Opinión

Aunque la traten de tergiversar, la verdad siempre se impone

Existe un odio enconado que va más allá de la defensa del país, sino que lo que se persigue es la eliminación de todo un pueblo: el palestino.

Por: Juan Hernández Machado* Opinión/El Pregonero del Darién


 La desinformación es tan antigua como la propia existencia del hombre. Las mentiras y la manipulación de la información son herramientas preferidas de golpistas, dictadores, genocidas e imperialistas, quienes las usan para tratar de conseguir sus objetivos mediante la confusión, lo que logran en muchas ocasiones.
Pero más temprano que tarde, la verdad sale a flote. Veamos algunos ejemplos históricos.
Tan temprano como en 1898, el gobierno de los Estados Unidos de América utilizó la explosión de su buque USS Maine, surto en el puerto de La Habana, para culpar a España y de esa forma poder intervenir en la guerra que los mambises cubanos prácticamente ya le tenían ganada a las fuerzas colonialistas españolas. Luego se supo que fueron varios los buques de ese tipo que habrían sufrido lo mismo debido a su defectuoso sistema de vapor.


Cuando los comunistas estaban ganando fuerza en la Alemania nazi, en la década del 30 del pasado siglo, Hitler no dudó en incendiar el Reichstag y culparlos por eso, lo que posibilitó prácticamente la eliminación de la mayoría de los miembros de ese partido.
Un par de décadas después y de nuevo en nuestro continente, cuando el gobierno de Jacobo Arbenz en Guatemala asumió posiciones nacionalistas que afectaron los intereses de la United Fruit Compay, donde tanto el Secretario de Estado como el Director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos, los hermanos Dulles, tenían grandes acciones, el gobierno yankee no dudó en tildarlo de comunista y a través de la CIA organizó el derrocamiento de ese gobierno democrático.


En Cuba, luego del desembarco de Fidel Castro y sus compañeros el dos de diciembre de 1956 para iniciar la etapa final de su liberación, la dictadura de Fulgencio Batista prontó divulgó que éste había muerto en las acciones, con la intención de confundir al movimiento revolucionario interno y poder descabezarlo. Pero no demoró mucho en que el supuesto muerto apareciera en fotos y en una entrevista en el diario estadounidense New York Times, hecha por el periodista Herbert Matthews, que echó por tierra la mentira de Batista.
Bien conocido es también que el argumento comunista fue de nuevo utilizado en 1983 para que fuerzas yankees invadieran la pequeña isla de Granada, con la excusa de proteger a los estudiantes de su país que había allí, y terminaron liquidando el movimiento revolucionario en ese país que, dirigido por el Primer Ministro Maurice Bishop, se había convertido en un mal ejemplo para el “protector de las Américas”.
Y dónde dejar el gran fiasco de las armas de exterminio en masa en Iraq que fuera usado como argumento por la administración de George W. Bush para provocar la segunda invasión estadounidenses en ese país, la eliminación física de Saddam Hussein y la destrucción de gran parte de la riqueza cultural iraquí.
En el caso de la etapa actual del genocidio que está cometiendo el gobierno de Israel contra el pueblo palestino y sus agresiones al Líbano y a Siria, indudablemente, se aprecia que existe un odio enconado que va más allá de la defensa del país, sino que lo que se persigue es la eliminación de todo un pueblo: el palestino.
Es correcto y debe continuar de esa forma, que medios de prensa, gobiernos y organizaciones internacionales divulguen todas acciones genocidas por parte de este régimen: el exterminio de los palestinos por todas las formas posibles; la destrucción de hospitales, escuelas, centros de culto; el asesinato indiscriminado de trabajadores de Naciones Unidas y de periodistas extranjeros, por solo mencionar algunas.


Aunque, lamentablemente, más allá del crecimiento de la solidaridad internacional y de la condena a Tel Aviv, en la práctica no se ve aún el efecto de estas condenas porque lo que se acuerda en la ONU no se cumple y hay países cercanos que con una actitud vergonzante se pronuncian contra las acciones de Israel pero en la práctica le hacen el juego al socio mayor, los Estados Unidos, en sus intentos por poner fin al conflicto, que como es lógico y ha sido demostrado por la historia de los acuerdos anteriores, siempre favorecerá al régimen de Israel.

Juan Hernández Machado


Veamos, entonces y brevemente, algunas de las mentiras y desinformaciones que utiliza Benjamín Netanyahu, el primer ministro de Israel para tratar de confundir, primero a su propio pueblo y luego al resto del mundo. Igualmente veremos algunas de las mentiras del socio mayor, el Tío Sam.
Y hablando del socio mayor, una de sus últimas declaraciones es más clara que el agua: Si Israel no resuelve la ayuda humanitaria a los habitantes de Gaza se le suspenderá la ayuda militar. Para eso le dieron al régimen sionista ¡30 días!, (cuando llegue la ayuda, en las condiciones que está esa población, lo que encontrarán será más cadáveres).


El tema es, que no se habían terminado de pronunciar esas palabras y ya desembarcaba en Israel la primera unidad de defensa coheteril antiaérea que Estados Unidos ha dado a Tel Aviv ante su incapacidad de enfrentar de forma eficiente los cohetes lanzados por Hezbolá, Yemen, Hamas y otros miembros de la resistencia islámica.
La batería THAAD (Terminal High Altitude Área Defense) consta de seis lanzadores coheterilees anti aéreos montados en camiones, 49 interceptores, equipos de radar y radio, y es manejada por 95 efectivos estadounidenses.
Que quede claro, si hace un año están negando la intervención militar física estadounidense en el conflicto, ¿Qué representan estos 100 militares que acompañaron a la batería? Si eso no es intervención presencial en el conflicto, para favorecer a Israel, entonces el sol sale de noche y la luna de día.


Las mentiras de Netanyahu

Mientras esto ocurría continuaban las mentiras por parte de Israel: “Es falso que estén escaseando las municiones”, dijo un funcionario ante reportes de prensa que así lo planteaban luego que diferentes cohetes lanzados por Hezbolá desde el Líbano habían impactado lugares de cierta importancia en territorios palestinos ocupados por los sionistas, como la Base de Golani, donde ocasionaran varios muertos y heridos entre los militares de Tel Aviv.


Sin embargo, una conocedora de la situación, exfuncionaria del Departamento de Defensa estadounidense, Dana Stroul, declaró a la prensa de su país que el problema de las municiones de Israel era grave y que los recursos de Estados Unidos no eran infinitos, a la vez que se conocía que las líneas de producción estadounidenses de interceptores de cohetes estaban trabajando a máxima capacidad para poder suministrar a Israel, según los convenios existentes.
Por otra parte, el primer ministro Netanyahu les prometió a los colonos que ocupan las tierras palestinas limítrofes con el Líbano que regresarían sin problemas a las mismas, pero luego de un año de enfrentamiento la resistencia islámica de Hezbolá ha convertido esos lugares en páramos con sus incesantes andanadas de cohetes.
Tanto la Oficina Central de Estadísticas como el Ministerio de Finanzas de Netanyahu han diseminado información, reproducida en medios europeos, que indica que unos 40,600 colonos se han marchado del país en lo que va del 2024 y aproximadamente el 40% de los mismos son personas entre 20- 30 años de edad.


¿Qué lectura se puede hacer de esto?
Esas personas conocen que Netanyahu no puede cumplir su promesa y han decidido buscar nuevos horizontes. Por otra parte, el grueso de las bajas militares reconocidas por el gobierno de Israel y los miles de heridos y traumatizados que están siendo atendidos en los hospitales sionistas corresponde a jóvenes en ese rango de edades.
Una señal de lo anterior es que más de 150 militares israelíes han escrito al primer ministro, al ministro de seguridad, al jefe del estado mayor del ejército y a otros mandos militares y políticos anunciando su determinación de no continuar en servicio si no regresan los rehenes capturados por Hamas el 7 de octubre del 2023.
En declaraciones a medios nacionales de prensa, algunos han expresado pérdida de confianza en el gobierno de Israel.
Por otra parte, medios árabes reproducen informaciones del diario Israel Hayom con respecto a que unos 13 mil reservistas contactados para reincorporarse al servicio activo rehusaron hacerlo.
El ejército sionista está inmerso en una masiva captación de reservistas para completar las filas ahora y tener reemplazo en el 2025 para quienes están en las zonas de operaciones, pero la respuesta es bastante pobre. Esa situación se debe a que antes del 7 de octubre del 2023, el gobierno de Netanyahu redujo sus fuerzas armadas, liberando a miles de soldados y especialistas entrenados que ahora necesita.
Cualquier similitud con la situación que enfrentó Estados Unidos en su guerra de agresión a Vietnam no es pura coincidencia, sino la naturaleza intrínseca de los imperialistas.
Mientras, el primer ministro sionista repite que los daños a Hezbolá son espectaculares, que están descabezados, que su fin se acerca, que cada día tienen menos medios para enfrentar a las fuerzas de Israel.
Al valorar el ataques con cohetes y drones que esa organización islámica hiciera a inicios de este mes contra la Brigada Golani cerca de Haifa, que causara cinco muertos y más de 60 heridos, reconocidos por el gobierno de Tel Aviv, el teniente general Herzi Halevi, jefe del estado mayor del ejército calificó la acción como grave y dolorosa.
La acción se produjo contra una base de entrenamiento militar en la retaguardia israelí, lo que demuestra lo que Hezbolá dijo cuando publicó la información obtenida por sus drones furtivos hace un par de meses, que llegarían a los principales lugares militares de Israel… y así lo han estado demostrando, incluyendo un cohete que cayó hace unas 72 horas en la casa del propio Netanyahu en el área de Cesárea.


Hezbolá ha publicado de forma sistemática, inclusive apoyándolo con videos, que operan en lo que llaman cinco ejes contra los ocupantes sionistas, a saber:
La  zona de operaciones de la 146ª División sionista, desde Naqura, en el oeste, hasta Marawahin, en el este.
El  área de operaciones de la 36ª División del ejército de ocupación, que se extiende desde Ramia, en el oeste, hasta Rmeish, en el este (Aita al-Shaab incluida), y luego todo el camino a Aitaroun, en el este.
La zona de operaciones de la 91ª División del ejército enemigo, desde Blida, en el sur, hasta Houla, en el norte.
La zona de operaciones de la 98ª División del ejército, desde Markba, en el sur, hasta la aldea libanesa ocupada de Ghajar. en el este.
La zona de operaciones de la 210ª División del ejército de ocupación, desde la aldea de Ghajar hasta las granjas libanesas ocupadas de Shebaa.
Emboscadas, ataques de francotiradores, detonación de explosivos escondidos, fuego de artillería y lanzamientos de cohetes y drones en esas direcciones han impedido el avance exitoso de las tropas sionistas, les han causado pérdidas materiales y humanas y sirven para desmentir el mensaje triunfalista de Benjamin Netanyahu.
Entre el 22 y el 25 de octubre, el gobierno israelí ha reconocido la muerte de 10 de sus efectivos y más de 60 heridos en combates con Hezbolá en el Líbano.
Una organización militar que es capaz de hacer eso y promediar entre 15- 20 acciones diarias de envergadura contra el ocupante sionista, incluso después de la muerte de su líder principal, no está acabada ni derrotada.
Para que se tenga una idea, según reportan medios árabes que han monitoreado las informaciones de medios de prensa de Israel, desde el siete de octubre del 2023 las sirenas han sonado en 28, 581 ocasiones para anunciar la proximidad de más de 28 mil cohetes y drones lanzados por la resistencia islámica desde Gaza, el Líbano, Iraq, Irán, Yemen y Siria.
No por gusto algunos ex jefes militares, y políticos de oposición a Netanyahu, consideran que mientras más se continúe con este genocidio desenfrenado, peores serán las consecuencias para Israel.
Al menos, Tire Heiman, que fuera jefe de la División de Inteligencia Militar del régimen, ha declarado que es una guerra sin fin que llevará a Israel a un fracaso estratégico y destruirá su superioridad relativa.
En otra clara mentira, el gobierno de Israel acusa a Hamas de robarse parte de los suministros que se envían a Gaza para venderlos y financiar su guerra.


Netanyahu ha dicho que Hamas está acabado, que han destruido sus unidades, que las acciones contra los túneles han sido exitosas, que han acabado con sus principales dirigentes.
Si eso es cierto, entonces, ¿para qué continuar los bombardeos indiscriminados contra la Franja de Gaza? Bombardeos que dirigen contra escuelas, hospitales, campamentos, casas de campaña donde dicen que se esconden efectivos de Hamas.
Indudablemente que el planteamiento anterior es parte del bulo que los hace sentirse fuertes cuando saben que cada día pierden algo, porque lo cierto es- confirmado por diferentes medios de prensa, incluyendo algunos de la propia Israel- que cuando las fuerzas de Tel Aviv abandonan un lugar, no han terminado de salir por un punto cardinal y por el opuesto ya están regresando las fuerzas de Hamas para auxiliar a la población, reconstruir posiciones y preparar nuevas condiciones para continuar la lucha contra el ocupante.
Está claro para toda persona juiciosa en el mundo que lo que conviene a todos es lograr la paz, pero tiene que ser una paz con dignidad para el pueblo palestino, donde se le reconozcan todos sus derechos incluyendo el de formar un estado en su propia tierra y el regreso de todos los refugiados en otros países.
También tiene que ser una paz honorable para los miembros de la resistencia islámica en el Líbano, Iraq, Siria y Yemen. Por eso esa paz debe tener también la garantía de que Israel no arremeterá más contra sus vecinos, no robará más tierra a los palestinos y respetará, por vez primera, los acuerdos a que se lleguen, porque hasta el momento lo que ha hecho es burlarse del mundo con el apoyo siempre presente del gobierno estadounidense, no importa quién ocupe la silla principal en la Casa Blanca.
A la distancia de 46 años, qué vigencia tienen las palabras de nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en la inauguración de la Conferencia Internacional de Solidaridad con la Lucha de los Pueblos Africanos y Árabes contra el Imperialismo y la Reacción, que tuviera lugar en el África Hall, de Addis Ababa, la capital etiope, el 14 de septiembre de 1978:


“¿Por qué los agresores sionistas pueden igualmente bombardear a diario los campamentos de refugiados palestinos y las poblaciones del Líbano? ¿Quién les ha dado ese derecho? ¿Quién les ha dado ese poder? ¿Por qué pueden usar las armas más sofisticadas de destrucción y muerte? ¿Quiénes las suministran? ¿No vemos acaso en ello una prueba irrefutable del papel agresivo del imperialismo y el tipo de orden y paz que desean para nuestros pueblos? ¿O es que cuando se mata un niño, un anciano, una mujer, un adulto negro, un palestino, un libanés, no se comete un crimen? ¿Se pueden diferenciar estos métodos y estas concepciones de la concepción y los métodos que practicó en su tiempo la Alemania fascista? Sin embargo, día a día, las noticias de actos genocidas de este tipo nos llegan en los cables, incluso a través de las agencias de prensa imperialistas, como si quisieran acostumbrarnos a la aceptación resignada y mansa de los hechos”. 1
Sr. Netanyahu, señores imperiales de la Casa Blanca, ustedes son doctores en las mentiras, la desinformación y la manipulación, pero recuerden que aunque la traten de ocultar y tergiversar, la verdad siempre se impone.


*Miembro de la Unión de Historiadores de Cuba.

Wilmar Jaramillo Velásquez

Comunicador Social Periodista. Con más de treinta años de experiencia en medios de comunicación, 25 de ellos en la región de Urabá. Egresado de la Universidad Jorge Tadeo Lozano

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