No me explico porque los trabajadores no habíamos protestado antes. A quién se le ocurre decir que la noche empieza a las 10…
El Congreso es corrupto y torpe. Vendrá un reforzamiento político de parte del gobierno con obras y realizaciones tangibles, más pedagogía y unión para crear una conciencia sólida entre el pueblo trabajador y así llegar unidos a la consulta del 26 de octubre y ungir a la Dra. Carolina Corcho como candidata única del Frente Unitario. Una mujer digna, progresista, competente, capacitada y fogueada como la que más en la lucha por la dignidad popular.
La oposición reaccionaria dueña del poder financiero también sabe que el país camina por un sendero de prosperidad y que la economía empieza a repuntar positivamente de acuerdo a los dictados de un nuevo orden más acorde con la conservación de la vida en contraposición a las políticas neofascistas que quieren hacer del mundo un escenario de guerra y egoísmo. Bien lo decían Pepe Mujica y el Papa Francisco «nos tenemos que alejar de la guerra, del odio y la codicia, nos debemos transformar, pero no es atacándonos y compitiendo por la tumba más bonita, ni siendo indiferentes a esos horrendos genocidios, ni menos encerrándonos en nuestros beneficios de clase desconociendo todo el dolor, y la miseria de más del 70% de la población del mundo»
Colombia llegó a un límite en el que su belleza se ve amenazada por la crueldad de la codicia descastada de unos pocos que la venden y la arrasan con un extractivismo anacrónico y la persistencia de una inequidad que fue considerada normal hasta la llegada de este gobierno que nos ha enseñado que no todo está perdido, que todos somos colombianos así la magnitud del desprecio y el despojo haya sido inmensa y el narcotráfico haya llegado para empeorarlo todo.
Un amor por la patria sumado al nacimiento de una conciencia continental Iberoamericana está siendo fortalecida con un apoyo popular masivo y el triunfo electoral en México y Brasil así lo demuestra.
Para bien de todo el gobierno del presidente Petro ha sabido respetar las instituciones y espera que el colombiano entienda que la oportunidad ha llegado de la mano de un caudillo que ha puesto toda su vida en juego soñando con el bienestar del menos favorecido.
El rechazo de las reformas por parte del Congreso nos debe fortalecer para un triunfo avasallador en las urnas, lejos de la violencia y el anarquismo mal entendido. Debemos fortalecer las redes sociales en contra de los medios vendidos a la cultura de la muerte y a la mediocridad complaciente de una clase social confusa y manipulada políticamente. Solamente el bienestar que va logrando la población con índices favorables en el empleo, capacidad adquisitiva, cobertura en salud y garantía de los derechos básicos, seducirá el espíritu para continuar con el plan de desarrollo que por fin nos podrá sacar de la pobreza, la injusticia y la dependencia a la tiranía de un imperio en decadencia.
No es el momento de desfallecer ni tampoco llamar al desespero callejero donde fuerzas oscuras esperan para sembrar el caos y llamar la sangre.
Es hora de reflexión y lucha, una lucha por fortalecer la unión, sanear los corazones y obtener el triunfo en las urnas.