Pronto volverán los mismos con las mismas

En la actual coyuntura política, se vuelve crucial reflexionar sobre qué tipo de dirigentes políticos necesitamos para el desarrollo de nuestra región de Urabá. Aunque hay representación en la Asamblea Departamental, considero que estos diputados, lamentablemente, no han estado ni estarán a la altura de las necesidades de nuestra región. Lo mismo sucede con los representantes a la Cámara por Antioquia. Algunos podrían mencionar una representante que ha trabajado desde la curul de las víctimas del conflicto, pero debo decir, con respeto, que Urabá es mucho más que Turbo.

El tema de la Asamblea de Antioquia es complejo, pues esta corporación se convirtió en un ente, prácticamente sin funciones reales, aprueban el presupuesto, eligen el contralor y como su función constitucional es el control político, este pocas veces o nunca se realiza, ahí se quedan manicruzados cobrando sus jugosos honorarios, entonces, de que le sirve a Urabá gritar a los cuatro vientos que tiene tres diputados de adorno en esa Asamblea. Otros corporados terminan de damas de compañía del gobernador en la inauguración de obras y en otras ocasiones hasta de convidados de piedra.

Este no es un tema menor, y es crucial preguntarnos: ¿Dónde están los resultados? Las excusas suelen ser la respuesta, culpando a otros en lugar de hacer autocrítica y mostrar resultados tangibles para la región. No se demuestra gestión a través de redes sociales como Facebook; eso es más efectivo para grandes influencers políticos como Petro o Uribe.

Necesitamos propuestas reales de desarrollo económico, político, ambiental y sociocultural para Urabá. Debemos dejar de lado el populismo mediático y empezar a ver a Urabá como la verdadera potencia económica y política de Antioquia.

Surge la pregunta: ¿Quién será el líder o lideresa que nos saque de este olvido regional? La búsqueda de mesías y caudillos ha sido el problema; no queremos líderes que se enriquezcan a costa de las comunidades, sino representantes políticos serios que construyan procesos y defiendan los intereses de todos los Urabaenses.

Deseamos líderes reales, humanos, que escuchen y no desaparezcan una vez elegidos. Puede parecer utópico, pero es nuestro deber soñarlo y luchar por él.

Estamos a la espera de propuestas concretas, realizables y que beneficien a toda la región.